Exterior
03/11/2020

EE.UU. elige presidente en medio de pronósticos de crisis

EE.UU. elige presidente en medio de pronósticos de crisis | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Donald Trump compite hoy con su desafiante Joe Biden. Pero el sistema de Colegio Electoral y además el voto por correo, anticipan que el resultado no se conocería esta noche. Algunos observadores prevén situaciones de violencia y hasta un “golpe cívico” del actual mandatario.

La elección presidencial que se realiza hoy en Estados Unidos definirá la continuidad de Donald Trump o, en su lugar, el ascenso de Joe Biden al más alto cargo. Sin embargo, hay coincidencia generalizada en que difícilmente el resultado se conozca esta noche, y a partir de allí hay especulaciones de todo tipo que incluyen pronósticos de graves crisis políticas en el país más poderoso del mundo.

Biden, de 77 años, ex vicepresidente de Barack Obama y candidato del Partido Demócrata, llega con ventaja en las encuestas por sobre el actual presidente Trump, de 74 años y postulado por el Partido Republicano para iniciar un nuevo mandato de cuatro años.

Sin embargo, un factor que puede modificar las previsiones de los sondeos es el propio sistema norteamericano de elección indirecta, donde no necesariamente gana quien tiene más votos sino quien cuenta con mayor cantidad de delegados en el Colegio Electoral. 

Otra clave de las incertidumbres y posibles escenarios críticos proviene del voto por correo, también llamado “voto ausente”, que se usa desde hace décadas en el país. Las irregularidades detectadas en distintas ocasiones siempre fueron de poca significación. En la elección presidencial anterior, en 2016, votaron de ese modo casi 40 millones de personas, un tercio del total. 

Pero esta vez, en las semanas y días previos el mecanismo ha sido usado por una cantidad récord de ciudadanos. Sin información oficial, algunas estimaciones señalan que más de 100 millones de sufragios ya fueron enviados a través del servicio postal. El Partido Demócrata estimuló el sufragio por correo como forma de evitar que hoy haya grandes aglomeraciones que propaguen el coronavirus en las mesas de votación. 

En tanto, Trump lleva semanas denunciando que estos comicios son “los más fraudulentos de toda la historia”, y que evitó comprometerse a una transición pacífica del poder. Dijo incluso que el voto por correo se presta para la manipulación y pidió a sus simpatizantes estar listos para un posible “robo” de la elección.

Además, los votos que se emiten hoy en los puestos electorales se escrutarán rápidamente, mientras que los enviados por correo podrían demorar varios días en ser computados. Tal disparidad en los tiempos para el conteo daría lugar eventualmente a una indefinición que, en el marco del deterioro generado por Trump en las reglas de convivencia política, darían lugar a situaciones muy complejas.

Con ese trasfondo, muchos observadores creen que los partidarios de ambos candidatos podrían salir a las calles si los resultados tardan en conocerse. El fin de semana el actual presidente negó que fuera a declararse vencedor si los resultados son indecisos, una posibilidad con la que especulan los medios de comunicación.

"En cuanto terminen las elecciones, nuestros abogados estarán preparados", dijo ambiguamente Trump, sugiriendo la posibilidad de una larga batalla judicial en caso de resultados reñidos. Ante una consulta, Biden respondió: "Mi respuesta es que el presidente no va a robar estas elecciones".

En el caso de los republicanos, se estima que buena parte votará presencialmente. Eso quiere decir que a Trump el primer conteo –el de esta noche– podría favorecerlo, con lo cual no sería extraño que, basado en esos resultados parciales, salga a clamar victoria.

Si lo hace, y luego Biden termina imponiéndose cuando finalice el escrutinio de votos, el presidente podría usar su púlpito para decirle a la base del partido que, como lo anticipó, se “robaron” las elecciones.

Estas hipotéticas situaciones de crisis abrirían la puerta para decenas de demandas en los tribunales del país. Los republicanos ya han anticipado que piensan recurrir a ellos ante la menor sospecha, y lo mismo sucedería con los demócratas si los resultados posteriores dan como ganador a su candidato pero les niegan el triunfo.

En plena pandemia

La elección se realiza en plena propagación del Covid-19, y EE.UU. es el país con mayor cantidad de contagios y de muertos en el mundo a causa de la enfermedad. Hasta las primeras horas de ayer lunes se habían reportado más de 9,2 millones de casos desde que empezó la pandemia, y más de 230.000 personas fallecidas.

En los primeros meses Trump negó la gravedad del problema y afirmó que China expandió al virus intencionalmente. Posteriormente se enfrentó con autoridades de diferentes estados y grandes ciudades, como Nueva York, donde se dispusieron confinamientos de la población y cierre de actividades para detener la propagación.

Finalmente, hace poco más de un mes se informó que el propio presidente contrajo Covid-19. Pero estuvo tres días internado en medio de dudas sobre si realmente se había contagiado, y luego continuó con una frenética campaña durante las cuatro últimas semanas.

Como asesor científico para enfrentar el coronavirus Trump mantuvo a Anthony Fauci, el principal experto del país en enfermedades infecciosas, pero la relación se fue deteriorando. Este sábado, durante un acto en Florida donde los concurrentes estallaron en un cántico que decía “Despide a Fauci”, el mandatario y candidato a la reelección dejó abierta la posibilidad de removerlo del cargo tras el comicio.

Fauci, una autoridad científica generalmente muy respetada en la sociedad norteamericana, había criticado en declaraciones al diario The Washington Post la estrategia que llevó adelante el presidente frente a la pandemia.

Colegio Electoral y “golpe cívico”

El sistema de elección indirecta, es decir a través del Colegio Electoral y no en forma directa según el voto de los ciudadanos, estaría dentro de las causantes de incertidumbre acerca del resultado de la elección. El procedimiento recibe cada vez más críticas.

Ejemplo de ello es que dos politólogos de la Universidad de Harvard, Steven Levistky y Daniel Ziblatt, en un artículo publicado en The New York Times afirmaron que “no es democracia cuando un partido gana sistemáticamente el voto popular” y sin embargo “pierde el poder”.

Explicaron que “los republicanos han ganado el voto popular en las elecciones presidenciales solo una vez en los últimos 20 años, y sin embargo han controlado la presidencia por 12 de esos 20 años".

Por otra parte, acerca de los escenarios de graves crisis institucionales que podrían suscitarse a partir de hoy mismo, o en los próximos días o semanas, hay quienes prevén que Trump podría apelar a maniobras que combinen acciones judiciales con violencia callejera por parte de sus seguidores con posterior intervención policial.

Esa hipótesis fue explicada por Sergio Kiernan, periodista argentino que trabaja para medios de Estados Unidos. El experto en política norteamericana consideró que el actual presidente no apelaría a un “golpe militar” sino a un “golpe cívico,  ambiguo”, que “sería uno lleno de abogados, de golpes mediáticos, de movilizaciones digitales y de milicias en la calle atacando a quien proteste, cosa de crear ‘anarquía’ y justificar una represión dura”.

29/07/2016

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