Además del nuevo presidente, los 89 millones de mexicanos habilitados para votar, elegirán más de 18 mil cargos públicos entre gobernadores, alcaldes, senadores y diputados locales y federales.

El favorito en las encuestas previas es el candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador. La Coalición Movimiento Regeneración Morena que lo respalda, está primera en todas las encuestas con un margen de victoria superior al 10%.

El segundo lugar lo ocupa el oficialista José Antonio Meade, de 49 años. Él tiene la consigna de limpiarle la cara al PRI, aunque con muy pocas oportunidades, ya que no consiguió liberarse de las acusaciones de corrupción contra el presidente Enrique Peña Nieto.

También contiende Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente creada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano (MC) y el PAN, y que se encuentra disputando el segundo lugar a escaso margen del oficialismo.

López Obrador cosecha las recompensas de los errores de Peña Nieto, y encabeza la dignidad de los mexicanos frente al destrato de los Estados Unidos, en especial del excéntrico Donald Trump.

Un país atravesado por la violencia

Aunque silenciado por los grandes poderes mediáticos del mundo, el país norteamericano padece una de las tasas de homicidios más altas del mundo, que se ha visto acrecentada a partir de la llamada “guerra contra el narcotráfico” desde el año 2006.

Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESSNP), se estima que al menos 170.000 personas murieron por causas relacionadas con el crimen organizado y más de 28.000 desaparecieron solo entre 2006 y 2016.

Por la inseguridad por delitos comunes y ajustes de cuentas por parte del crimen organizado, convertirse en candidato fue todo un riesgo. Desde el 8 de septiembre de 2017 -fecha de inicio de las campañas electorales- se contabilizan 133 asesinatos de dirigentes políticos según el Informe de Violencia Política publicado por la consultora Etellekt.

El último episodio sangriento contra políticos, ocurrió hace unas semanas en Michoacán, donde el candidato a la presidencia municipal de Ocampo fue asesinado a balazos en los exteriores de su vivienda, a plena luz del día.

Pero aún hay valientes que se la juegan, y López Obrador, múltiplemente amenazado por las mafias del narcotráfico y los poderes reales de México, parece identificar el deseo de millones de conciudadanos, de cambiar un rumbo histórico de desigualdad y violencia.

A la violencia ejercida sobre dirigentes políticos, se le suman además los asesinatos de más un centenar de periodistas en los últimos dos años. En lo que va de 2018, un total de 47 fueron masacrados, según denuncia Reporteros Sin Fronteras.

Desigualdad social

La mitad de la población sigue siendo pobre y la pobreza extrema afecta a más de 4 millones y medio de personas, aproximadamente un 3,5% de los mexicanos.