El equipo de la subsecretaría de Hidrocarburosde Nación se reunió esta semana con los principales directivos de YPF, entre los que se encontró el CEO Daniel González, para elaborar una primera agenda de trabajo. En el encuentro, los representantes de la petrolera nacional volvieron a la carga con la actualización de los precios de los combustibles líquidos y del gas.

Sucede que este año YPF no tiene pensado acudir al financiamiento en los mercados y todo su capital disponible para inversiones en Vaca Muerta provendrá de su flujo de caja, el cual en gran parte depende de las ventas de naftas y gasoil.

Días atrás el presidente Alberto Fernández vetó una suba del 5% que había anunciado el titular de YPF Guillermo Nielsen a los medios, sin consultar al ministro de Economía. En la petrolera consideran que el retraso de los precios en los surtidores hoy ronda el 13%. Si continúan las tensiones entre Irán y EE.UU., el panorama se podría complicar aún más, en caso de que se dispare el precio del crudo. La diferencia de la cotización interna del barril con la internacional atenta contra las inversiones en Vaca Muerta, es el mensaje que suena al unísono desde la industria petrolera y de la provincia.

Ya quedó confirmado el equipo de funcionarios que comandarán las áreas de la secretaría de Energía de la Nación, que liderará Sergio Lanziani.

Juan José Carbajales ocupará la subsecretaría de Hidrocarburos, Osvaldo Arrúael área de Energía Eléctrica; Juan Pablo Ordóñezserá el encargado de Planeamiento Energético yla subsecretaría Administrativa de Energíaserá conducida por Maximiliano Galli.

El abogado y politólogo Carbajales llega con el respaldo del gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien en 2012 lo había llevado a Enarsa para desplazar a Julio de Vido de las contrataciones de las importaciones de gas. Su perfil es eminentemente académico, aunque también se ha desempeñado como consultor de empresas privadas. Ahora, tendrá entre sus principales tareas diseñar las políticas que promuevan el desarrollo de Vaca Muerta.

En ese sentido, el gobierno nacional ya tiene encaminado un proyecto de ley para blindar las inversiones en el shale neuquino. Los ministros de Producción, Matías Kulfas, y de Economía, Martín Guzmán, junto con el presidente de YPF Guillermo Nielsen y con Lanzani definirán los detalles de la normativa que será presentada en el Congreso en la primera mitad del año.

Pero más allá de ese proyecto, que a grandes rasgos marcará un esquema que garantice la libre disponibilidad y giro de divisas al exterior a las petroleras que inviertan en los yacimientos no convencionales y algunos beneficios fiscales, el principal tema que hoy desvela a las empresas es saber cuáles serán los precios del petróleo y el gas este año. De ello dependerá el nivel de actividad en la cuenca.

Otra preocupación del sector, y que comparte la provincia de Neuquén por su implicancia en las regalías, es la baja del precio del gas, que en diciembre llegó a comercializarse por debajo de los dos dólares el millón de BTU debido a la abundancia de oferta en el mercado. Por la baja de precios, durante 2019 las petroleras bajaron sus inversiones en yacimientos gasíferos y se concentraron en el petróleo. Si la situación se sostiene en el tiempo, habrá un impacto en la producción. Desde Neuquén buscan que las autoridades nacionales comprendan que si eso sucede, se deberán incrementar nuevamente las importaciones de gas con la sangría de divisas que eso implica para un Tesoro frágil en un contexto de pesada herencia de deuda externa que dejó Mauricio Macri.

Fernández decidió congelar las tarifas por un período de hasta 180 días para revisar todos los costos. Los ministros Guzmán y Kulfas saben que el tiempo apremia y buscarán definir las nuevas tarifas antes de los seis meses para no afectar las inversiones. Son conscientes de que el congelamiento de los precios de las tarifas por varios años y el incremento paulatino de los subsidios, que si bien en principio fueron el sostén de la reactivación, se transformaron en el talón de Aquiles de la economía kirchnerista que debió destinar millonarias sumas en dólares para importar energía.

El principal objetivo será buscar el complejo equilibrio entre precios competitivos de los hidrocarburos y tarifas razonables y accesibles que no impacten en la elevada inflación que arrastra el país.