Exterior
24/08/2020

Trump vs Biden, elección en medio del coronavirus

Trump vs Biden, elección en medio del coronavirus | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El mandatario norteamericano, del Partido Republicano, buscará su reelección el 3 de noviembre ante su desafiante del Partido Demócrata. La pandemia domina la campaña en una superpotencia que tiene el récord mundial de enfermos y de muertos, con una población cuatro veces menor que su rival, China.

Nunca hubo una pandemia con el alcance planetario de la actual, y como derivación de eso nunca hubo en Estados Unidos una elección presidencial como la que tendrá lugar el martes 3 de noviembre. El país más poderoso del mundo es, al mismo tiempo, el que bate el récord mundial por el número de personas contagiadas y muertas a causa del coronavirus. Esa tragedia domina la campaña en la que Donald Trump intentará retener la presidencia frente su desafiante Joe Biden.

El actual gobernante tiene 74 años de edad y su rival 77. Aunque Trump es más “nuevo” en la política ya que antes de ingresar en ese mundo a través del Partido Republicano -donde fue muy resistido hasta que ganó la elección de 2016-, se dedicó siempre a los negocios y al espectáculo mediático. Biden, en cambio, es un tradicional dirigente político con una trayectoria en el Partido Demócrata desde la década de los ‘70. Fue vicepresidente de Barack Obama durante sus dos mandatos (entre 2009 y 2017).

Cuando falta poco más de dos meses para la jornada electoral, EE.UU. sufre el azote del Covid-19 con una cifra superior a los cinco millones de contagiados y más de 170.000 fallecidos. Ocurre en un país cuya población se estima en 330 millones de habitantes, a un abismo de diferencia poblacional respecto de China, habitada por unos 1.395 millones de personas -cuatro veces más- y que a pesar de ser el país de origen del virus, lo controló más eficazmente.

Estados Unidos tiene un sistema de votación presidencial “indirecta”: no siempre gana el que tiene más votos. La ciudadanía, de forma voluntaria y no obligatoria, vota por determinado candidato -mejor dicho, por una fórmula de presidente y vice-, pero luego la decisión definitiva está a cargo de un Colegio Electoral.

La conformación de ese cuerpo se determina según quién haya ganado en los estados (equivalentes a “provincias” de Argentina) con más población, y que por ello tienen asignada una mayor cantidad de electores en el órgano que finalmente resuelve quién será el futuro mandatario. A los sufragios de los ciudadanos se los denomina “votos populares”, y a los representantes en el Colegio se los llama “votos electorales”. Resulta presidente el que consiga mayor cantidad de estos últimos. 

“Rarezas” de la elección

Las novedades o “rarezas” de estos comicios son varias. La más importante es la pandemia como contexto general del proceso electoral, con sus tremendos daños humanitarios y económico-sociales. Pero hay otras relacionadas con las características del actual presidente, tales como sus amenazas al propio sistema político norteamericano: la dirigencia y los medios de comunicación evalúan abiertamente la posibilidad de que Trump no reconozca el resultado en caso de perder la reelección.

Otra situación inédita es que, debido a los riesgos por el coronavirus, gran parte de los estados permitirán votar por correo. El procedimiento se denomina “voto en ausencia” y las reglas son diferentes en cada una de las jurisdicciones que conforman la Unión, con requisitos específicos. Según información oficial, muchos estados aún están en el proceso de decidir cómo se votará en plena pandemia. 

El actual presidente afirma que el voto por correo constituye un “fraude”. Allí está una de las claves de la elección y es feroz la disputa por esa modalidad de votación. Mientras el gobierno trumpista le quita fondos al Servicio Postal, el cual debería encargarse del traslado y procesamiento de los sufragios emitidos por esa vía, el opositor Partido Demócrata impulsó en el Congreso un aumento del presupuesto para dicho servicio.

Vicepresidenta negra, convención demócrata

Joe Biden sumó una particularidad más a la disputa electoral con la designación de su candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris. Hija de padre jamaicano y madre india, tiene 55 años y es actualmente senadora por California. Si la fórmula que integra fuera ganadora de la elección, será la primera mujer negra -o afroamericana, como se suele expresar para evitar posibles significados discriminatorios- en llegar a la vicepresidencia del país.

En la reciente convención nacional del Partido Demócrata -realizada en modalidad virtual debido a los riesgos de contagio del Covid-, la actitud que tuvo el presidente en funciones frente al coronavirus ocupó el centro de los discursos. El candidato Biden expresó que “lideramos el número de casos confirmados en el mundo y lideramos en número de muertes. La tragedia por la que estamos pasando no tenía que ser así de grave”, sostuvo el desafiante de Trump. 

Otra de las figuras estelares de la convención fue Barack Obama, quien criticó al mandatario actual -que lo sucedió en el cargo- de un modo llamativo para la política norteamericana. Disparó por ejemplo que “este gobierno ha demostrado que derribará a nuestra democracia si eso es lo que hace falta para ganar”. También aseguró que Trump “no demostró ningún interés en tratar a la presidencia de EE.UU. como algo diferente a un ‘reality show’”, y que “las consecuencias de ese fracaso son graves: más de 170.000 estadounidenses muertos” por el Covid-19, afirmó Obama

Trump atrás, pero repuntando

El actual presidente de Estados Unidos encara el presente tramo de la campaña mientras diferentes encuestas otorgan ventaja a su desafiante, pero el mandatario tiende a repuntar. Su discurso de campaña para descalificar al rival se desplaza hacia extremos ridículos, como por ejemplo afirmar que si Biden “pisa la Casa Blanca, llevaría al país a convertirse en una Venezuela a gran escala”.

O también sostener que el candidato del Partido Demócrata “es el títere de los extremistas de izquierda que intenta abrir nuestras fronteras, eliminar la policía, adoctrinar a los niños y reemplazar la libertad estadounidense por el fascismo de izquierda”, según dijo Trump en actos de campaña.   

Los sondeos de intención de voto muestran resultados estables desde hace varios meses. Durante la mayor parte del año Biden se mantuvo en torno del 50% y llegó a tener ventaja de 10 puntos y hasta 15. Pero en las últimas semanas Trump ha recuperado terreno y todavía faltan más de dos meses para la elección. 

Además, después de que la ciudadanía vote el 3 de noviembre, lo verdaderamente determinante para definir quién será el presidente de Estados Unidos a partir de enero de 2021, será quien obtenga más representantes en el Colegio Electoral. Y también comprobar si Trump, en caso de eventual derrota, acepta el resultado o se desata una crisis sin precedentes en el país más poderoso del mundo.

29/07/2016

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