Pasados más de dos días de la votación presidencial en Estados Unidos, todavía no termina el interminable conteo del complicado sistema electoral de ese país. Según proyecciones parciales, el opositor Joe Biden está adelante en cuanto a la cantidad de apoyos que tendría en el Colegio Electoral -órgano que decide finalmente quién será el próximo mandatario- pero Donald Trmp insiste con denunciar “fraude” e impugna judicialmente los cómputos en distintos estados.

Anoche Biden mantenía una ventaja que varíaba según la fuente de información. Para algunas cadenas internacionales le faltan17 representantes para llegar alos 270 electores del Colegio Electoral, los necesarios para ganar la presidencia. Para otros medios, como Associate Press, el número de Biden sigue siendo 264.

La conformación de ese cuerpo se juega en cinco estados clave: Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Arizona y Nevada.

A última hora de ayer, el actual presidente y candidato a la reelección por el Partido Republicano aseguró que “si se cuentan los votos legales, yo gano fácilmente", pero aseguró que sus rivales está intentando "robar la elección". Volvió a acusar de “corrupción” en los votos por correo, también llamados “votos ausentes”, muy tradicional en el país pero que esta vez fue utilizado por una cantidad récord de unos 103 millones de votantes.

Sostuvo que “vamos a ganar la elección fácilmente” y dijo que “hay muchos litigios”, en alusión a las impugnaciones que sus equipos jurídicos están presentando en los juzgados. Sugestivamente, Trump agregó que “quizás (el proceso electoral) termine en la mayor Corte de esta tierra", dijo refiriéndose la Corte Suprema de Justicia dominada por una marcada mayoría conservadora, en parte nombrada por él mismo, incluso un integrante hace pocas semanas.

El mandatario y aspirante a la reelección afirmó que “arranqué ganando por mucho y ahora parece que puedo terminar abajo por un poco”, y se mostró convencido de que "están tratando de robar, de manipular la elección y no lo podemos permitir". Por el contrario, “vamos a ganar las elecciones", dijo Trump, dando a entender una vez más su decisión de negarse a admitir una eventual derrota.

Su rival Joe Biden, del Partido Demócrata, horas antes había llamado a quetodos los ciudadanos "tengan paciencia" y “calma", y aseguró que “el proceso (electoral) está funcionando, los votos se están contando", Al criticar la estrategia trumpista de trasladar la disputa a los tribunales, sostuvo además “la voluntad de la gente es la única que elige al presidente, nadie más".

Ayer la judicialización del proceso, promovida por el actual mandatario, se frustró cuando jueces de Georgia y Michigan, así como la Corte Suprema de Pensilvania, rechazaron pedidospara detener el escrutinio en esos estados clave y poder fiscalizar el conteo.

No obstante, el equipo de Trump emitió un comunicado para dejar claro que seguirá adelante con su estrategia de judicialización de los resultados: "Si cuentan los votos legales, ¡fácilmente gano la elección! Si cuentan los votos ilegales y tardíos, ¡nos pueden robar la elección!", afirmaron sus estrategas de campaña.

Estados que definen

Según estimaciones de cadenas internacionales de noticias, Biden sumaba anoche 253 electores en el Colegio, por lo cual le faltaban 17 para el “número mágico” de 270. Esas mismas fuentes situaban en 214 la cantidad de respaldos para Trump en el órgano electoral. La composición del mismo, como se indicó, se define fundamentalmente en Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Arizona y Nevada.

En Nevada, Biden estiró ayer fuertemente su ventaja en unos 4.000 votos, desde los 7.647 a casi 12.000, informaron autoridades electorales al anunciar una nueva tanda de votos escrutados y alcanzar el 76%.

En Georgia, un juez rechazó una demanda interpuesta por la campaña de Trump para que se frenara el recuento hasta que se desecharan votos recibidos por correo y se fiscalizara que el escrutinio estaba cumpliendo con todas las leyes. Allí faltan contar unos 47.000 votos y la diferencia es de casi 12.800 a favor de Trump, pero Biden avanzaba y achicaba esa ventaja.

En Pensilvania, la justicia decidió frenar el escrutinio y luego la Corte Suprema lo reactivó. Aún se están analizando recursos presentados por la campaña del presidente, pero el conteo continúa, ya alcanzó el 88% y la tendencia es que Biden está achicando la brecha.

Carolina del Norte detuvo su escrutinio hasta la semana próxima, pero la atención no está puesta allí, donde Trump mantiene una ventaja también pequeña, pero con mejor proyección.

En Arizona, finalmente, el candidato demócrata obtenía el 50.5% de los votos contra el 48.1 de Trump cuando se llevan escrutadas el 88% de las mesas.

Silencios y críticas

En este contexto de incertidumbre y denuncias, un silencio que cada vez se hace más evidente es el del Partido Republicano nacional y sus dirigentes. Hasta ahora, ningún dirigente de la fuerza política que respalda a Trump, por fuera de su círculo íntimo, apoyó públicamente las denuncias de “fraude” o “robo” de la elección, ni llamó a anular votos.

En cambio, el presidente y candidato a la reelección fue criticado frontalmente por el jefe de una misión de observadores electorales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el diputado alemán Michael Georg Link.

El dirigente europeo acusó a Trump de "flagrante abuso de poder" por haber pedido la interrupción del recuento de votos. Consideró “verdaderamente perturbador que el jefe de Estado norteamericano haya pedido el fin del recuento desde la Casa Blanca, es decir, con todos los símbolos del poder a su alrededor, debido a su supuesta victoria”, dijo Link en declaraciones periodísticas.