La persecución judicial al ex presidente de Brasil y pre candidato a la presidencia, Luiz Inácio Lula da Silva, llega a un punto clave, en donde la máxima autoridad judicial del país deberá expedirse sobre un recurso de habeas corpus presentado por la defensa del líder popular. El STF decidirá si Lula puede agotar todas las instancias judiciales en libertad, o si es detenido conforme lo establece el fallo de primera instancia del juez Sergio Moro.

De esta forma será mañana el día en que se definirá si Lula va preso y queda fuera de la batalla presidencial o si continúa libre y recorriendo el país. Semanas atrás, un tribunal de segunda instancia negó los recursos presentados por la defensa, y ante una nueva apelación, la posibilidad de prisión quedó en las manos de los 11 jueces más importantes de Brasil.

Brasil estará pendiente del fallo del STF, luego de semanas cargadas de violencia política que incluyeron el asesinato a modo de ejecución de la concejal de Río de Janeiro, Marielle Franco, y de los disparos a la caravana de Lula por el sur de Brasil. La decisión del máximo tribunal, se da en un contexto de violencia política, con un presidente (Michel Temer) con menos del 6% de aprobación, y con un Lula con una intención de voto superior al 30%.

El proceso de decisión del STF sobre el habeas corpus empezó el pasado 22 de marzo, y será mañana (4 de abril) el día en que se conozcan los votos de los jueces del Supremo, que ya había decidido por 6 votos a 5, que  provisoriamente Lula continúe libre hasta el día de mañana donde se conocerá la decisión final.

Según consignaron a al a agencia EFE especialistas del sector jurídico, se anticipa una votación muy ajustada entre los 11 jueces y consideran fundamental el voto de la magistrada Rosa Webber, quien no dejó clara su postura.

La presión sobre el Supremo se intensificó en las últimas semanas, y movimientos a favor y en contra de Lula han convocado protestas durante el juicio del habeas corpus en diferentes ciudades de Brasil.

En tanto el líder del PT continúa su recorrida por todo Brasil realizando actos masivos de cara a las elecciones del próximo 7 de octubre que lo marcan como el favorito para acceder a la presidencia. En los últimos mensajes, el ex presidente intensificó su discurso y apuntó directamente contra la persecución política, mediática y judicial de la que es víctima.