Exterior
09/04/2021

Balotaje este domingo

Ecuador define para dónde continúa el rumbo de América Latina

Ecuador define para dónde continúa el rumbo de América Latina | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Si gana Andrés Arauz, del correísmo, se fortalecería el regreso de gobiernos progresistas a la región. En cambio, el banquero Guillermo Lasso reafirmaría las políticas neoliberales y a favor de EE.UU. La “guerra de encuestas” no permite predecir un ganador. El voto indígena está dividido.

El balotaje del próximo domingo en Ecuador, donde el candidato progresista Andrés Arauz -apoyado por el proscripto ex presidente Rafael Correa- enfrentará al banquero conservador Guillermo Lasso, definirá en gran medida para dónde continúa el rumbo político en América Latina. El proceso estuvo cargado de dificultades políticas y el resultado se presenta muy difícil de predecir, mientras el país sufre la tragedia del coronavirus

Con una eventual victoria de Arauz se podrían retomar ciertas políticas progresistas que aplicó el “correísmo” (2007-2017) y que fueron parte de una tendencia vigente por más de una década en la región -con similitudes en los procesos vividos por Brasil, Argentina, Bolivia, Venezuela, etc.-. Por el contrario, un triunfo de Lasso reforzaría las políticas neoliberales que en los últimos años favorecieron a las élites ecuatorianas, al tiempo que reafirmaría el control de Estados Unidos sobre el sur del continente.

El actual presidente, Lenín Moreno, ganó las elecciones de 2017 en representación de la “Revolución Ciudadana”, que fue el nombre con que se conoció a la etapa en que Correa fue presidente. Sin embargo, apenas asumió Moreno realizó un giro total en la orientación político-ideológica de su gestión: aplicó políticas neoliberales, se sumó a la estrategia internacional norteamericana y persiguió, mediante la “guerra jurídica” o “lawfare”, al propio ex presidente y a otros dirigentes de su espacio.

El pasado 7 de febrero, en la primera ronda electoral, Arauz logró el primer lugar con el 32,72% de los votos y una ventaja del 13% sobre Lasso, quien obtuvo el 19,74%. Incluso este último -como se recordará- obtuvo solo una mínima diferencia por sobre Yaku Pérez Guartambel, postulante del movimiento de pueblos originarios Pachakutik.

El candidato indigenista impugnó los resultados, exigió un nuevo conteo de votos y realizó marchas de protesta por considerar que era él quien debía pasar a segunda vuelta. Sin embargo, tras dos semanas de conflictos e incertidumbre, el Consejo Nacional Electoral informó que Lasso consiguió el 19,74% y Yaku Pérez el 19,39%. Los separaron apenas 32.600 votos.

Para la segunda vuelta, como suele ser habitual, hay una “guerra de encuestas” para tratar de influir en los votantes, lo cual impide anticipar razonablemente quién será el ganador. La mayoría de los sondeos de intención de voto coinciden en que Arauz durante las semanas anteriores llevaba una ventaja importante, que se fue achicando mientras inversamente crecieron las posibilidades de Lasso.

Movimiento indígena dividido

La base social del movimiento indígena será determinante para el resultado final. Pachakutik, el brazo político de las comunidades originarias y liderado por Pérez Guartambel, convocó al “voto nulo” para la segunda vuelta. Sin embargo, esa decisión produjo fuertes divisiones internas.

Uno de los que se rebeló contra tal decisión fue Jaime Vargas, integrante de Pachakutik pero además presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), quien declaró públicamente su apoyo a Arauz. Esto la valió ser expulsado de Pachakutik y que el ex candidato de esa fuerza lo calificara de “cadáver político” por avalar al representante del correísmo.

Sin embargo, también desde el partido indigenista hubo expresiones a favor del aspirante presidencial de la derecha. El caso más notorio fue protagonizado por Virna Cedeno, quien fuera nada menos que la acompañante, como vicepresidenta, de la fórmula que encabezó Pérez Guartambel en la primera vuelta. Cedeno anunció su respaldo al conservador Lasso, y también fue expulsada de Pachakutik.

Así, con las divisiones en la conducción política del movimiento indígena, se torna más difícil predecir cuál será el comportamiento electoral de las bases en las comunidades aborígenes. Por lo pronto, distintos dirigentes han propuesto tanto la opción de anular el voto como la de sufragar por uno u otro de los dos candidatos que disputarán el balotaje.

Candidatos y estrategias

Arauz, economista de 36 años y ex ministro del gobierno correísta, lleva como candidato a vice a Carlos Rabascall, un conocido periodista y comunicador de medios masivos. Ambos representan a una amplia coalición de centroizquierda llamada Unión por la Esperanza (Unes), cuya inspiración política corresponde en gran medida a Rafael Correa.

Sin embargo, para enfrentar el desafío electoral de este domingo y una eventual gestión de gobierno posteriormente, el aspirante presidencial de ese sector reveló que su objetivo es “construir un gran bloque histórico entre el progresismo, que lo representamos nosotros; la unidad plurinacional, que representa Pachakutik, y la socialdemocracia, expresada en el partido Izquierda Democrática”.

Desde estos dos últimos sectores hubo férreos posicionamientos y declaraciones en contra de los gobiernos de Correa y del propio candidato actual de Unes, quien sin embargo justificó la actual búsqueda de acuerdos. “Hemos tenido acercamientos pero hemos preferido mantenerlos en reserva y a una velocidad que respete los distintos procesos internos (de cada espacio político) y los tiempos electorales. Pero estamos encaminados a lograr este gran proyecto de unidad en beneficio del país”, dijo Arauz en declaraciones a la agencia argentina de noticias Télam

Guillermo Lasso, en tanto, es un multimillonario banquero de 65 años que se postula por tercera vez a la jefatura del Estado. Lo hace en nombre de un partido que él misma fundara y que se denomina Creando Oportunidades (Creo), aliado con el Partido Social Cristiano (PSC). Su candidato a vicepresidente es Alfredo Borrero.

El binomio de Creo/PSC completó su campaña con un acto en la región andina de Cayambe, de población mayoritariamente indígena. Lo hizo en un espacio abierto y ante menos de un centenar de seguidores debido a la pandemia del Covid. El postulante presidencial dijo en la ocasión que Ecuador “vive la mayor crisis de su historia, una crisis que es sanitaria, económica y de valores”.

“Todos estamos y vivimos angustiados por la salud de nuestra familia, por la falta de empleo, por la inseguridad y por la incertidumbre respecto del futuro”, y por ello “necesitamos del aporte de todos, porque juntos, respetando nuestras diferencias, saldremos adelante”, dijo Lasso en el cierre de la campaña electoral

Víctimas del “lawfare”

Durante los últimos años, en Ecuador se llevó a cabo en plenitud la estrategia internacional conocida como “lawfare” o “guerra jurídica”, por la cual dirigentes enfrentados con las élites tradicionales locales y con la geopolítica de EE.UU. son perseguidos judicialmente. El caso más notorio fue el de Correa, a quien le dictaron varias condenas y le prohibieron postularse como presidente o vicepresidente.

El ex mandatario está exiliado en Bélgica, país de donde es oriunda su esposa. Ambos se conocieron en ese país europeo cuando, en su juventud, Correa realizaba estudios universitarios de posgrado en economía. A pesar de su exilio y mediante la comunicación a distancia, el líder del proceso que se denominó “Revolución Ciudadana” tiene una intensa actividad política en Ecuador. Además, viaja frecuentemente a países de América Latina.

También fue víctima del “lawfare” el vicepresidente Jorge Glas, que había llegado el cargo en el binomio que encabezó Moreno, el actual jefe del Estado. Glas, perteneciente al correísmo, fue destituido a los pocos meses de ocupar el cargo y luego encarcelado hasta hoy, con varios procesos judiciales y condenas en su contra.

Igualmente, a través de la “guerra jurídica” fueron perseguidas otras figuras que se referencian en el liderazgo de Correa. Una es la prefecta de la provincia de Pichincha, Paola Pabón, (“prefecta” es la máxima autoridad provincial), que estuvo presa por razones políticas y luego fue liberada. Un caso más es el de la ex presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, quien está exiliada en México desde que intentaron encarcelarla durante las protestas populares de fines de 2019.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]