Exterior
03/06/2021

Perú define la polarizada elección entre izquierda y derecha

Perú define la polarizada elección entre izquierda y derecha | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Este domingo se disputará el balotaje entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori. En la campaña, el sindicalista docente fue hostigado con consignas tales como “no al comunismo”. La hija del ex dictador generó rechazos expresados en un “no al fujimorismo”. Las encuestan registran un “empate técnico”.

Este domingo se realizará el balotaje definitorio de la crucial elección presidencial en Perú entre el candidato de izquierda y sindicalista docente Pedro Castillo por un lado, y por otro Keiko Fujimori, representante de la tradicional derecha autoritaria y populista heredera del gobierno de su padre, el ex dictador Alberto Fujimori.

Castillo, del partido Perú Libre, luego de dar la sorpresa en la primera vuelta donde inesperadamente apareció como el postulante más votado -con el 19,09% de los sufragios en un comicio del cual participaron 18 aspirantes presidenciales-, logró concitar para esta ocasión muestras de apoyo popular importantes pero también un enorme hostigamiento de los principales medios de comunicación.

Keiko, quien encabeza el partido Fuerza Popular -y obtuvo el 13,36% en la ronda electoral inicial-, arrastra simultáneamente el mal recuerdo de gran parte de la sociedad peruana a lo que fue el gobierno de su padre, pero también el apoyo de factores de poder y sectores de la población ante lo que consideran como la “amenaza del comunismo” que encarnaría el otro candidato.

Las últimas encuestas autorizadas para publicarse otorgaban una leve ventaja para Castillo pero con Fujimori en alza

En ese marco, teniendo en cuenta que una parte de los consultados se niegan a anticipar su voto o bien lo definen a último momento, y sumado a ello el margen de error estadístico, los resultados los sondeos están dentro del denominado “empate técnico”. 

Entre “no al comunismo” y “no el fujimorismo”

Durante la campaña se han realizado manifestaciones a favor de Keiko Fujimori donde los participantes expresaban, en arengas y pancartas, “no al comunismo” y “no al terrorismo”, atribuyendo esos rasgos al candidato de izquierda. Al mismo tiempo, se pronunciaban “por la paz y la democracia”.

La propia candidata declaró que “esta es una de las elecciones más trascendentes porque existe el riesgo de que el mismo día que cumplimos el bicentenario de la independencia (en referencia al 28 de julio, fecha de asunción del nuevo mandatario o mandataria) el comunismo llegue al poder para intentar perpetuarse en él”, afirmó Fujimori. Uno de los que se pronunció en similar sentido y le brindó su apoyo es el dirigente derechista y reconocido escritor Mario Vargas Llosa, quien en su momento fue un férreo opositor al gobierno de Alberto Fujimori.

En sentido contrario, también hubo movilizaciones populares -y se convocó a otra esta misma semana- “contra el fujimorismo” y bajo la consigna “Keiko No Va”. Los convocantes afirmaron que “el autoritarismo, la corrupción generalizada y la violación de los derechos humanos no quedarán impunes”, en referencia a la dictadura que instaló Fujimori-padre a partir de 1992, cuando disolvió el Congreso, dominó al Poder Judicial, reprimió las protestas populares, persiguió a la prensa opositora y combatió a las guerrillas mediante el terrorismo de Estado.

Una de las formas de crueldad aplicadas durante el régimen dictatorial fue la esterilización forzada de más de 270.000 mujeres y 22.000 hombres, la mayoría provenientes de comunidades indígenas quechua y de familias con pocos recursos económicos, según información del ministerio de Salud de Perú.

En su momento el gobierno de Fujimori afirmó que los procedimientos quirúrgicos fueron realizados con el consentimiento de las y los pacientes, como parte del Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar. Pero más de 2.000 mujeres han declarado lo contrario: que fueron forzadas, chantajeadas, engañadas o acosadas para que finalmente se les practicara la operación.

El ex dictador, que en 2000 se fugó a Japón pero en 2007 fue extraditado a Perú, juzgado y condenado, cumple prisión por delitos de corrupción y por crímenes de lesa humanidad. Mientras que su hija y actual candidata estuvo detenida este año y recuperó la libertad pero continúa bajo proceso, por los delitos de “lavado de dinero”, “crimen organizado” y “obstrucción a la justicia”.

Debate entre los candidatos

Los candidatos protagonizaron el pasado domingo el último debate pre-electoral. Pedro Castillo dijo en la ocasión “vengo con las manos limpias, soy un hombre de trabajo, un hombre de fe, un hombre de esperanza. Mentira es lo que dicen que te vamos a quitar tu casa, tu propiedad". Keiko Fujimori aseguró que “vengo a proponer un cambio, un cambio con esperanza, un cambio hacia adelante”.

El postulante de izquierda reiteró su intención de impulsar una reforma de la Constitución destinada a “recuperar la patria” y prometió “respetar el medio ambiente y la propiedad privada”.

En tanto, la representante de la derecha sostuvo que el domingo los peruanos no van a optar por una persona sino por “un sistema”, y admitió que en ocasiones ella y su partido no estuvieron “a la altura de las circunstancias”, por lo que pidió perdón y una nueva oportunidad. Dijo ser “muy consciente de que existen muchas reservas sobre el apoyo de mi candidatura, por una serie de hechos y antecedentes que generan dudas en una parte importante de la población”.

Castillo fustigó a su adversaria afirmando que en Perú la corrupción "es sinónimo de fujimorismo", y dijo que ella debería pedir perdón a las miles de mujeres pobres que fueron sometidas a esterilizaciones forzadas durante el gobierno de su padre.“Me gustaría que mi contrincante pida perdón, por primera vez en la historia, a las mujeres que fueron esterilizadas", fueron sus palabras.

Fujimori replicó que “esto se está investigando y será el Poder Judicial quien finalmente determine si hubiese alguna responsabilidad individual". Sostuvo que en el caso de las esterilizaciones no hubo una "política de Estado".

El próximo presidente debe asumir el poder el 28 de julio en sustitución del actual mandatario interino, Francisco Sagasti. Este último era parlamentario hasta que el Congreso unicameral lo designó como jefe del Estado en noviembre de 2020, luego de sucesivas crisis institucionales que vivió Perú.

29/07/2016

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