Energía
08/05/2020

Pierde luz el faro que iluminó el fracking de Vaca Muerta

Pierde luz el faro que iluminó el fracking de Vaca Muerta | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Los graves problemas que ya arrastraba la industria petrolera en Estados Unidos, se agravaron con la pandemia. Deudas impagables, despidos, menos perforación y cierre de pozos, un panorama para nada desconocido en Neuquén.

La industria del fracking de Estados Unidos, el faro que iluminó el modelo desarrollo petrolero que propuso el MPN para Vaca Muerta desde 2008 en adelante, pierde mercado, puestos de trabajo y suma deudas que no puede pagar. 

El duro escenario que combina alto endeudamiento y ganancias muy ajustadas en el mejor de los casos, ya estaba configurado desde antes de la pandemia, pero ahora se agregó el desplome del consumo en el mundo y la guerra de precios. Y desde que la economía se frenó, los problemas se multiplicaron con la velocidad que lo hacen los contagio del coronavirus en ese país.

El modelo de desarrollo "exitoso", del que se enamoraron los sucesivos gobierno del MPN, le permitió a Estados Unidos recuperar, el año pasado, el primer lugar de producción de petróleo del mundo, pero al costo de armar una burbuja financiera que hoy implica enfrentar vencimientos por 86 mil millones de dólares antes del 2024, y casi la mitad de esa cifra durante este año, según información de la calificadora de riesgo Moody´s.

El Centro para la Legislación Medioambiental lnternacional, citado en un artículo publicado esta semana en el diario "El País" de España, dice que desde 2015 más de 200 empresas petroleras han quebrado en Estados Unidos, 32 de ellas se declararon en quiebra en el 2019 y siete en el primer trimestre de este año. Cuatro jugadores grandes del sistema financiero internacional -JP Morgan, Bank of American, Citigroup y Wells Fargo- invirtieron más de 10 mil millones de dólares cada una en la fractura hidráulica en 2019, según Statista, un portal de estadísticas de datos para el mercado, y tendrán problemas para el recupero.

Las empresas despiden trabajadores, dejaron de perforar y cerraron pozos en los campos petroleros del norte, nada que el secretario general del Sindicato de Petroleros Privados local, Guillermo Pereyera, no conozca en el polo opuesto del planeta. El dirigente gremial firmó en las últimas horas un documento con un contenido de inusual dureza para sus habituales prácticas gremiales contra las empresas petroleras. Lleva por título "repudio a la ética de la miseria" y le apuntó a "un grupo de poderosas empresas" que, en el contexto de la pandemia, desarrollan "prácticas extorsivas y mafiosas".

Alimentar a la bestia

"El sector ha crecido muchísimo, pero no ha tenido tanto éxito en términos de rendimiento económico. Ha sido todo crecer y no hacer dinero", dijo Raoul LeBlanc, vicepresidente de Energía en IHS Markit (empresa proveedora de información de servicios financieros), en una cita que publica el diario español. Este negocio, dijo LeBlanc, "tiene que correr para esta quieto" porque "hay que alimentar constantemente a la bestia".

Con el fracking, Estados Unidos alcanzó su esplendor el año pasado con una producción que llegó a los 15 millones de barriles de crudo por día (hoy está por encima de 12 millones de barriles). Con esos valores recuperó el liderazgo como  productor. Es una industria que generó unos diez millones de empleo entre directos e indirectos, con un negocio altamente concentrado, ya que existen más de 5.000 empresas, pero solo 200 extraen el 90% de la producción.

"Nunca fallaremos a la gran industria del petróleo y del gas estadounidense. He ordenado a los secretarios de Energía y del Tesoro que formulen un plan que disponga fondos para que estas compañías tan importantes y sus empleos estén asegurados para el futuro", tuiteó la semana anterior el presidente Donald Trump, dispuesto a instrumentar políticas de intervención del Estado.

En Argentina, el desarrollo de los no convencionales también creció con rueda de auxilio, particularmente el gas, y no con financiamiento proveniente del mercado sino con subsidios del Estado nacional que casi siempre resultaron insuficientes para las empresas y para la provincia gasífera por excelencia, Neuquén. Ahora se encuentra próximo a instrumentar un precio interno para el barril de petróleo, que se ubicará en torno a los 45 dólares, una estrategia que permitirá desanclar al negocio a nivel local de los movimientos abruptos que muestran los precios en el mercado internacional. 

Es una estrategia para apuntalar a la industria, ya aplicada en el país durante el kirchnerismo, que las empresas y las provincias petroleras reclaman y aplauden cuando las condiciones del mercado son desfavorables, pero que después combaten cuando el valor del producto mejora en el mercado internacional. 

29/07/2016

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