Fuerte tensión política y social se vive en Brasil luego de que el presidente de facto, Michel Temer, firmara un decreto para movilizar al ejército con la finalidad de reprimir una protesta de camioneros que incluye cortes de ruta en gran parte del país, y reemplazar a aquellos trabajadores que participan de la medida de fuerza.

La decisión llega después de cinco días de que el personal de conducción de camiones, así como algunos propietarios, interrumpieron sus tareas y empezaron a cortar vías de tránsito para repudiar los aumentos en el precio de los combustibles.

Debido a el cambio de política desde que Temer tomó el poder tras el golpe parlamentario que derrocó a Dilma Rousseff, los incrementos treparon a 50% en poco más de un año. El sector que realiza la protesta pide, fundamentalmente, la eliminación de impuestos sobre el precio del diésel.

Ante el paro de camioneros y las protestas generalizadas, el mandatario anunció el uso de las fuerzas para levantar los caminos aún bloqueados, una situación que ya están generado desabastecimiento de alimentos y combustibles en varias ciudades del país.

"Accioné las fuerzas federales de seguridad para desbloquear las rutas y estoy solicitando a los gobernadores que hagan lo mismo. No vamos a permitir que la población quede sin insumos de primera necesidad", afirmó Temer desde el Palacio del Planalto (Casa de Gobierno).

"Vamos a garantizar la libre circulación y el abastecimiento. El gobierno tendrá el coraje de ejercer su autoridad en defensa del pueblo", resaltó el jefe del Estado, quien además calificó como “minoría radical” los camioneros que siguen en paro.

Según el ministerio de Seguridad Pública de Brasil, las fuerzas federales, integradas por el ejército, la marina, la aeronáutica y la policía caminera federal, se encargarán de “distribuir combustible en los puntos críticos y de escoltar a los camiones con cargas sensibles”. Asimismo, “protegerán infraestructuras críticas y “desobstruirán” las vías de acceso a refinerías y bases de distribución, dice la información oficial.

Tras el anuncio del gobierno, los principales sindicatos del país expresaron, en una nota conjunta, su rechazo al uso de las Fuerzas Armadas, al considerar que agrava la situación y aleja la posibilidad de alcanzar una solución al conflicto.