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Sorprendente ganador de las elecciones y boicoteado desde múltiples sectores de poder para que no fuera reconocido su triunfo, finalmente el sindicalista docente y de origen campesino Pedro Castillo fue proclamado presidente electo de Perú y asumirá muy prontamente: será dentro de una semana, el miércoles 28 de este mes, justo el día en que se celebra el Bicentenario de la independencia peruana.
Su primera obligación política, por necesidad, será revertir su debilidad de origen. Ganó por una diferencia de apenas el 05% de los votos, su partido cuenta con solo 37 bancas de las 130 que componen el Congreso, tiene en contra a las corporaciones económicas debido a su tendencia de izquierda y a sus intenciones de acabar con 30 años de neoliberalismo, y en las calles no se manifiestan unicamente sus partidarios sino también violentas turbas de opositores que siguen a la derrotada Keiko Fujimori.
En medio de condiciones adversas, Castillo empezó a construir una base de sustentación lo más amplia posible desde el primer discurso como presidente electo, el lunes de esta semana. “En este momento llamo a la más amplia unidad del pueblo peruano, llamo a la unidad para forjar y abrir la puerta del próximo Bicentenario que nos queda (por delante), sellando este Bicentenario con todas sus diferencias, con todos sus problemas y con todo lo que hemos vivido”, afirmó poco después de ser proclamado por el Jurado Nacional Electoral.
Agregó que “en este pecho no hay rencor, no hay indiferencia, así como en todos los compañeros y hermanos que siempre sabemos que primero está la Patria, que primero están ustedes -dijo refiriéndose a sus seguidores presentes en un acto al aire libre-, que primero está la raza peruana. Primero estamos los peruanos, primero nosotros”, exclamó el ganador de la elección presidencial.
También dijo “invoco a nuestros contendores políticos, y agradezco a quienes han venido haciéndolo, de acercarnos”, manifestó, para luego dirigir precisas palabras a la derrotada candidata de la derecha populista y autoritaria, quien presentó innumerables impugnaciones judiciales contra el postulante vencedor y aún sigue sosteniendo que hubo fraude.
A ella Castillo le dijo públicamente: “Invoco a la lideresa de Fuerza Popular, a la señora Fujimori, que no pongamos más barreras en esta travesía y no pongamos más obstáculos para salir adelante”. Luego hizo un llamado explícito para quienes quieran colaborar con su gestión y reiteró su compromiso de luchar contra la corrupción.
“Hago una convocatoria abierta, está abierto este espacio, traigan su experiencia. Pero con lealtad, con dignidad, con transparencia. No vamos a permitir que roben un centavo al pueblo peruano y ratificamos nuestro compromiso para hacer una lucha contra la corrupción, contra los grandes males”, afirmó Pedro Castillo apenas fue proclamado presidente electo.
En tanto, Fujimori reconoció la decisión del Jurado Nacional Electoral pero anunció que continuará con las manifestaciones en contra del ganador. “Voy a reconocer los resultados porque es lo que manda la Constitución que he jurado defender”, dijo la postulante derrotada, pero insistió en que Castillo había ganado de forma “ilegítima” y por eso exhortó a movilizarse “en defensa de la democracia”.
Aseguró que “Perú Libre (el partido del presidente electo) nos ha robado miles de votos el día de la elección”. Agregó que “hago un llamado a todo el país para entrar en una nueva fase con todos los derechos que nos dan la ley y la Constitución. Hago un llamado a los peruanos para no rendirnos y a seguir adelante poniendo en marcha una gran defensa democrática”, dijo Fujimori tras la proclamación de Castillo.
Señales a los poderes económicos
En función del desafío de revertir su debilidad de origen, Castillo optó por enviar señales amigables hacia los poderes empresariales. Por un lado nombró como su principal asesor económico a Pedro Francke, un hombre que goza de confianza en los ambientes de grandes negocios, y en la misma sintonía le pidió continuar en el cargo a Julio Velarde, quien desde hace 15 años es presidente del Banco Central de la República del Perú (BCRP).
El mandatario electo dijo en su cuenta de Twitter que “nuestro compromiso es mantener el equilibrio fiscal y mejorar la calidad del gasto público, promover las inversiones y respetar la independencia y autonomía del BCRP. Por ello nuestra voluntad de ratificar al Dr. Julio Velarde como presidente de esta importante institución”.
Antes, durante la campaña, Castillo había definido al modelo económico con el cual aspira a reemplazar al neoliberalismo como una “economía popular con mercados”. Su asesor económico Francke explicó que “es un modelo de libre actuación de la empresa privada, como lo hemos tenido hasta ahora, pero con un mayor componente redistributivo por parte del Estado. Hay que redistribuir la riqueza, en particular la riqueza minera”, apuntó.
El economista, a quien se menciona como seguro ministro del gabinete que asumirá dentro de una semana, indicó que los fondos provenientes de las políticas de redistribución serían destinados a un aumento del gasto social en salud y educación, y a un mayor apoyo a los microempresarios de la ciudad y el campo.
“Existe temor sobre lo que podríamos llamar esa otra izquierda, una izquierda que tiene una propuesta más estatista al estilo Cuba o Venezuela, con una multiplicidad de controles de precios, economía fuertemente planificada, enorme presencia estatal. Eso no es lo que queremos”, afirmó el principal asesor económico de Castillo.
Lo declarado por Pedro Francke guarda total sintonía con expresiones del propio presidente electo, quien en un acto a fines de junio, para desprenderse de la condición de “comunista” que le endilgaron los grandes medios de comunicación y la derecha económica y política.
En esa ocasión, el futuro mandatario peruano dijo: “No somos chavistas, no somos comunistas, no le vamos a quitar sus propiedades nadie. Es totalmente falso lo que se ha dicho, eso está sellado. Somos democráticos, y respetamos la gobernabilidad y la institucionalidad peruana”.
Gobierno de EE.UU. y presidentes de Latinoamérica
Sea por los mensajes conciliadores lanzados últimamente o por razones atinentes al posicionamiento que Joe Biden quiere establecer en América Latina, ayer el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, devolvió un gesto retórico amigable de fuerte significación al “felicitar” al pueblo peruano por llevar a cabo elecciones “libres y justas”.
Más aún: “Valoramos la fuerte alianza entre Estados Unidos y Perú, y queremos trabajar con Castillo para continuar nuestra cooperación para mejorar la salud pública, los medios de subsistencia, la seguridad y la protección medioambiental”, dijo el responsable de la política exterior de Estados Unidos.
Previamente, gobernantes de distintos países del mundo habían saludado la proclamación del presidente electo. El jefe de Estado argentino, Alberto Fernández, escribió en Twitter: “Quiero reiterar mis felicitaciones a Pedro Castillo, quien fue elegido democráticamente y proclamado presidente de nuestros hermanos del Perú. Juntos trabajaremos por una Latinoamérica unida”.
Pero además, el mandatario de nuestro país adjuntó un tuit del pasado 10 de junio, días después del balotaje en el que los resultados provisorios indicaron la victoria de Castillo pero desde la derecha había una cerrada negativa a reconocer el pronunciamiento ciudadano. “Hoy me comuniqué con Pedro Castillo, presidente electo de Perú. Le expresé mi deseo de que unamos esfuerzos en favor de América Latina. Somos naciones profundamente hermanadas. Celebro que el querido pueblo peruano enfrente el futuro en democracia y con solidez institucional”, escribió Alberto Fernández hace casi un mes y medio y volvió a publicar ayer en su cuenta de Twitter.
A su vez, Cristina Kirchner se expresó este lunes sobre el tema y por la misma red social. “Todas nuestras felicitaciones a Pedro Castillo, quien finalmente fue proclamado hoy presidente electo de Perú. Le deseamos mucho éxito en su gestión y enviamos un fuerte abrazo al querido pueblo peruano”, dijo la vicepresidenta de la Nación.
Asimismo, tras conocerse la proclamación oficial, el futuro mandatario de Perú recibió saludos de, entre otros, los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; de Venezuela, Nicolás Maduro; y de Cuba, Miguel Díaz-Canel. También del vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, y del Grupo de Pueblo.
Incluso mandatarios latinoamericanos de derecha o centroderecha también saludaron la proclamación de Castillo. Así lo hicieron los presidentes de Colombia, Iván Duque; de Ecuador, Guillermo Lasso; de Chile, Sebastián Piñera; y de Paraguay, Mario Abdo Benítez.
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