-?
 
 
 
Exterior
29/07/2017

Darío Pignotti

“A Lula lo quieren matar políticamente y destruirlo como persona”

“A Lula lo quieren matar políticamente y destruirlo como persona” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.
Pignotti dijo que “se utiliza la técnica de la ‘lawfare”, o sea ‘guerra judicial’, para acabar” con el líder brasileño

El corresponsal en Brasil de “Página 12” alertó sobre la gravedad del ataque de jueces y fiscales, y de la cadena O Globo, contra el ex presidente de ese país. Afirmó que lo condenaron “sin fundamentos” y le embargaron “hasta su seguro de salud”, pero en sus cuentas bancarias solo tenía 200 mil dólares.

“A Lula lo quieren matar políticamente, incluso a costa de destruirlo como persona”, afirma el periodista argentino radicado en Brasil Darío Pignotti, al recordar que un juez lo condenó a nueve años y medio de prisión -sentencia que por ahora no se cumple porque está apelada- y además “le embargó sus bienes y sus cuentas bancarias y le bloqueó su seguro de salud”, mientras que a su esposa, fallecida en enero pasado, “la mataron mediante tortura emocional y psíquica” acusándola de “corrupta” con medidas judiciales sumadas al accionar propagandístico de la cadena Globo.

Agrega que aun así, “todo lo que encontraron en sus cuentas son 200 mil dólares”. Esa era “la fortuna de quien ellos llaman ‘el comandante de la mafia’”, y la cifra “se podría comparar con los gerentes de Petrobras que tienen villas en Montecarlo o en Miami, y hasta se permiten devolverle al Estado 20 o 50 millones de dólares para no tener que declarar contra los jerarcas de Odebrecht”.

Pignotti, quien es corresponsal en Brasil del diario “Página 12” y colaborador periodístico en medios informativos de distintos países, dijo en declaraciones a Va Con Firma que la condena al líder del Partido de los Trabajadores (PT) que fuera presidente de la República, “es una cosa de morbosos, además de una sentencia sin fundamentos”.

Tras destacar que el juez Sergio Moro “lo dejó sin nada” con el bloqueo de sus bienes, porque “le embargó sus departamentos y toda la plata que tenía en los bancos”, señaló a modo descriptivo que el ex jefe del Estado “no puede sacar ni siquiera un real (nombre de la moneda brasileña) para comprarse una cerveza”.

Agregó que paradójicamente, “tal vez sin querer y sin haberlo evaluado”, al sistema judicial “le será difícil inculparlo a Lula como ‘jefe de una mafia’”, que fue la calificación que usó el fiscal Deltan Dallangol y en cuya acusación se basó el juez Moro, ya que “toda la plata que tenía guardada en cuatro cuentas bancarias llegaba solo a 200 mil dólares”.

“A las personás más proclives a ser engañadas por los discursos del poder -continuó el periodista-, habría que preguntarles con sencillez ‘¿vos creés que si Lula fuera jefe de una mafia, va a tener un departamento de dos pisos y arriba una churrasquera, aunque ya por eso le dicen ‘de tres pisos’, en una playa que es similar a la Bristol de Mar del Plata, o sea una zona balnearia de clase media?’”.

Advirtió en ese marco que al ex presidente brasileño “lo atacan al punto de su sobrevivencia, por eso hablar de que lo quieren matar no es solo una descripción política. Además de embargarle sus bienes, también le bloquearon su seguro de salud, o sea su cobertura de medicina prepaga. Tenía un servicio muy caro, él viene de sufrir un cáncer, sus tratamientos fueron carísimos y hasta quizás haya recibido apoyos económicos para poder pagar ese seguro”.

El profesional de prensa, quien es doctor en Periodismo por la Universidad de San Pablo, explicó que “se utiliza contra Lula la técnica de la ‘lawfare”, o sea ‘guerra judicial’, que es para acabar con él”. Agregó que “a su esposa, Marisa Rocco, la mataron mediante mecanismos de tortura emocional y psíquica. Tomaron a una mujer común, sin entrenamiento emocional e ideológico para soportar guerras políticas, y la destruyeron”.

“Imagínese a una mujer común del pueblo que visita parientes o va a reuniones sociales, supongamos, y que las demás mujeres se levantan de la mesa diciendo ‘yo con corruptas no me siento’. Eso fue lo que le hicieron a ella, como resultado de la acción psicológica sobre las masas de la Red Globo y las demás cadenas mediáticas”, describió.

Jueces y militares

Consultado sobre el peligro que entraña para la democracia el papel que están tomando jueces y fiscales que persiguen a líderes populares en contra de las normas legales, Darío Pignotti consideró que “falta reflexión política sobre el tema. Hasta ahora solo han reflexionado juristas, en especial aquellos ideológicamente bien intencionados como Eugenio Zaffaroni y algunos equivalentes brasileños, quienes por deber de oficio son los primeros que tomaron cartas en el asunto”.

Destacó luego que “en Brasil hay otro elemento estructural que acompaña los abusos de la corporación judicial, y es el uso de los instrumentos de coerción y violencia del Estado. Acá sacaron al Ejército a la calle, y no lo sacaron más porque no lo consideraron necesario”.

“Mirando hacia la historia reciente”, dijo el periodista refiriéndose al régimen militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985, “eso que suele decirse de que la dictadura brasileña fue ‘blanda’ es un bolazo modelo Walt Disney, para decirlo de algún modo. Fue tan dura como resultó necesario. Ocurrió que no hubo una resistencia mayor que justificara más violencia dictatorial”.

Recordó que “las bellezas y maravillas del Carnaval o del fútbol brasileño, especialmente en la inolvidable época de Pelé y del Mundial del ‘70, actuaron como potentes distractivos. Dicho en sentido figurado, si esa gente en lugar de ir a las calles de fiesta hubiera ido a resistir contra la dictadura a la avenida Paulista (N. de la R.: una de las principales de San Pablo), acá hubiera habido 60 mil desaparecidos, por poner un número arbitrario que es el doble del genocidio en Argentina”.

Según el profesional de la información, “laferocidad de las fuerzas represivas brasileñas, especialmente las policiales, es superior a las de Argentina. La Policía sigue siendo un brazo auxiliar de las fuerzas armadas desde la dictadura y suele comportarse como policía política, entrenada para reprimir disidentes, En los años ‘70 lo hacían contra la resistencia democrática, ahora contra los opositores al gobierno de excepción al frente del cual está Michel Temer”.

“En su carácter de presidente de facto, Temer movilizó al Ejército el 24 de mayo en Brasilia, cuando más de 100 mil personas exigieron su renuncia”, advirtió Pignotti.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]