El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha solicitado al gobierno brasileño que permita al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que actualmente se encuentra cumpliendo una irregular condena en prisión, ejercer sus derechos políticos y presentarse libremente a las elecciones presidenciales del mes de octubre.

Lula es el candidato presidencial oficializado del Partido de los Trabajadores (PT), y desde hace ya varios meses lidera los sondeos electorales con un porcentaje de intención de votos superior al 30%.

El pedido de Naciones Unidas llega luego de que la fiscal general de Brasil, Raquel Dodge, impugne la semana anterior el registro de la candidatura del expresidente brasileño en el marco de una fuerte presión política y mediática en el vecino país.

La fiscal general recuerda que la Ley de la Ficha Limpia de Brasil no permite “presentar candidaturas condenadas en una resolución dictada por un órgano judicial colegiado por crímenes de lavado de dinero y corrupción”.

Ante la creciente tensión el comité de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, exige al Estado brasileño la adopción de todas las medidas necesarias para asegurar que Lula "ejerza todos sus derechos políticos mientras esté en prisión, en calidad de candidato a las elecciones presidenciales de 2018".

También pide que Lula tenga acceso adecuado a la prensa y a todos los miembros de su partido político, el PT, y "que el Estado-parte no le impida concurrir a las elecciones presidenciales hasta que todos los recursos planteados contra la sentencia condenatoria sean juzgados en procesos judiciales justos".

El Tribunal Superior Electoral (TSE) tiene hasta el 17 de septiembre para decidir si Lula puede o no ser candidato, pero se espera que la decisión no tarde en llegar. Cuando el supremo dé a conocer su decisión, de ambos lados comenzará una batalla jurídica.

Por el momento, el gobierno de Brasil rechaza la resolución por considerarla “no vinculante”. “Las conclusiones del Comité tienen carácter de recomendación, no poseen un efecto jurídicamente vinculante”, dijo el Ministerio de Exteriores brasileño mediante un comunicado.

En consonancia con la respuesta del gobierno, el candidato de la ultraderecha, Jair Bolsonaro, prometió que, si llega a acceder a la presidencia, Brasil se irá de la ONU.

"Si me vuelvo presidente, salgo de la ONU; no sirve para nada esa institución. Es una reunión de comunistas, gente que no tiene ningún compromiso con América del Sur, por lo menos", aseguró.

De esta forma, las ansiadas elecciones en Brasil comienza a tensionarse y el escandalo traspasa los límites del gigante brasileño.