Exterior
04/11/2020

Pocos resultados y mucha tensión tras la elección en EE.UU.

Pocos resultados y mucha tensión tras la elección en EE.UU. | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Finalizada la jornada, no se sabía si había ganado Donald Trump o Joe Biden. El vencedor puede no ser quien tenga más votos sino más delegados al Colegio Electoral. Hubo récord de sufragios por correo, unos 103 millones, y el cómputo de esos votos daría lugar a controversias.

Tal como se preveía, finalizada la jornada de la elección presidencial en Estados Unidos, no puede determinarse si Donald Trump (del Partido Republicano) conseguirá un segundo mandato o si será reemplazado por Joe Biden (Partido Demócrata). A última hora de ayer, eran pocos los resultados finales de la votación ciudadana y mucha tensión por lo que podría ocurrir si no hay un nítido ganador.

Como se ha venido informando, una de las claves que dificulta conocer el resultado es que el voto es indirecto: los ciudadanos no eligen directamente al presidente y vice, sino que se forma un Colegio Electoral que finalmente toma la decisión. Lo definitorio del proceso es cuántos delegados consigue cada candidato en dicho órgano, y a su vez, la cantidad de delegados al Colegio depende de la cantidad de habitante que tienen los respectivos estados que componen el país.

Otro factor que contribuye a prolongar el conteo de los sufragios es el voto por correo, tradicional en Estados Unidos pero que esta vez alcanzó niveles récord. Con ese método, en las últimas semanas votaron 102 millones de estadounidenses, cuando en la anterior elección presidencial, en 2016, lo habían hecho 43 millones.

El voto por correo fue impulsado en la campaña por el Partido Demócrata y el equipo de Biden, como una forma de evitar aglomeraciones en las meses de votación y prevenir así el contagio del coronavirus. En cambio, Trump denunció reiteradamente que fomentar el voto por correo -también llamado “voto ausente”- era para preparar un “fraude” y para que le “robaran” la elección.

El conteo de los sufragios enviados mediante el servicio postal es muy diferente entre algunos estados y otros. Ello, sumado al clima tenso en que se desarrolló la campaña, anticipa que esos cómputos pueden ser motivos de controversia.

Solo resultados parciales

Cerca de la pasada medianoche, medios informativos internacionales ofrecían resultados parciales. Varias cadenas de noticias proyectaron triunfos tempranos de Trump y Biden en más de una quincena de estados. Sin embargo ello no permitían sacar conclusiones sobre la conformación del Colegio Electoral porque se trataba de territorios históricamente republicanos o demócratas, adonde ambos llegaban como favoritos.

Varios estados de los realmente decisivos, incluyendo Florida, Georgia y Pensilvania, a última hora de ayer todavía no habían suministrado cómputos definitivos y la competencia entre el actual presidente y su desafiante se presentaba reñida.

Trump iba al frente en Florida, un estado que necesita ganar sí o sí para conservar la Casa Blanca, y donde el escrutinio oficial avanzaba rápidamente. Escrutado el 91% de los votos, el mandatario aventajaba a Biden por 50,6% a 48,4%.

Las cadenas Fox News y CNN realizaron proyecciones propias y brindaron datos extraoficiales. Según esas fuentes mediáticas,, Trump se impuso en Kentucky, Indiana, Virginia Occidental, Oklahoma, Mississippi, Alabama, Carolina del Sur, Tennesse y Arkansas. A su vez, Biden habría ganado en Virginia, Vermont, Illinois, Delaware, Nueva Jersey, Massachusetts, Connecticut, Rhode Island, Maryland y en el distrito de Columbia.

Con estos esperados triunfos para cada uno de los aspirantes, Biden sumaba ya 88 de los 270 votos que necesita un candidato en el Colegio Electoral para ser proclamado presidente, mientras que Trump acumulaba 72. A la decisión que toman los integrantes del órgano que define quién será presidente, se los denomina “votos electorales”, a diferencia del sufragio de los ciudadanos, llamados “votos populares”.

Estados que definen

Por fuera de los estados que previsiblemente fueron propicios para uno u otro contendiente, hay otros que definen la conformación del Colegio Electoral porque el voto de los ciudadanos ha variado en comicios anteriores. Se los suele llamar estados “pendulares” porque el comportamiento ciudadano es susceptible de cambiar de opción entre una elección a otra.

Florida es el tercer estado con mayor cantidad de electores en el país -tiene 29- pero el primero entre los considerados “pendulares”. Un triunfo de Biden en Florida haría las cosas muy cuesta arriba para la reelección de Trump. Si en cambio se impone allí el actual mandatario, una victoria del opositor se presenta como más ajustada y dependería de otros territorios en disputa.

Pensilvania sigue a Florida en importancia como campo de batalla. Históricamente, conseguir sus 20 votos del Colegio Electoral era una tarea relativamente sencilla para los demócratas, cuyos donde candidatos ganaron siete veces desde 1992. Pero en 2016 Trump consiguió allí una de sus más sonadas victorias de la noche electoral frente a Hillary Clinton, aunque lo ganó por menos de un punto de diferencia.

Ohio, con 18 delegados al Colegio, es el tercer Estado pendular con mayor cantidad de electores y puede darle una alegría a Trump. En 2016, el voto republicano de condados semirrurales en estados como Ohio e Iowa, sumado al de zonas con pasado industrial y hoy en decadencia como Pensilvania y Wisconsin, le dio al Partido Republicano las mayores ganancias con respecto a 2012.

Georgia tiene 16 votos electorales y se considera, junto con Ohio, uno de los estados que puede dar oxígeno al actual mandatario. A pesar de que los sondeos previos mostraban un empate, la balanza se inclina en favor del republicano, ya que Georgia no ha votado por un presidente demócrata desde 1992.

Silencio de los candidatos

Trump, acosado por su manejo del coronavirus en el país más afectado por la pandemia, con más de 232.000 muertos por el virus, comenzó la jornada de ayer con gran optimismo, e incluso predijo que su desempeño sería mejor que en 2016, cuando logró la presidencia contra todos los pronósticos imponiéndose en casi todos los estados más decisivos.

Pero durante una visita a la sede central de su campaña, en el estado de Virginia, habló en tono más grave. "Ganar es fácil, perder nunca es fácil, no para mí, no lo es", manifestó. El mandatario dejó abierta la posibilidad de dirigirse a la nación a última hora del día del comicio, pero finalizada la jornada no lo había hecho.

En tanto, Biden había anunciado un discurso para la noche desde su casa en el estado de Delaware, y horas antes del horario previsto para darlo lo puso en dudas. "Si hay algo de lo que hablar esta noche, hablaré. Si no, esperaré hasta que los votos se cuenten al día siguiente", dijo el candidato opositor, quien finalmente no lo hizo al menos hasta la medianoche.

29/07/2016

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