Exterior
08/04/2018

El lider quedó prisionero

“Salí de la vida para entrar en la historia”, dijo Lula ante la multitud

“Salí de la vida para entrar en la historia”, dijo Lula ante la multitud | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Antes de dirigirse a cumplir en la ciudad de Curitiba su injusta condena, el ex presidente de Brasil encabezó un acto y pronunció un discurso memorable en el sindicato cerca de San Pablo donde comenzó a militar desde joven, y donde miles de personas lo acompañaron en sus últimas horas en libertad.

Agustín Mozzoni *

El líder popular brasileño Luis Inacio Lula Da Silva rechazó el ultimátum vergonzoso del juez Sergio Moro, lo minimizó políticamente, y ayer realizó un acto rodeado de militantes ante la atenta mirada de los medios informativos de todos los países, antes de entregarse para quedar prisionero en la sureña ciudad de Curitiba. “Salí de la vida para entrar en la historia”, fue una de las muchas frases memorables de su último discurso en libertad.

Moro, un fanático derechista que fue brazo ejecutor de la persecución política, mediática y judicial, quedó disminuido a su ínfima expresión moral y política, y en cambio la figura de Lula volvió a agigantarse ante el mundo. “Mientras más me atacan, más crece mi relación con el pueblo brasileño”, fue otra de las afirmaciones del ex presidente que entrarán en la historia.

Igualmente históricos fueron diversos tramos del discurso, como cuando dijo “no voy a parar de luchar) porque no soy un ser humano más. Soy una idea. Y las ideas no se encierran”. En otro momento, como metáfora de la persecución para eliminarlo de la vida política, advirtió que “la muerte de un combatiente no para la revolución”.

En el acto realizado en el sindicato metalúrgico de Sao Bernardo do Campo, en las cercanías de San Pablo, donde inició siendo joven su militancia gremial y política, el ex presidente aclaró el sentido de su decisión de entregarse a las autoridades judiciales al afirmar que “voy a atender el mandato (de los jueces) para que no digan mañana que soy un prófugo y que me estoy escondiendo. Voy, para que sepan que no tengo miedo y que voy a probar mi inocencia”.

Quien fuera ocho años jefe de Estado y ahora candidato nuevamente a la presidencia de Brasil compartió escenario con dirigentes políticos de distintas regiones del país, diputados, senadores, intendentes y líderes de otros símbolos políticos, que se manifestaron junto a él en contra de la arbitraria y política detención.

Alrededor de las 19 de ayer, Lula partió hacia el aeropuerto de San Pablo para luego ser trasladado a Curitiba, donde lo esperaba otra buena cantidad de seguidores que le brindaban su apoyo. Luego de intentos fallidos de abandonar el sindicato debido a la resistencia de sus seguidores, el líder popular de Brasil se fue hacia la prisión escoltado por la Policía. Los medios hegemónicos realizaron una trasmisión en directo del recorrido de los vehículos que lo llevaban a la estación aérea.

Violencia policial y militar, y burla de los medios

Al tiempo que se desplegaba el reality orquestado por los medios hegemónicos en torno a la figura del ex presidente, las fuerzas militares a cargo de la seguridad en el Estado de Río de Janeiro reprimieron una protesta de ciudadanos que se manifestaban precisamente en contra de la militarización de la ciudad y del país. Durante el ataque represivo fueron asesinadas tres personas, y hubo además decenas de heridos.

Mientras eso sucedía, la prensa sensacionalista y de ultraderecha se burlaban del sitio donde Lula pasaría sus días en prisión. De forma paralela, la prensa hegemónica argentina parecía seguir con el mismo manual. Así, estaba nuevamente en acción la estrategia propagandística puesta en práctica durante el golpe parlamentario/judicial de 2016 que derrocó a Dilma Rousseff, y que contó con la complicidad de la OEA (Organización de Estados Americanos), del gobierno de Mauricio Macri, y del resto de los gobierno alineados con Estados Unidos.

Algunos periodistas brasileños, comenzaron a esbozar la hipótesis de que en este estado de crisis política, no hay nada que asegure que en octubre se celebren las elecciones presidenciales.

Además, el respetado periodista brasileño Luis Nassif fue elocuente en su advertencia luego de la detención del ex presidente de su país, al afirmar que “estamos hoy en una dictadura, en la que (Lula) no tiene ninguna forma de seguridad”.

Afirmó por último que “es un momento triste. Tiene que llegar gente a la línea del frente para impedir que Brasil se sumerja en algo que parecía extinto por los avances de la humanidad, pero que volvió, y lo hizo aquí, con plena fuerza: el fascismo”.



(*) Lic. Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
29/07/2016

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