Exterior
19/07/2020

Covid 19

En América Latina mueren personas sin ser atendidas

En América Latina mueren personas sin ser atendidas | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.
Muertos por coronavirus en calles de Bolivia. (Foto: diario Los Tiempos. Publicada en Clarín).

Los sistemas de salud tienden a no dar abasto ante el aumento vertiginoso de afectados, y hasta colapsan los servicios funerarios. Brasil, Perú, México, Chile y Ecuador están en peor situación, y ahora Colombia, Costa Rica y Bolivia. El drama generalmente es ocultado. La región sufre la pandemia más que África.

Ocurrió primero en Europa Occidental, cuando el Covid-19 arrasó en lugares como Italia, España y Francia a partir de febrero pasado, y ahora la situación más extrema para quienes contraen la enfermedad y sus familias se instala como una cruel realidad en varios países de América Latina: son las personas contagiadas que mueren sin atendidas como corresponde porque los sistemas de salud no dan abasto.

Esa tragedia humanitaria en general es ocultada a las respectivas sociedades y prácticamente no existe información de acceso público para determinar fehacientemente su alcance. Lo que se conoce por cifras oficiales es que Brasil, Perú, México, Chile y Ecuador están entre los 10 países a nivel mundial con más contagios del coronavirus, y que Colombia, Costa Rica y Bolivia enfrentan un repunte en la propagación de la enfermedad.

El continente americano alcanzó el primer lugar del mundo en número de casos y el segundo en decesos, después de Europa, pero la población más afectada es la de Estados Unidos, que paradójicamente es el país más importante del mundo por su poderío político y militar, por el tamaño de su economía, y por la influencia en todo el planeta de sus medios de comunicación e industrias culturales.

En América Latina y el Caribe, la saturación de los sistemas sanitarios ha ido escalando a la par del aumento vertiginoso de afectados. Únicamente tomando hechos que son publicadas en los medios de comunicación más influyentes, son cada vez más frecuentes las muertes de personas en las calles o esperando ser atendidas en los hospitales.

Esta semana las cifras rondaron los 3,5 millones de personas enfermas y casi 150.000 fallecidas. En distintos lugares, de los que poco se informa, hay una dramática falta de camas y respiradores, escasez de profesionales y colapso de servicios funerarios.

Según reportes informativos internacionales, países como Panamá, Ecuador, Perú o Bolivia han advertido en días recientes de un desborde, mientras que otros como Colombia o Chile intentan mantener a flote la atención de enfermos con la capacidad hospitalaria al máximo en varias de sus ciudades. 

Repetidamente, aunque en general ocultadas, hay situaciones en las que los médicos se ven obligados a elegir a qué pacientes internar o atender con prioridad. “Es un enorme cuello de botella”, dijo el especialista en medicina intensiva Gustavo Grecco, integrante de la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe, y además presidente del Sindicato Médico de Uruguay.

Señaló que “los contagios aumentan exponencialmente, y estadísticamente se sabe que un 5% va a terapia intensiva”. En consecuencia, esto “requiere de una estructura del sistema de salud amplia para evitar morir sin ser asistido, que es lo que está pasando, porque en muchos casos la gente muere sin tener una asistencia digna”, advirtió Grecco.

Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que es el equivalente regional de la entidad similar dependiente de Naciones Unidas (la Organización Mundial de la Salud, OMS), explicaron que el virus está en plena fase de transmisión “intensa” en países latinoamericanos.

Carissa Etienne, directora de la OPS, informó que en la segunda semana de julio la región reportó “el 60% de todos los nuevos casos y el 64% de todos los fallecimientos en el mundo”. 

Al mismo tiempo, el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana, Marcos Espinal, dijo que “si se compara Latinoamérica con otras regiones, ya ha sobrepasado a América del Norte en términos de mortalidad y solamente está detrás de Europa que ha reportado unas 200.000 muertes”.

Añadió que al observar a todo el continente americano completo, incluido Estados Unidos, es “prácticamente el epicentro” de la pandemia ya que posee casi la mitad de los casos y de las muertes del total mundial.

Peor América Latina que África

Ante la pregunta de por qué la pandemia ha golpeado con más fuerza a la región cuando continentes como África también sufren hacinamientos y servicios de salud deficientes, Espinal explicó que América Latina es la región más desigual del mundo y África la más pobre.

Pero además “África tiene amplios territorios y zonas muy deshabitadas”, destacó. “No tiene las grandes ciudades que tiene Latinoamérica que está rodeada de núcleos urbanos, de barrios, favelas y grupos poblacionales muy vulnerables (…) o sea, no encontramos ciudades como Río de Janeiro, Sao Paulo y Ciudad de México tan frecuentemente en África”, apuntó el funcionario internacional de Salud.

También remarcó que África no posee el mismo nivel de comercio, tráfico aéreo y turismo que América Latina.

El científico argentino Luis Mayorga, que es licenciado en Bioquímica y ha sido presidente de la Sociedad Argentina de Investigación en Bioquímica y Biología Molecular, resumió que según la experiencia “el cuello de botella es el número de camas de terapia intensiva disponibles, y eso va de la mano con el personal de salud que esté en condiciones de atenderlas”.

Los sistemas de salud de América Latina y el Caribe ya sufrían deficiencias graves desde mucho antes de la pandemia. Fuentes internacionales ligados a los poderes más importantes del mundo capitalista, como el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, integrada entre otros por Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Canadá y una treintena de países de diverso volumen político y económico), han difundido cifras esclarecedoras.

En un reporte emitido por los dos organismos sobre el “Panorama de la Salud” en el área latinoamericana y caribeña, se revela que el presupuesto sanitario en nuestra región es en promedio el 6,6 % del PIB (Producto Interno Bruto), inferior al 8,8 % de los países de la propia OCDE.

La misma fuente consigna que aunque la capacidad se amplió por la actual emergencia, antes de la pandemia había en promedio solo 9,1 camas de UCI (Unidades de Cuidados Intensivos) por cada 100.000 habitantes en 13 países de la región.

El número de camas hospitalarias es de 2,1 por 1.000 habitantes. Además, América Latina y el Caribe siguen sufriendo un gran déficit de personal para la salud, con un promedio de dos médicos por cada 1.000 habitantes, según el reporte Panorama de la Salud elaborado por la OCDE y el Banco Mundial.

29/07/2016

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