En su informe anual de gestión y al cabo de 12 años de gobierno, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, denunció que "la derecha, los proimperialistas, los procapitalistas intentarán siempre destrozarnos y enfrentarnos, pero también (eso) tiene sus límites".

Morales advirtió que "no habría Bolivia sin nuestros movimientos sociales". Es por el fuerte sostén que su gobierno tiene en los movimientos sindicales y sociales, que ante el avance del calendario hacia las elecciones, se recrudece la campaña de demonización, desprestigio y persecución.

Morales asumió el poder en el año 2006, luego de derrotar con el 53% de los votos a la derecha boliviana, encabezada por Jorge Quiroga del Podemos. Posteriormente venció en las elecciones de 2009 y 2014, superando en ambas el 60% de los votos. Morales obtuvo durante sus tres mandatos, un fuerte respaldo de organizaciones sindicales campesinas cocaleras, trabajadores mineros del sector estatal y privado, gremiales, juntas vecinales y sectores populares urbanos. 

Son esos sectores, precisamente, los que se encuentran en la mira de “la derecha y de los proimperialistas” como dice el presidente de Bolivia. En el referéndum celebrado en febrero de 2016, el presidente de Bolivia sufrió una campaña de desprestigio y mentiras, conducida por funcionarios de la Embajada de Estados Unidos, redes sociales, y corporaciones mediáticas opositoras, que lo llevaron a perder la consulta por un 1% de los votos.

Eduardo Paz Rada, Sociólogo boliviano, sostiene que la metodología utilizada, ha sido aplicada en varios países de la región bajo el mismo formato: “rumores, escándalo y denuncias sin fundamento lanzadas a pocos días de las elecciones”.

“El objetivo era conquistar, mediante la mentira y la manipulación, las mentes del mundo”, escribió Hannah Arendt en “Los Papeles del Pentágono”, sobre la invasión de los Estados Unidos a Vietnam y la campaña comunicacional ligada a la mentira sobre una violenta, asimétrica y cruel guerra imperialista.

En su informe anual de gestión, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia sostuvo que “es importante refrescar la memoria ante las nuevas generaciones, esto sólo se puede hacer si garantizamos estabilidad social con la participación de todo el pueblo boliviano. La presencia de asambleístas con vestimenta de todos los colores, con distintas fisonomías, con tantos colores de guardatojo, de mantas, de polleras, de vestidos del campo y de la ciudad, está la expresión del Estado Plurinacional de Bolivia”

Morales, dirigiéndose a una plaza colmada de gente, sostuvo que “en 12 años hemos transformado estructuralmente el país, ahora somos un país con mayor justicia social, más urbano, mayoritariamente de ingresos medios, con mayores niveles de educación y miramos con optimismo hacia el futuro”.

El presidente afirmó que luego de 12 años se logró consolidar “una patria” y agregó,  “una Patria que debemos amar, amar sobre todas las cosas, una Patria que ahora no está vendida, ni saqueada ni humillada porque ahora es una Patria libre y fuerte”.

Ya en tono de campaña en vistas a las elecciones del año próximo, Morales sostuvo que “hace 12 años nos decían: el indio nos va a dividir, el pueblo no puede gobernar, la izquierda no puede manejar bien la economía nos decían; si Evo es presidente va a haber un bloqueo económico, nos decían. Si nacionalizamos los hidrocarburos nos vamos a quedar aislados, no van a llegar inversiones, yo me decía, paciencia, paciencia; yo me decía, trabajo, más trabajo, más compromiso, sacrificio por nuestra querida Bolivia”.

 “Nos decían que nacionalizar, no se puede; industrializar, no se puede; incorporar a las hermanas y hermanos indígenas a la democracia, al Gobierno y al poder, no se puede. Una Bolivia soberana, no se puede; una Patria digna, no se puede, continuó Morales.

“Y no sólo no nos hemos caído, como vaticinaban algunos pesimistas; sino que Bolivia en corto tiempo ha cambiado”. Morales repasó que la primera victoria conseguida durante su gestión fue la soberanía política, “desde el mismo momento en que el pueblo entro al palacio a gobernar”. Luego advirtió como un gran éxito la consolidación de la independencia económica.

En relación a eso, Morales sostuvo que “retomamos el control de la fuerza material, de los recursos, de los ingresos que podían servir para cambiar la vida de los bolivianos, la vida de millones de familias, familias que vivían en la postergación y la pobreza, sembramos el gas nacionalizado para cambiar Bolivia y cambiar la vida de millones de compatriotas”.

Y finalmente, Evo sostuvo que “la justicia social fue nuestra gran tercera victoria, justicia social que era reparar toda la deuda histórica que el Estado tenía con su propio pueblo, justicia social era devolver al pueblo en obras y acciones todo lo que el pueblo se merecía, que se había esforzado con su trabajo y empeño para construir un país por casi 200 años”.

Y luego imprimió el próximo desafío, que es el de “liberar una nueva batalla, la cuarta gran batalla nacional, que es la batalla por la liberación tecnológica, es la batalla por la liberación y la independencia tecnológica”.

El presidente de Bolivia finalizó diciendo: “Hermanos y hermanas en 12 años nunca tomamos una medida contra el pueblo, sí hubo errores, los reconocemos y los corregimos. Somos humanos, nos podemos equivocar, lo que nunca vamos a hacer es quitarle al pueblo lo que ganó con su lucha, conciencia y sacrificio”.