Energía
21/04/2020

Derrumbe del petróleo

“Vaca Muerta queda en stand by”

“Vaca Muerta queda en stand by” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Juan Pablo Costa, del Centro de Economía Política, dijo que “al menos por unos meses” la producción no convencional “no va a ser uno de los motores de la reactivación”. Hay “escasas herramientas fiscales” para el precio sostén,apuntó.

Diego Colao

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Juan Pablo Costa, investigador del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó la situación del derrumbe del precio del petróleo a nivel mundial y afirmó que el proyecto de Vaca Muerta como un posible generador de divisas “queda en stand by” ya que por al menos por “unos meses no va a ser uno de los motores de la reactivación económica argentina”.

Costa indicó que hay que “ver el año que viene o el 2022, pero en este primer período seguramente que no será un pilar de la reactivación porque el mercado del petróleo está muy deprimido y va a seguir así por un tiempo más”, y remarcó que “en la medida en que se vaya a una normalización económica se puede aspirar a una mayor demanda de petróleo que empiece a levantar los precios; pero hoy está en 25 dólares el Brent”, lo que implica que “tiene un largo trecho para subir como para que Vaca Muerta vuelva a ser algo muy apetecible en términos de inversiones”.

“Queda muy en cuestionamiento la idea de que Vaca Muerta podía ser un generador de divisas en forma de inversión extranjera directa, ya que hoy es prácticamente imposible que vayan a entrar fuertes inversiones en un mercado que no va a tener demanda”, indicó Costa a Va Con Firma, y sostuvo que “solo podría hacerse si el Estado genera una política de barril criollo, pero ahí hay que subsidiar fuertemente al sector, y estás prácticamente en la misma”.

En el día de ayer el precio del barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), que se utiliza como referencia en Estados Unidos, tuvo un desplome abrupto en más de un 300% y alcanzó valores por debajo de 0 dólares; a pesar de que los valores futuros para junio rondan los 21 dólares, un valor más cercano al Brent que es el precio de referencia que se utiliza en el país y que cayó un 6,5% a 26,22 dólares (ver nota aparte).

Costa explicó que esto se da por una “situación de demanda extremadamente baja, producto del largo aliento de la desaceleración de la economía” que viene desde la crisis de 2008, donde de los picos de 140 dólares que alcanzó en esa fecha, el precio fue bajando hasta oscilar “entre 40 y 80 dólares entre 2015 y 2020”.

A este derrotero de caída del precio, la pandemia le dio “el tiro de gracia”, a lo que hay que sumarle “la guerra comercial entre Arabia Saudita y Rusia, y el problema del almacenamiento en Estados Unidos, donde la capacidad está llegando a su máximo”; lo que podría provocar “la situación paradojal de que las petroleras tengan que pagarle a sus clientes para que se lleven los barriles de petróleo”.

El investigador de CEPA advirtió que el hecho de que “la producción no convencional”, como la que se realiza en Vaca Muerta “es más cara que la convencional”, y que de acuerdo a estudios de mercado “se requiere un barril cerca de los 50 dólares para que sea rentable”, hace que con un precio de “barril de petróleo a mínimos históricos se hace dudosamente sostenible en el tiempo la actividad”.

En cuanto a la posibilidad de que el gobierno nacional lleve adelante un precio sostén o barril criollo, Costa remarcó que “implica un subsidio” y que “el problema de eso es que es una política de transferencias de ingresos a un sector de la economía en concreto, que como cualquier política de subsidios requiere que el Estado tenga fondos”.

“El estado tiene relativamente escasas herramientas en términos fiscales para poder expandir de manera muy fuerte el sostenimiento de un barril criollo, tiene escasas divisas como para hacer frente a eso”, definió. Y aclaró que “hay que ver si se acuerda rápidamente con los acreedores y se establece un propuesta parecida a la que se está discutiendo estos días que implique diferir el pago por lo menos por los próximos tres años, porque se le va a liberar una cantidad de recursos con los que sí se podría pensar en un algún tipo de solución vinculada a un barril criollo, o una solución que implique ayudar a sostener la producción, especialmente en las provincias de la Patagonia que se van a ver mucho más afectadas ante la caída del precio del petróleo”.

Aunque advirtió que el bajo precio que arrastra el petróleo “complejiza aún más” la situación  porque “si el barril estuviera a 35 o 40 dólares se podría plantear una discusión fina donde con un poquito más ya hacés rentable la actividad”, pero un precio de 25 dólares “implicaría para el Estado una erogación muy alta”, sobre todo en un “escenario donde el Estado está desfinanciado”.

El origen de la crisis

Costa explicó que a partir de la crisis del 2008, “comienza un proceso de desaceleración de la economía mundial que genera menor demanda y una caída de los precios del petróleo” por lo que “del pico de 140 dólares” que había alcanzado el barril cerca del 2008 “pasamos a un período” que duró hasta el 2014”, donde el precio “osciló entre 100 y 120 dólares, y después desde 2015 hasta el inicio de la pandemia” pasó a oscilar “entre 40 y 80 dólares”. Y aclaró que “en la etapa prepandemia el Brent estaba en 70 dólares y hoy cayó a 26 dólares, un poco por encima del WTI de Estados Unidos” que se desplomó ayer.

El docente universitario explicó que “este año en particular, la pandemia impactó de lleno, porque implicó un parate económico casi en seco de la actividad a lo largo del mundo, empezando por el sector aeronáutico, que requiere grandes cantidades de petróleo, por lo que la demanda cayó a niveles históricamente bajos y es natural que los precios se desplomen”.

A esto se sumó la guerra comercial entre los países de la Opep, encabezados por Arabia Saudita y Rusia “por cuotas de mercado”, donde Arabia había propuesto “disminuir la producción de barriles para intentar sostener el precio” pero “Rusia se negó con la intención de ganar mercado” y a partir del mantenimiento de “las cuotas de producción y aceptar la posibilidad de que bajen los precios” lograr “ganar mercado europeo, especialmente”.

“Se inició una guerra donde Arabia respondió incrementando la producción al máximo, a 12 millones de barriles por día y eso hizo desplomarse el precio a mínimos históricos”, consideró Costa. Y aclaró que a pesar de que los dos países acordaron “hace unos días el recorte de producción diaria de 10 millones de barriles, aun así la oferta sigue estando por arriba de la demanda”.

29/07/2016

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