El precio de referencia del petróleo en Estados Unidos, el WTI, que no es el que utiliza la Argentina, cerró ayer por primera vez en la historia con un valor negativo de -37,64 dólares el barril en los contratos con entrega en mayo, una caída en el precio que supera el 300% con respecto a la cotización de arranque de la jornada (18,20 dólares).

Un precio negativo significa que quien produce le paga a otro para que se lo lleve, y en este caso se debe a que la capacidad de almacenamiento de petróleo está muy cerca de sus límites y podría ser sobrepasada en poco tiempo de persistir la actual situación de desplome de consumo a nivel mundial. 

Los tanques de Estados Unidos no tienen espacio para almacenar más crudo y los inversores ya cobran por comprar barriles, ante la brutal reducción de la demanda producida por la crisis del coronavirus.

La caída del precio se produjo, además, en el último día de vigencia de los contratos de futuros de mayo, y se estima que a partir de hoy, cuando comiencen a operar los acuerdos de junio, se genere un repunte en el precio. 

En lo sucedido ayer también influyó que aún no entró en vigencia (es a partir de mayo) el acuerdo de reducción en la oferta mundial de petróleo de 9,7 millones de barriles pactada en el seno de la OPEP ampliada, que incluye a Rusia.

El crudo Brent, de referencia mundial, se movió con tendencia a la baja y cayó ayer 6,5% abajo, con un precio de 26,22 dólares el barril. Ese es el precio que siguen las operadoras para volver a pensar en Vaca Muerta como motor de la industria petrolera y de la economía del país (ver nota central).