La política de Chile, que tuvo un extraordinario dinamismo en el último año y medio -desde el estallido social de octubre de 2019-, se concentra actualmente en la perspectiva de conocer quiénes podrían ser los principales candidatos a presidente. Ello es así porque el domingo 18 de julio se realizarán las elecciones primarias entre los precandidatos que aspiran a disputar el máximo cargo de la República cuatro meses después, en la votación del 21 de noviembre.

Algunas fuerzas disputarán la primaria bajo supervisión y apoyo financiero para las campañas de organismos del Estado -a través del Servicio Electoral (Servel)- mientras que otras podrán realizar lo que se denomina “primarias convencionales”, es decir comicios internos de los partidos sin intervención ni financiamiento estatal, o incluso dirimir sus candidaturas por acuerdos en las dirigencias.

Solo dos coaliciones inscribieron a sus precandidatos para la primaria oficial. Por un lado está la alianza de derecha actualmente en el gobierno, Chile Vamos, y por otro un nuevo espacio de izquierda que en la elección de convencionales constituyentes tomó el nombre de Apruebo Dignidad, integrado por el Frente Amplio, el Partido Comunista y el Frente Regionalista Verde Social (FRVS).

En Chile Vamos los postulantes son cuatro pero por su trayectoria y por su valoración en las encuestas sobresale Joaquín Lavín, de 67 años, quien se inició en la actividad política siendo muy joven durante el régimen genocida de Augusto Pinochet, y tuvo cargos de conducción universitaria (decano de facultad, nombrado por la dictadura). Pertenece a la Unión Democrática Independiente (UDI), ocupó cargos ministeriales en los gobiernos de Sebastián Piñera y hoy es alcalde de Las Condes (comuna que forma parte de Santiago, la capital del país).

En la coalición de izquierda emerge como nueva figura de proyección nacional el referente comunista Daniel Jadue, sociólogo y arquitecto de 53 años, actual alcalde de la populosa comuna de Recoleta (también parte de Santiago) y representante del Partido Comunista. Competirá en la primaria con Gabriel Boric, un dirigente de 35 años que surgió públicamente durante las luchas estudiantiles de 2011 por la gratuidad de la educación y que hoy milita en el partido Convergencia Social, integrante del Frente Amplio.

Democracia cristiana y socialismo

A diferencia de Argentina, las elecciones primarias en Chile no son obligatorias. Ello determina que las fuerzas políticas o los dirigentes que pretenden postularse en la votación general de noviembre, adoptan distintas estrategias electorales y pueden prescindir de esa instancia.

Entre quienes no participará de las primarias está Paula Narváez, quien aspira a ser candidata por el Partido Socialista pero como integrante de la coalición que históricamente -desde el fin del pinochetismo- se llamó Concertación Democrática. Esa alianza perdió peso relativo en la elección de convencionales para la reforma de la Constitución. Aun así, en el órgano reformador tiene un bloque importante llamado Unidad Constituyente, y además ganó en segunda vuelta la mayoría de las gobernaciones de regiones.

Simultáneamente, dentro lo que fuera “la Concertación” hay otro partido histórico, la Democracia Cristiana, cuyas intenciones son que una figura de sus filas represente al tradicional espacio “concertacionista”. Para ello proponen a Yasna Provoste, quien también fue ministra de Bachelet y asimismo del ex presidente Ricardo Lagos.

La puja entre Narváez y Provoste, y eventualmente algún otro postulante, deberá resolverse después de las elecciones primarias, ya que ninguno de los partidos de la histórica coalición participará de la instancia que tendrá lugar el 18 de julio.

Unidad Constituyente, que en los hechos es una continuidad de la ex Concertación Democrática, está conformada por la Democracia Cristina (DC), Partido Socialista (PS), Partido por la Democracia (PPD, fundado en su momento por el ahora ex presidente Lagos), Partido Radical (PR), Progresista (Pro) y Ciudadanos (Ciu).

Cabe agregar que, para la primaria, la coalición oficialista Chile Vamos ha inscripto a otros tres precandidatos, además del ya mencionado Lavín por la UDI. Se trata de Mario Desbordes, por RN (Renovación Nacional, partido al que pertenece el actual presidente Piñera); Ignacio Briones por Evópoli (Evolución Política, una fuerza formada en 2012); y Sebastián Sichel (independiente, integrado a la alianza de derecha). El pasado lunes 21 se realizó un debate televisivo entre los cuatro aspirantes presidenciales.

Precandidatos de la izquierda

Daniel Jadue y Gabriel Boric, los precandidatos de Apruebo Dignidad -ese fue el nombre de la coalición cuando se votaron convencionales constituyentes pero podría adoptar otra denominación en las presidenciales de noviembre- representan a una corriente político-social en ascenso en Chile.

Genéricamente denominada “izquierda”, expresa a una diversidad de tendencias progresistas que nunca aceptaron el modelo económico-social heredado de la dictadura de Pinochet y que, en sus pilares fundamentales, fue mantenido no solo por los dos gobiernos de Piñera sino también durante las etapas en que gobernó “la Concertación” con distintos presidentes al frente del Poder Ejecutivo.

La fortaleza de esos sectores creció a partir del estallido social que comenzó en octubre de 2019 y logró grandes avances electorales este año, tanto en el plebiscito para decidir si debía o no reformarse la Constitución como en los posteriores comicios para elegir, simultáneamente, convencionales constituyentes, gobernadores regionales, y alcaldes y concejales.

Precandidatos Daniel Jadue y Gabriel Boric.

Jadue, bien posicionado en las encuestas, debatió por televisión con Boric el pasado martes 22. Los dos coincidieron en la necesidad de terminar con uno de los pilares del modelo neoliberal heredado del pinochetismo: el sistema privado de pensiones (nombre que en los hábitos lingüísticos chilenos equivale a “jubilaciones”, aunque también incluye a lo que en nuestro país se denomina “pensiones”).

En cambio, ambos discreparon al ser consultados sobre el proceso político de Venezuela. Jadue respondió que las relaciones internacionales deben basarse en el multilateralismo, el respeto irrestricto a los derechos humanos y la política de no intervención en asuntos internos de otros países. Enfatizó que “son los venezolanos” quienes deben definir el futuro de su país, sin intervención de la OEA (Organización de Estados Americanos) ni de Estados Unidos.

Boric, al fijar su posición, vinculó la situación venezolana con la de Nicaragua. “Hoy, respecto de Maduro y Ortega, no podemos tener ninguna duda sobre solidarizarnos con el pueblo que está sufriendo. Cuando tienes un exilio de cinco millones de personas producto de la crisis económica y política, uno no puede estar buscando excusas para defender a la persona que ha provocado esa crisis”, dijo el joven aspirante presidencial durante el debate entre los dos precandidatos de la izquierda chilena.