El Congreso unicameral de Perú designó ayer como presidente de la República a uno de sus integrantes, Francisco Sagasti, un político liberal de orientación centrista que recibió el apoyo de distintos partidos políticos. Será el tercer presidente en poco más de una semana, luego de que el lunes pasado fuera destituido Martín Vizcarra, y en su reemplazo asumió Manuel Merino que último renunció el domingo.

La grave crisis institucional peruana, que tiene algunas similitudes con la que vivió Argentina en diciembre de 2001, derivó durante los últimos días en manifestaciones populares que cuestionan las calidades morales del Congreso, donde muchos de sus miembros están acusados por hechos de corrupción. 

Las protestas fueron reprimidas violentamente durante la breve presidencia de Merino. Mientras participaban de sendas marchas fueron asesinados dos jóvenes, tras lo cual el mandatario designado pocos días antes presentó su renuncia. Entre la tarde del domingo y la de ayer lunes, los distintos grupos de un parlamento tan fragmentado como cuestionado negociaron acerca de quién ocuparía la primera magistratura del país.

El ahora designado Sagasti, representante del Partido Morado, deberá completar el actual periodo de gobierno, que termina el 28 de julio de 2021. Cuando estalló la crisis y fue destituido Vizcarra, tanto él como su sector votaron en contra del desplazamiento del mandatario.

El político tiene 76 años, es ingeniero y desde joven ocupó diversos cargos en niveles intermedios del Estado y en organismos internacionales. Ayer en realidad fue elegido presidente de la junta directiva del Congreso, pero por estar vacante la presidencia de la República, por imperio de la Constitución asumió automática e inmediatamente el más alto cargo institucional del país.

Su nombramiento y el de otros tres congresistas que completan la citada junta directiva, recibió 97 votos de la Cámara, superando ampliamente los 60 requeridos para formar mayoría. Los otros parlamentarios elegidos para la conducción del cuerpo son Mirtha Vásquez (Frente Amplio, centroizquierda), Luis Roel (Acción Popular, centro) y Matilde Fernández (Somos Perú, centro), como primero, segundo y tercera vicepresidente respectivamente.

En la noche del domingo el Congreso no se puso de acuerdo para elegir como nueva presidenta de Perú a la legisladora de centroizquierda Rocío Silva Santisteban, de quien se dijo que era una candidata de consenso pero no consiguió la mayoría. Necesitaba 60 votos y obtuvo solo 42, con 52 en contra y 25 abstenciones.

El flamante mandatario designado ayer anunció que hoy dirigirá un mensaje al país. Se gestión deberá enfrentar en lo inmediato la grave crisis sanitaria provocada por el coronavirus, más una profunda recesión económica y un cuestionamiento ciudadano generalizado hacia la dirigencia política.

Trayectoria de Sagasti

Sagasti nació en Lima en 1944, de joven se graduó como ingeniero industrial y luego realizó estudios de posgrado en dos universidades de Pensilvania, en Estados Unidos. Entre 1972 y 1977, con menos de 30 años, fue vicepresidente del Instituto de Investigación Tecnológica, Industrial y Normas Técnicas del Perú (Itintec) y asesor del ministro de Industria. Fue bajo un gobierno militar que tuvo un presidente nacionalista y reformista, Juan Velasco Alvarado, el cual fue reemplazado por el conservador Francisco Morales Bermúdez.

En los años 80, durante la primera presidencia de Alan García, fue asesor del canciller Allan Wagner. Después integró, a lo largo de cinco años, el Comité Consultor de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la ONU, al que presidió en 1988-89. Posteriormente, y también por cinco años, desempeñó distintos cargos en el Banco Mundial, entre ellos el de jefe de la División Planeamiento Estratégico.

En diciembre de 1996 fue uno de las casi 800 personas invitadas que, mientras participaban de una celebración cívica de Japón en la residencia del embajador de ese país en Lima, fueron tomados por 14 guerrilleros del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Formó parte del grupo mayoritario liberado a los pocos días, aunque la toma de rehenes se prolongó por meses.

Años después ocupó cargos técnico-políticos en las terceras líneas de la estructura del gobierno peruano, tanto durante la segunda presidencia de García como bajo el mandato de Ollanta Humala.

En marzo de este año llegó por primera vez al Congreso de la mano del Partido Morado, una agrupación liberal de centro fundada en 2017 por el economista Julio Guzmán. Este último había sido inhabilitado judicialmente para participar de las elecciones presidenciales de 2016, para las que las encuestas le asignaban considerable intención de voto.

Sagasti lideró la bancada del Partido Morado y el domingo integró, como primer vicepresidente, la lista única de candidatos a autoridades del Congreso que encabezaba la izquierdista Silva Santisteban y que no logró la mayoría para ser aprobada. 

Antes de esa votación, el Partido Morado había informado que solicitaría al Congreso habilitar un debate que permitiera el regreso a la presidencia de Martín Vizcarra. Esta última opción, y aunque no hubo anuncio explícito, por el momento quedó sin efecto.