Exterior
26/03/2021

Cuba, el humanismo revolucionario hecho vacunas

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Cuba tiene cinco proyectos de vacunas en distintas fases de desarrollo.

De cinco proyectos de vacunas contra el Covid, dos están en la fase III de ensayos clínicas. Estiman producir 100 millones de dosis, inmunizar desde agosto a la población local y luego en otros países. A pesar del bloqueo económico de EE.UU. la Revolución Cubana logró un alto desarrollo científico en salud.

Directivos de organismos científicos de Cuba han confirmado que dos de los cinco proyectos de vacunas contra el Covid están en fase III de ensayos clínicos, y que planifican producir un total de 100 millones de dosis. Estiman que a partir de agosto y hasta finales de 2021 será inmunizada toda la población nacional -más de 11 millones de habitantes- y el resto de la producción será exportada a países que, por carencias económicas o boicots políticos, no pueden comprarlas en el mercado internacional.

Aun teniendo en contra el bloqueo económico de Estados Unidos, que lleva seis décadas y obliga a sacrificadas privaciones para la sociedad cubana debido a que se generan carencias materiales de todo tipo, la isla caribeña ha logrado un alto desarrollo científico en diversas ramas de la medicina, entre ellas la farmacología, y su sistema de salud es ejemplo en el mundo.

La Revolución iniciada el 1ro. de enero de 1959 con el liderazgo de Fidel Castro, se ha caracterizado por una impronta humanista en la construcción de su modelo de país socialista, donde la salud y la educación son áreas prioritarias del desarrollo nacional. El esquema incluye desde siempre un fuerte a la investigación en ciencias médicas.

En ese marco, frente a la actual pandemia el humanismo revolucionario toma la forma de creación de vacunas. “La estrategia de Cuba de comercializar (en el exterior los productos vacunales que se están desarrollando) tiene una combinación de humanidad y de impacto en la salud mundial. No somos una multinacional, donde el objetivo financiero es la razón número uno. Nuestro fin es crear más salud”, declaró el director general del Instituto Finlay de Vacunas, Vicente Vérez Bencomo.

El especialista señaló que la producción de 100 millones de dosis permitirá satisfacer las demandas del país y también de otras naciones interesadas, como Vietnam, Irán, Paquistán e India, y en América Latina por ejemplo Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Se trata de países que por limitaciones económicas o por sufrir sabotajes políticos, están imposibilitados de comprar las vacunas que fabrican laboratorios de las potencias capitalistas.

El representante en Cuba de la OMS (Organización Mundial de la Salud), José Moya, dijo que ese país “ha sido el primer candidato de América Latina y del Caribe en colocar su vacuna en fase clínica”. Agregó que “los laboratorios (más importantes del mundo) ya han reservado casi toda su producción para el año y son principalmente los países más ricos los que las han comprado, por lo cual estas vacunas cubanas serán muy necesarias”. 

Moya también resaltó que la nación caribeña “tiene más de 30 años de producir sus propias vacunas”, a punto tal de que “casi el 80 por ciento de las dosis que se aplican en el programa nacional de inmunización de Cuba son producidas en el país”.

Pilares fundamentales

El presidente del grupo empresarial cubano de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma), Eduardo Martínez Díaz, precisó que actualmente están en proceso de desarrollo “cinco candidatos vacunales: Soberana 01, Soberana 02, Soberana Plus, Abdala y Mambisa, que pasaron a ser evaluadas en los estudios clínicos en humanos”.

Explicó que ante el Covid-19 se desplegó una estrategia “basada en cuatro pilares fundamentales: el alto nivel alcanzado por la industria biofarmacéutica nacional, con gran experiencia en la investigación y producción de vacunas; la fortaleza del sistema nacional de salud pública; disponer de científicos y tecnólogos experimentados y comprometidos con la Patria y la Revolución; y la unidad e integración que han caracterizado todo el proceso”, dijo Martínez Díaz.

Las apreciaciones del directivo empresarial y científico cubano son coincidentes con la de expertos internacionales, como el caso de Nils Graber, investigador en antropología de la salud en la Universidad de Lausanne (Suiza). El especialista recordó que “en la década de los años ‘80 Cuba apostó por la biotecnología, y así fue que descubrió la primera vacuna contra el meningococo ‘B’.

“El objetivo era tanto mejorar el sistema nacional de salud como ser exportador”, añadió Graber, para luego mencionar el envío de tratamientos que Cuba ha realizado hacia América Latina, Asia y África. La exportación de servicios sanitarios, medicamentos, vacunas y personal médico y de enfermería, es actualmente la principal fuente de ingresos del país y, según cifras de 2018, alcanzó los 6.300 millones de dólares.

Nuevas cepas del virus

De los cinco proyectos vacunales en marcha, hay dos que ingresaron en la fase III de ensayos clínicos. Una es la “Soberana 02”, que se investiga en el Instituto Finlay de Vacunas, y la otra es “Abdala”, cuyo desarrollo está a cargo del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. Además, hay líneas específicas de trabajo científico destinadas a pensar vacunas a futuro en función de las nuevas cepas del Covid.

El antes citado Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, dijo que “también tenemos en cuenta la aparición de nuevas variantes del virus. Por eso un grupo de investigadores del Instituto de Medicina Tropical, de la Universidad de Ciencias Informáticas y de nuestra propia institución, estudian y modelan las mutaciones que vienen apareciendo en el mundo, y otras que podrían surgir más adelante”.

Señaló que las variantes del Sars-Cov-2 (el virus del Covid-19) “pueden afectar la capacidad de neutralización de los anticuerpos inducidos por las vacunas actuales, y de ahí nuestro propósito de diseñar nuevos antígenos para vacunas contra las nuevas cepas. En estos momentos, ya hemos desarrollado algunas que contienen las mutaciones presentes en las variantes detectadas en distintos países”, precisó Martínez Díaz.

También desde el mismo grupo empresarial, su vicepresidente Eulogio Pimentel amplió el concepto al afirmar que “se está tratando de predecir qué alternativas tendrían las cepas mutantes de escapar a una respuesta de inoculación” con las vacunas que están en proceso de desarrollo.

Al explicar que así como evoluciona el virus tiene que evolucionar la investigación, Pimentel remarcó que “no podemos perder la oportunidad de que, en el momento que sea necesario, podamos incorporar nuevos candidatos vacunales y otros antígenos”.

A pesar de Estados Unidos

Los avances en la ciencia farmacológica se realizan a pesar de que el país caribeño sufre desde hace seis décadas el sabotaje económico de Estados Unidos. La estrategia que intentó asfixiar a Cuba comenzó en 1962, luego de que Fidel Castro proclamara el carácter “socialista” del proceso revolucionario que tomó el poder en el primer día de 1959, tras derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista.

Martínez Díaz, el titular de BioCubaFarma, afirmó que “la integración” de todas las partes involucradas en el desarrollo de las vacunas ha sido la clave para haber dado pasos trascendentes y promisorios. “No hemos podido disponer de grandes recursos financieros y, debido al férreo bloqueo norteamericano, varios proveedores nos negaron el suministro de materiales y equipos”.

Destacó que “sin esos obstáculos, hubiéramos avanzado aún más rápido. La fuerza y empuje con la que se ha trabajado, ha sido muy grande. Estamos seguros de que vamos a llegar a la meta. Es la fuerza de un país dispuesto a seguir resistiendo y venciendo”, dijo el máximo responsables de las empresas cubanas de Industrias Biotecnológica y Farmacéutica.

El sitio web de noticias y discusión Ecu-Red, editado en Cuba, destaca en una página con detallada información sobre el tema que “el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba es el más largo en la historia de la humanidad, es la expresión más elevada de una política cruel e inhumana, carente de legalidad y legitimidad, y deliberadamente diseñada para provocar hambre, enfermedades y desesperación en la población cubana”.

29/07/2016

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