Muy pocos días después de asumir Donald Trump, las relaciones entre Estados Unidos y México están llegando a un punto de conflicto abierto. El mandatario del país latinoamericano, Enrique Peña Nieto, canceló la visita a Washington que iba a realizar la semana próxima, y el gobierno estadounidense anunció que financiará la construcción del muro con un impuesto del 20 % a las importaciones que se hagan desde territorio mexicano.

La información sobre el plan trumpista de colocar un gravamen, o tasa aduanera, que perjudicaría las ventas desde México hacia su poderoso vecino, fue comunicada oficialmente por el portavoz oficial de la Casa Blanca, Sean Spicer, quien agregó que por esa vía se recaudarían unos 10.000 millones de dólares por año.

Por el momento, el impuesto no se podría aplicar de forma inmediata, puesto que está aún vigente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan, o Nafta por sus siglas en inglés), firmado por EE.UU., Canadá y México hace más de dos décadas, y rige desde 1994.

El portavoz Spicer dijo que el presidente habló del tema con líderes del Congreso, con quienes analizó una reforma fiscal integral, pero en cambio el jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, dijo más tarde que el gobierno tiene "un buffet de opciones" para pagar el muro.

Algunos cálculos citados por medios de prensa internacionales estiman que la construcción del muro podría costar más de 20.000 millones de dólares, y que a esa cantidad habría que sumarle unos 13.000 millones de dólares anuales para su mantenimiento.

El financiamiento del muro es uno de los mayores obstáculos que enfrenta Trump para llevar a cabo el proyecto, y por eso acudiría a la tasa aduanera sobre los productos procedentes de México, país atado de pies y manos cuya economía depende del mencionado tratado de comercio con Estados Unidos y Canadá.

Ayer, el presidente Peña Nieto publicó en su cuenta oficial de Twitter que su gobierno informó a la Casa Blanca “que no asistiré a la reunión de trabajo programada para el próximo martes” con su homólogo Trump.

La noche anterior, en un mensaje al país, el mandatario mexicano lamentó y reprobó ''la decisión de Estados Unidos de continuar la construcción de un muro que desde hace años, lejos de unirnos, nos divide. México no cree en los muros'', aseguró, para luego reafirmar que su país ''no pagará ningún muro'', y que México ''ofrece y exige respeto'', dijo Peña Nieto en su discurso oficial.