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A 63 días de las elecciones presidenciales de Brasil, el líder progresista y principal candidato opositor, Lula da Silva, continúa detenido en una causa por supuestos sobornos. Sin embargo, el Partido de los Trabajadores (PT) lanzó su candidatura.
De cara al 7 de octubre los referentes principales del PT se reunieron en la ciudad de Sao Pablo para llevar adelante la convención nacional con el objetivo de elegir su próximo candidato. Todos acordaron que “no hay plan B”, y que es Lula el único candidato. "Lula representa un programa, una idea, todos esos logros que se hicieron para ayudar Brasil, pero por sobre todo Lula representa la esperanza de cambiar el país" dijo Dilma Rousseff.
Es la primera vez en 38 años que Lula no participa de una convención nacional para elegir candidato a la presidencia. En carta a los militantes del PT aseguró que “el reencuentro será por voluntad del pueblo”.
La ex presidenta de Brasil, destituida a través de un golpe parlamentario, afirmó que será candidata a senadora por el distrito de Minas Gerais y ante una multitud afirmó que “no fue suficiente que luchásemos valientemente contra el juicio político, nosotros todavía tenemos que regresar como lo hicimos durante los últimos años, a luchar por un Brasil que sea mejor”
En un encendido discurso, Dilma sostuvo que “la nueva etapa electoral necesita que luchemos cada hora, cada día, en cada conquista tenemos que comprender que hay una victoria, porque no luchamos solo por la elección, luchamos para liberar a Lula, para que pueda ser el presidente”.
En la convención estuvo presente también la actual senadora y presidenta del PT, Gleisi Hoffman, quien expresó que la derecha del país "nunca podrá sacar a Lula del juego". “Decimos con voz alta que ustedes son unos golpistas", dijo en referencia al Gobierno interino de Michel Temer, a la vez que reafirmó "no les tenemos miedo".
El próximo lunes, el calendario del Tribunal Superior Electoral (TSE) recomienda que se dé a conocer también el candidato a la vicepresidencia, aunque el PT tomó la decisión de presentar la formula completa el último día del plazo legal (15 de agosto).
Al igual que el PT, el resto de los partidos políticos de Brasil realizaron sus respectivas convenciones en las que se definieron las candidaturas de Marina Silva, por la alianza “Red de Sostenibilidad”, el actual ministro de Hacienda de Temer, Henrique Meirelles, por el Movimiento Democrático Brasileño (MDB) y el ultraderechista Jaír Bolsonaro por el Partido Social Liberal.
Las encuestas colocan a Lula en el primer lugar con una intención de voto superior al 30%, con una diferencia de más de 15 puntos con el resto de los candidatos. Sin embargo, será el TSE el que defina si Lula puede o no competir electoralmente.
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