Brasil atraviesa una de las peores crisis de representatividad política de su historia. A poco más de un año del impeachment que destituyó a Dilma Rousseff, el diario O ‘Globo difundió imágenes y un audio en el que el actual presidente, Michel Temer, avala los sobornos para comprar el silencio del ex presidente de la Cámara de Diputados y principal impulsor del juicio a Rousseff, Eduardo Cunha, actualmente cumpliendo una pena de 15 años por corrupción.

Los audios también implicarían al ex candidato presidencial del partido Socialista de Brasil (PSDB) Aécio Neves, crucial aliado de Temer. El Tribunal Supremo de Brasil autorizó en las últimas horas abrir las investigaciones en contra de Michel Temer, levantando el secreto de sumario.

A pesar de los videos, en cadena nacional Temer afirmó que “no compró el silencio de nadie” y que “no temo a las delaciones”. Además, calificó las grabaciones como “clandestinas” y exigió que el Supremo Tribunal compruebe los hechos. “Si fueron rápidas las grabaciones, no pueden ser lentas las investigaciones y las aclaraciones”, enfatizó.

Tereza Cruvinel una de las más reconocidas periodistas de Brasil, sentenció que “nunca hubo un presidente tan vulgar en la historia del país”. Según Cruvinel,  “la vulgaridad en la política se manifiesta cuando una persona ejerce el poder sin cultura y sin preparación intelectual para el puesto”.

“Cuando un gobernante ejerce el poder sin condiciones morales y sin enfrentarse a dilemas ni límites éticos, en algún momento,  eso conduce a caer en el abismo, como ahora sucede con Temer”, comentó la ex presidenta de la Empresa Brasileña de Comunicación.

El filósofo y sociólogo brasileño, Emir Sader, también apuntó contra Temer calificándolo de mediocre e inútil.

Sader sostuvo que “Temer llegó como títere para aplicar las políticas neoliberales de la derecha, y ahora cae sin pena ni gloria. El país es entregado a una situación caótica desde el punto de vista político e institucional y a la ruptura desde el punto de vista económico y social”.

Para quien fuera titular de la Asociación Latinoamericana de Sociólogos, “se abre el post-Temer y la izquierda interviene con firmeza con el pedido de elecciones directas y el retorno a la democracia después del golpe triste, por el cual accedió al poder interino el mediocre y menor Temer”.

Tanto los medios de comunicación, como amplios sectores de la sociedad comenzaron a solicitar la renuncia de Temer. La bolsa de Brasil luego del escándalo se desplomó cerca de un 10%. Y el dólar alcanzó valores históricos en el país vecino.

Las amplias relaciones económicas y políticas de Brasil con Argentina, hicieron que la crisis repercutiera también en la economía nacional. La bolsa porteña cayó un 3,7% y el dólar subió 39 centavos.

Para los analistas políticos de Brasil, entre ellos Juliano Griebeler, la caída de Temer es el escenario más probable e inminente. “Tiene menos de un 8% de aprobación social, los medios en contra y los partidos políticos que lo acompañaban ya piden su renuncia e incluso comienzan a preparar la solicitud de impeachment”.

A corto plazo, en caso de dimisión, el camino institucional implicaría probablemente una elección indirecta de un nuevo presidente por parte del Congreso, 30 días después de que Temer dejase su cargo.

Sin embargo, sectores de la izquierda y las masivas movilizaciones solicitan que se incorpore una enmienda que posibilite un llamado a elecciones directas por parte de la sociedad, para que quien complete el periodo de gobierno hasta 2018 sea elegido por el voto popular.

Por el momento, Michel Temer sigue insistiendo con que no va a renunciar.