Para decidir quien será presidente o presidente de Perú, finalmente habrá balotaje entre dos polos opuestos. Por un lado competirá el dirigente de izquierda Pedro Castillo (candidato de Perú Libre), un sindicalista docente de origen campesino que dio la sorpresa y salió primero en el turno inicial, y por otro una representante clásica de la derecha autoritaria y populista, Keiko Fujimori (de Fuerza Popular), que se postula al cargo por tercera vez y es hija del ex dictador Alberto Fujimori.

Luego de la extremada fragmentación de la oferta electoral en la primera vuelta del pasado domingo, donde hubo 18 candidatos presidenciales, quienes pasaron a la segunda y definitiva ronda electoral consiguieron porcentajes de votación relativamente bajos, lo cual hace difícil predecir lo que ocurrirá en el balotaje previsto para el 6 de junio.

Los resultados oficiales del conteo rápido divulgados ayer (13/04) por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) luego de procesarse el 96% de las actas de votación, indicaban que Castillo obtenía el 19,10% de los votos y Fujimori el 13,36%. Así quedaron definidos el primero y el segundo lugar para disputar la segunda vuelta, que la Constitución Nacional exige cuando ninguno de los postulantes supera el 50% de los sufragios en el primer turno electoral.

Detrás de ambos, con muy poca distancia unos de otros, se ubicaron el empresario utraderechista Rafael López Aliaga (de Renovación Popular) -apodado “Porky” y considerado por sus críticos como “el Bolsonaro peruano” LINK, quien conseguía el 11,68% de los sufragios, y en cuarto lugar el economista liberal Hernando de Soto (Avanza País), con el 11,64%.

En la quinta ubicación aparecía Yonhy Lescano (del tradicional partido centroderechista Acción Popular), quien la semana pasada era registrado por la mayoría de las encuestas como el favorito para pasar al balotaje y sin embargo hasta ayer solo conseguía -faltando todavía un porcentaje mejor de mesas para escrutar- el 9,10% de los sufragios.

También quedó relegada la candidata progresista y feminista Verónika Mendoza (líder de Juntos por el Perú), a la cual distintos sondeos previos situaban como probable competidora en la segunda vuelta. Sin embargo, hasta ayer se ubicaba en el sexto lugar de las preferencias electorales con el 7,83% de los votos.

La gran sorpresa electoral

Como se dijo, Pedro Castillo ha sido la gran sorpresa en las elecciones presidenciales peruanas. Tiene origen campesino. Nació hace 51 años en un pequeño pueblo de la región de Cajamarca, en la sierra norte de Perú. Graduado como profesor de enseñanza primaria desde 1995, trabaja como maestro rural. Además estudió un magíster en Psicología Educativa.

Adquirió notoriedad en 2017, al dirigir una huelga docente en varias regiones del país que se extendió por 75 días. Tres años después, en 2020, anunció su candidatura presidencial por Perú Libre, luego de que el fundador y líder de ese partido, Vladimir Cerrán, fuera inhabilitado y recibiera una sentencia judicial por supuesta “negociación incompatible” con el cargo cuando era gobernador de Junín. Castillo ha dicho que la condena a Cedrón forma parte de una campaña de “la corrupción” del Estado, y que se trata de un hecho de “persecución política”.

En su adolescencia y juventud fue “rondero”, como se llamaba a los integrantes de “rondas campesinas” que se constituyeron en organizaciones comunales de defensa cuando en los años ‘80 y principios de los ‘90 el país fue azotado por la guerrilla terrorista de Sendero Luminoso.

El ganador de la primera vuelta electoral suele trasladarse montado a caballo y tiene sus principales bases de apoyo en las zonas rurales peruanas. Hasta hace poco era poco conocido en Lima y otros grandes centros urbanos. Realizó una campaña fundamentalmente “territorial”, con muchos recorridas por distintas regiones. Hasta el momento hizo muy poco uso de las redes sociales, al punto de que hasta la semana pasada solo tenía 3.000 seguidores en Twitter.

Nacionalizaciones y “economía popular con mercados”

El programa de gobierno presentado por Perú Libre al inscribir oficialmente la candidatura de Castillo, propone un nuevo modelo económico al que denominan “Economía popular con mercados” y señala que toma la experiencia gubernamental de Bolivia y Ecuador, en implícita referencia a las etapas conducidas por Evo Morales y Rafael Correa en sus respectivos países.

Según la propuesta, el Estado asumiría el rol de empresario “para competir equitativamente con el empresariado privado”. Además, se propone la nacionalización de todos los sectores estratégicos, tales como el minero, gasífero, petrolero, hidroenergético y de comunicaciones. Aclara que no se está en contra de la actividad privada, “siempre que se traduzca en actividad en beneficio de la mayoría de los peruanos”.

El programa presentado se define como “Un documento contestatario al neoliberalismo”. En materia jubilatoria y previsional, califica a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) como “una forma de esclavitud moderna, cercana a la trata de personas”. Propone en consecuencia la eliminación paulatina del régimen privado y el fortalecimiento del Sistema Nacional de Pensiones. (En Perú, como en otros países, el término “pensiones” reemplaza y/o abarca al de “jubilaciones”).

Hija y padre

Keiko Fujimori, de 44 años, en términos de su plan político y económico es la heredera de su padre, Alberto Fujimori, actualmente encarcelado por delitos de lesa humanidad durante su gobierno (1990-2000). Padre e hija estuvieron enfrentados políticamente en ciertos momentos pero ella dijo este año que si gana las elecciones indultará a su padre. 

El hombre fue elegido por el voto ciudadano a fines de 1989, pero a partir de 1992 dio un “auto-golpe” e instaló una dictadura. Tras otorgar amplios poderes a las fuerzas armadas, disolver el Parlamento y copar el Poder Judicial, su plan consistió en reprimir las protestas populares, perseguir a la oposición política y a la prensa crítica, y combatir a las guerrillas mediante el terrorismo de Estado. En 2000, siendo presidente, huyó a Japón y desde allá anunció su renuncia. En 2007 fue extraditado, juzgado y condenado.

Keiko fue congresista (representante en el Congreso) en el periodo 2006-2011. En 2010 fundó el partido Fuerza Popular, por el cual en esta ocasión se postula por tercera vez a la presidencia. Lo hizo en 2011 y perdió el balotaje frente a Ollanta Humala. Posteriormente, en 2017 perdió en segunda vuelta por menos del 1% (uno por ciento) ante Pedro Pablo Kukzynzki, ambos de derecha.

En octubre de 2018, la Fiscalía de la Nación la acusó de recibir dinero ilegalmente de Odebrecht en la campaña de 2011, y fue detenido por “lavado de dinero”. A los pocos días fue liberada pero luego nuevamente apresada, al dictarse en su contra tres años de prisión preventiva. Pero en diciembre de 2019, el Tribunal Constitucional le otorgó un habeas corpus que significó la nulidad de su prisión preventiva,

Anuncios de campaña

En la campaña electoral reciente, la candidata que ahora irá al balotaje dijo que desde el gobierno apuntaría a “rescatar en el plazo de dos años los niveles de empleo existentes previo a la pandemia, con puestos de trabajo sostenibles, formales y dignos, y con un aumento de los ingresos medios”. También ha indicado que realizarán pequeñas obras de infraestructura “en las zonas más deprimidas” del país.

Asimismo, como parte de su plan de gobierno denominado “Rescate 2021”, anticipó que establecería de manera progresiva un sistema impositivo que incorpore a los contribuyentes a la formalidad fiscal de sus actividades.

Anunció que se propone una reforma del sistema de pensiones, para garantizar el derecho al ahorro privado con fines de jubilaciones, y el derecho de los adultos mayores de escasos recursos a la asistencia humanitaria por parte del Estado. “Buscamos incorporar a informales e independientes a los beneficios de un sistema previsional o de pensiones, y esto se logrará ampliando la base de contribuyentes hasta hacerla universal”, declaró Keiko Fujimori.