La intensa campaña de desprestigio y desmoronamiento llevada adelante contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, no logra retirarlo del juego. El referente del PT continúa liderando las encuestas con amplio margen y se acerca cada vez más a la posibilidad de vencer en una primera vuelta electoral.

Sin embargo, fruto de esa presión mediática, política, militar y judicial, Lula se encuentra detenido en una prisión federal tras la condena del Tribunal Federal Número 4 en una causa plagada de irregularidades y con una ostensible falta de pruebas.

El escritor y periodista de Brasil, Alex Solnik, sostuvo que “a medida que se acerca la fecha de las elecciones crece la sensación de que Lula no saldrá de la prisión a tiempo de disputar la presidencia, y no se sabe si podrá hacerlo después”.

“Hay dos corrientes que dividen al país actualmente”, sostuvo Solnik, “los petistas y los antipetistas”, en referencia a los seguidores del Partido de los Trabajadores y aquellos que se manifiestan en oposición. “Si bien la situación es jurídica, se encuentra duramente contaminada por la política”, explica.

Con un nivel de intención de votos cada vez mayor, la situación en la que se encuentra la justicia en mantener a Lula en prisión sin demasiadas pruebas en su contra, y respaldándose en amenazas militares, presiones políticas y operaciones mediáticas, se hace cada vez más difícil.

Solnik, señala que se ha llegado a un nivel en el que, “si el STF libera a Lula antes del 7 de octubre, los adversarios del PT van a alegar que fue suelto para ganar, y van a sostener que la justicia favoreció a Lula en su regreso al poder”.

El prestigioso periodista entiende que “a juzgar por los precedentes, el STF va, una vez más, a lavarse las manos y empujar la cuestión con la barriga, hasta que la contaminación de las elecciones desaparezca y el proceso del tríplex llegue hasta él, lo que puede llevar unos dos años más, donde ya no se sabe quién estará en la presidencia de Brasil”.

Desde esa lógica, manifiesta que no habrá cambios judiciales en los procesos que se llevan adelante contra el ex presidente durante todo 2018 y que “Lula podrá, por lo tanto, registrar su candidatura y hasta competir sin registro, (como ha sucedido ya en elecciones locales con alcaldes de diferentes signos políticos) pero difícilmente se encuentre fuera de la prisión para celebrar su victoria de regreso al Planalto”.

“Salvo que una enorme y pacífica presión popular sin igual en la historia de Brasil, obligue al Poder Judicial a doblarse a la mayoría aplastante ante un resultado electoral incuestionable y un proceso sin pruebas y liberar al presidente electo en la primera vuelta”, aseguró.

En relación a las movilizaciones populares, no solo dentro de Brasil, sino también en toda Latinoamérica, Solnik sostiene que en un futuro, “tendría que ser un movimiento absolutamente pacífico para surtir efecto. La tesis de que sólo un levantamiento popular saca a Lula de la cárcel no tiene posibilidad de prosperar en la actual coyuntura, por varios motivos, incluso porque, en caso de ocurrir, las elecciones, es obvio, serían canceladas, lo que no interesa a Lula, ni al PT, ni a los demócratas”.

De esta manera, Solnik y un importante grupo de intelectuales de Brasil convocan a mantener la calma, a generar movilizaciones pacíficas pero a comprender que Lula permanecerá en prisión durante todo el proceso electoral.

El periodista William de Lucca también analiza los últimos mensajes del ex presidente y afirma que "Lula cree que la gente necesita manifestarse en las encuestas y en las urnas".

“No se debe hacer nada que pueda poner en riesgo las elecciones”, afirma Sollnik. “Quienes no quieren elecciones son las vivaneras que rondan los cuarteles desde los tiempos de Castelo Branco (presidente de facto de Brasil 1964/67)”, concluye.

Redacción: Agustín Mozzoni