Exterior
21/09/2020

Trampa electoral en Bolivia y Ecuador, con Evo y Correa proscriptos

Trampa electoral en Bolivia y Ecuador, con Evo y Correa proscriptos | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.
(Foto de archivo).

El 18 de octubre serán los comicios bolivianos. Ante un posible triunfo del sector de Morales, la derecha busca unificarse y Jeanine Áñez declinó su candidatura. En Ecuador se votará en febrero, y el correísmo apoya al binomio Andrés Arauz-Carlos Rabascall.

Falta menos de un mes para las elecciones en Bolivia (serán el 18 de octubre), y cuatro meses y medio para los comicios en Ecuador (previstos para el 7 de febrero). Se trata de dos procesos electorales con trampa, surgidos en un caso del golpe de Estado contra Evo Morales y en el otro de la “guerra jurídica” -o “lawfare”, según el neologismo en inglés- contra Rafael Correa, como resultado de lo cual ambos líderes están proscriptos y no podrán participar.

Las fuerzas bolivianas que respaldan al derrocado presidente hoy refugiado en Argentina, agrupadas en el Movimiento al Socialismo (MAS), postulan la fórmula integrada por Luis Arce presidente y David Choquehuanca vice. El primero de ellos fue ministro de Economía de Morales y el segundo se desempeñó como canciller. Evo aspiraba a ser candidato a senador por el departamento (provincia) de Cochabamba, pero también se lo prohibieron.

Para los comicios ecuatorianos, una condena por corrupción dictada contra Correa le impidió ser candidato a presidente, y posteriormente tampoco le permitieron postularse como vicepresidente. El correísmo, con su líder proscripto, se integró a una amplia coalición de fuerzas que se denomina “Unión por la Esperanza” (UNES). El binomio presidencial estará formado por Andrés Arauz (joven economista, de Quito) y Carlos Rabascall (conocido periodista y empresario, de Guayaquil)

Internas de la derecha en Bolivia

El MAS recoge en Bolivia un considerable apoyo electoral y algunos sondeos le otorgan ventaja, pero la “guerra de encuestas” que es frecuente en las campañas y más todavía en un país que se encuentra bajo un régimen de facto, no permiten dar suficiente credibilidad a los sondeos. Incluso aunque la fórmula masista (por el MAS) ganara en primera vuelta, deberá enfrentar en la segunda al voto unido de todo el anti-masismo.

La derecha y la ultraderecha tienen fuertes disputas internas pero los apremia una imperiosa necesidad de no dispersar su voto, y por eso el pasado jueves 17 retiró su candidatura la actual presidenta de facto, Jeannine Áñez. “Si no nos unimos vuelve Morales”, dijo explícitamente la gobernante surgida del golpe de Estado del 10 de noviembre de 2019.

Apropiándose de conceptos como “democracia” y “libertad”, tal como vienen haciendo en distintos países las derechas que atacan a procesos de gobierno popular, Áñez dijo que declinaba su postulación “ante el riesgo de que se divida el voto democrático entre varios candidatos y que, a consecuencia de esa división, el MAS acabe ganando la elección”.

“Si no nos unimos, vuelve Morales; si no nos unimos, la democracia pierde; si no nos unimos, la dictadura gana. En suma, hoy dejo de lado mi candidatura en homenaje a la libertad y a la democracia. Lo que de verdad está en juego la democracia en Bolivia”, manifestó la mandataria golpista.

Quien más celebró el desistimiento de Áñez fue Carlos Mesa,  un político de centroderecha que se postula por un partido que él mismo creara y se llama “Comunidad Ciudadana”, y quien con alta probabilidad terminará disputando la elección en segunda vuelta con Luis Arce, del MAS.

“Valoro la decisión asumida por la presidenta como una contribución a la democracia”, afirmó Mesa. Como forma de buscar acuerdos para crecer electoralmente, agregó que “siempre estamos dispuestos al diálogo” con todo el espectro contrario a Evo y propuso “abrir una nueva etapa donde primera esté la gente”.

Otros dirigentes anti-masistas, entre ellos el referente ultraderechista de Santa Cruz de la Sierra Luis Fernando Camacho, se mostraron disconformes con que Áñez no se postule. Camacho también es candidato presidencial y si el voto anti-masista se concentra en Carlos Mesa, sus chances disminuyen.

En tanto, el derrocado ex presidente Morales afirmó por Twitter que Áñez declinó su postulación para “negociar su impunidad” por “los escandalosos casos de corrupción en medio de la pandemia, por el genocidio de Senkata y Sacaba” (masacres donde fueron asesinadas decenas de personas por protestar en las calles contra el golpe de Estado), “y por el economicidio al que ha sometido al país”.

 

 

“Guerra jurídica” en Ecuador

Ecuador también enfrenta un proceso electoral con trampas. El ex mandatario Rafael Correa no podrá postularse como presidente ni tampoco como vicepresidente. A través de procesos judiciales fraudulentos que forman parte de la llamada “guerra jurídica” o “lawfare”, lo condenaran a 8 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos.

El dirigente que gobernó su país entre 2006 y 2016, y encabezó el proceso denominado “Revolución Ciudadana”, se encuentra exiliado en Bélgica. En ese país estudió un posgrado en Economía cuando era joven, y en aquella época conoció a quien sería su esposa y actualmente lo sigue siendo. Ella es ciudadana belga y la familia vive actualmente en la ciudad de Bruselas.

Ante la proscripción de su líder, el correísmo decidió mantenerse dentro de la alianza UNES (Unión por la Esperanza). La coalición agrupa a partidos corrientes de centro y centroizquierda, y en agosto eligió como candidato presidencial al joven economista Andrés Arauz, proveniente de Quito, la capital del país.

Recientemente, y luego de que el sistema judicial también le impidiera a Correa ser el acompañante en la fórmula, el pasado miércoles 16 UNES anunció que el candidato a vicepresidente será Carlos Rabascall. Se trata de un conocido periodista de Guayaquil, la segunda ciudad de Ecuador. 

Intereses económicos y factores de poder de Quito y de Guayaquil han planteado históricamente enfrentamientos entre ambas ciudades, ante lo cual Rabascall declaró que si su espacio ganara las elecciones “gobernará a partir de la ciudadanía desde los territorios, porque es momento de que comprender que la unidad territorial va a ser fundamental” para el país.

La saga de persecuciones contra el sector de Correa continuó, también el miércoles último, con una decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE), institución político-jurídica clave de la “lawfare” en Ecuador. Dos días antes de vencer el plazo de inscripción de candidaturas, el órgano eliminó de la competencia electoral al partido correísta Fuerza Compromiso Social (FCS). 

A pesar de las condiciones adversas, Correa afirmó este viernes por Twitter que Andrés Arauz ganará en primera vuelta, e incluso mostró datos de una encuesta a empresarios. “Están desesperados”, afirmó refiriéndose al régimen que encabeza el presidente Lenín Moreno. 

 

29/07/2016

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