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Exterior
05/06/2020

América Latina

Impulsan impuesto para Google, Apple, Facebook y Amazon

Impulsan impuesto para Google, Apple, Facebook y Amazon | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Tres miembros del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) analizaron los gravámenes que cobran países de Europa a las grandes compañías mundiales de tecnología digital. Afirman que “es imperativo” hacerlo en la región.

 “No puede ser que un pequeño empresario en Argentina o Colombia pague su impuesto” mientras los grandes conglomerados empresariales tecnológicos del mundo “no lo hacen” en los países de América Latina, afirman integrantes del Celag (Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica) al fundamentar la necesidad de establecer lo que denominan “impuesto GAFA”, por las iniciales de Google, Apple, Facebook y Amazon.

En un estudio realizado por tres miembros de esa organización no gubernamental se sostiene que dicho tributo “es un imperativo” para la región, “tanto por su capacidad recaudatoria como por criterios de justicia y eficiencia”. Afirman que “las normas fiscales internacionales no están adecuadas al carácter digital de la economía”, y por ello las grandes compañías mundiales del sector “no tributan en países donde, aún sin estar físicamente establecidas, generan valor y beneficios”.

Los autores del documento, Mariana Dondo, Alfredo Serrano Mancilla (director del Celag) y Nicolás Oliva, explican que “empresas trasnacionales de alta tecnología, como son Google, Apple, Facebook y Amazon (las ‘GAFA’), facturan cada año una suma equivalente al PIB (Producto Interno Bruto) de Francia”.

“Sin embargo, mediante diversas prácticas trasladan sus beneficios a guaridas fiscales y así evaden y eluden impuestos, pagando globalmente un porcentaje bajo de sus ingresos”, señala el estudio. Añade que “además, no pagan impuestos en países donde no tienen presencia física, aun cuando tienen millones de usuarios que contribuyen a la creación de valor”.

Cita como ejemplo el reciente impuesto aprobado en España sobre Determinados Servicios Digitales (IDSD), que grava “los ingresos brutos generados por la venta de servicios de publicidad en línea, de intermediación en línea y transmisión de datos, todos servicios en los cuales el usuario, localizado en territorio español, tiene una incidencia relevante en la generación de beneficios para las empresas que, actualmente, no están gravados”.

Detalla que la alícuota es del 3% y que “las empresas contribuirán al impuesto siempre que tengan una facturación global de 750 millones de euros anuales y al menos 3 millones de euros de facturación en España en el año anterior. De este modo, el impuesto no afecta a Pymes ni empresas emergentes, solamente a empresas con huella digital significativa en el territorio (por ejemplo, Google, Facebook, Amazon, Uber, Booking, AirBnb)”.

Europa y otros ejemplos

Los integrantes del Celag relatan que los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) “han discutido los desafíos fiscales derivados de la digitalización de la economía” pero “ante la ausencia de consenso internacional, algunos Estados las están diseñando de manera unilateral e implementando de forma transitoria mientras se alcanza una solución coordinada”.

En tal sentido, “a enero 2020, varios países europeos habían implementado este tipo de impuesto: Austria, Francia, Hungría, Italia, España y Turquía”, Asimismo, “otros publicaron propuestas para su implementación: Bélgica, República Checa, Eslovaquia, Reino Unido”, y un tercer grupo “anunció oficialmente su interés en aplicarlo: Latvia, Noruega, Eslovenia”.

Según los casos, el tributo “es variable en cuanto a los servicios incluidos (publicidad dirigida, venta de datos del usuario, entre otros), las alícuotas aplicadas (que varían entre un 2% y 7,5%) y los umbrales de facturación globales y domésticos a partir de los cuales el impuesto afectaría a las empresas”, indican los autores del estudio.

Aclaran que algunos Estados europeos, “como Irlanda, Suecia y Dinamarca, mostraron su oposición” a ese tipo de gravámenes. Al mismo tiempo, “países fuera de Europa cuentan con impuestos digitales (Corea del Sur e Israel) o planean implementarlos (Nueva Zelanda)”.

Antecedentes en Latinoamérica

El documento de Dondo, Serrano Mancilla y Oliva señala que “en América Latina no hay antecedentes de aplicación de un impuesto especial a los servicios digitales, aunque varios países avanzaron -en distinta medida- en la incorporación de los servicios digitales al IVA (Chile, Argentina, Colombia, Uruguay, Costa Rica, Paraguay, Brasil, Bolivia y Ecuador) o modificaron su legislación para incorporar a las rentas de plataformas digitales a su impuesto a la renta (Uruguay y Perú)”.

Destaca después que “la participación de la economía digital está creciendo”. La Cepal (Comisión Económica para América Latina) “estimó que en 2016 la economía digital explicaba un 15,9% del PIB en México, un 16,2% en Argentina, un 21,6% en Brasil y 22,2% en Chile. Por otro lado, el 68% de la población latinoamericana es usuaria de internet y la publicidad online alcanza una cuota de mercado del 20,3% en la región”.

En el estudio se indica que las diferentes naciones están “adecuando la normativa del IVA para incorporar a los servicios digitales que, hasta hace poco tiempo, no estaban gravados”. Por otra parte, “respecto del impuesto a la renta, solo se ha avanzado en Perú y Uruguay en incorporar los servicios digitales a la normativa”.

También se destaca que “las empresas multinacionales que son potenciales contribuyentes de este impuesto no están establecidas físicamente en los países latinoamericanos, sin embargo la participación de los usuarios finales en la creación de valor, a través de la información que entregan en las redes sociales, habilita a estos países a cobrar una proporción del impuesto a la renta”.

En ese marco, los autores del informe explican que“mientras se adecua la normativa sobre el impuesto a la renta, lo que se está discutiendo internacionalmente, hay espacio fiscal para implementar un impuesto especial, como el aplicado en España”.

Concluyen que “los impuestos sobre la actividad económica de estas grandes tecnológicas es un imperativo para Latinoamérica, tanto por su capacidad recaudatoria en momentos en los que se necesita nutrir de recursos al Estado del Bienestar en cada país de la región para garantizar derechos sociales, como para ser justos y eficientes”.

“No puede ser que un pequeño empresario en Argentina o Colombia pague su impuesto, y Google o Amazon no”, rematan los tres integrantes del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica.

29/07/2016

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