Discutir el futuro de Vaca Muerta puede tener hoy un efecto similar al del enfrentamiento entre el pensamiento científico y la Inquisición. Si antes la Tierra no era el centro del universo porque la teoría copernicana colisionaba con la línea argumental de la Iglesia Católica, hoy la roca madre de Vaca Muerta se presenta inofensiva para el medio ambiente aunque las petroleras dejen el suelo como a un queso gruyere.

En la cumbre del clima de Madrid, que comenzó el lunes y finaliza el próximo 13, Vaca Muerta irrumpió con la fuerza de una fractura hidráulica, el sistema que utilizan las empresas para viajar por la formación geológica en búsqueda de petróleo y gas. La investigadora María Marta Di Paola, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, advirtió desde España que el desarrollo de Vaca Muerta "profundiza el problema" de contaminación, y sostuvo que el país se aferra a explotar recursos fósiles, mientras que los expertos en crisis climáticas aconsejan dejarlos bajo tierra.

La declaración de la ambientalista en un foro mundial de la ONU, llega en medio de un clima de preocupación en el gobierno del MPN, que está presente desde antes y después de que se confirmara el triunfo electoral de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. La inquietud del gobierno local se observa a partir de dos hechos visibles: el futuro gobierno redujo la capacidad de lobby de la provincia petrolera y se protegió de las presiones evitando que la información, sobre la política a implementar, circule antes de asumir.

Di Paola participa de la Cumbre del Clima de la ONU (COP25), de la cual se espera que se adopten compromisos nacionales más ambiciosos en materia de lucha contra el cambio climático. 

La directora de la Fundación, una ONG fundada en 1985, dijo a la agencia Télam que "para avanzar en una matriz sin emisiones, no se puede continuar con proyectos extractivos de combustibles fósiles como Vaca Muerta o con adjudicaciones para la extracción offshore", y en ese sentido recordó que actualmente los proyectos de los no convencionales en gas reciben subsidios del Estado. "Está dando el 0,5% de su presupuesto a empresas privada que están" operando en el lugar, apuntó. Y a continuación aclaró: "No estamos en contra de los subsidios, pero tienen que ir hacia las políticas y compromisos que tenga el país en la lucha contra el cambio climático".

Di Paola recordó que el proyecto Vaca Muerta implica el uso de una tecnología que está prohibida en algunos países. Enfatizó que es cuestionado no tanto por las emisiones de gases de efecto invernadero -dijo que las produce, pero son difíciles de cuantificar o se falsifican-, sino por el gran impacto que tiene en el entorno donde se desarrollan las perforaciones. 

De eso que mencionó Di Paola, saben bien las comunidades mapuches que viven en zonas de campos petroleros y los vecinos de Sauzal Bonito cuando los temblores del suelo comenzaron a tener inquietante frecuencia.