El derrocado presidente boliviano, Evo Morales Ayma, transcurre hoy en su segunda jornada de obligado asilo en tierra mexicana. En Bolivia reinan las bandas racistas y de ultraderecha que, con la complicidad de la Policía y las Fuerzas Armadas, siguen atacando a los partidarios del gobierno depuesto. Dentro de ese contexto, una senadora derechista se proclamó “presidenta” del país. Se trata de Jeanine Áñez, vicepresidenta segunda del Senado.

“El presidente de México me salvó la vida”, dijo ayer Evo apenas bajó del avión que lo había trasladado en una trayectoria dificilísima, porque hubo gobiernos que le negaron permiso para atravesar su espacio aéreo. En las gestiones para el asilo y el riesgoso viaje, tuvo decisiva intervención el mandatario electo de Argentina, Alberto Fernández.

Morales llegó a la capital mexicana junto con quien fuera su vicepresidente, Alvaro García Linera, y con una de las principales referentes de su espacio político y ministra de Salud hasta el día del golpe, Gabriela Montaño. Los tres aparecieron juntos el domingo, durante el último mensaje oficial en su país del presidente y el vice, cuando ambos comunicaron que dejaban sus cargos para “preservar la vida de los bolivianos” ante la violencia desatada por los golpistas.

Ayer, en sus primeras palabras en el país de asilo, el mandatario destituido reveló que un día antes de su renuncia, "un miembro del equipo de seguridad del Ejército" le mostró mensajes que prueban cómo se estaban recibiendo ofertas para que los militares lo entregaran "a cambio de 50.000 dólares”, según reveló.

Volvió a lamentar el "golpe de Estado" tras su "nuevo triunfo" en la primera vuelta de las elecciones del 20 de octubre, y agradeció al gobierno mexicano del presidente Andrés Manuel López Obrador por su decisión de otorgarle asilo político. 

En otro momento dijo que “mientras tenga la vida, seguimos en política. Mientras tenga la vida, sigue la lucha, estamos seguros de que los pueblos del mundo tienen todo el derecho de liberarse", expresó ante periodistas en el aeropuerto de ciudad de México.

"No hay peor delito o pecado que es que ideológicamente somos antiimperialistas”, dijo al reivindicar sus ideas, para luego agregar: “Y que sepa el mundo entero: no por este golpe voy a cambiar ideológicamente, no por este golpe voy a cambiar el haber trabajado con los sectores más humildes".

El canciller del Estado que ahora lo cobija, Marcelo Ebrard, fue el primero en recibir a Morales cuando este bajó de la escalinata del avión de la Fuerza Aérea de México. La información oficial de ese país explica que el asilo se debe a “razones humanitarias”.

Horas antes, Ebrard había calificado de "periplo" el viaje de Morales desde Bolivia a territorio mexicano, el cual se prolongó durante toda la noche que transcurrió entre el lunes y el martes, y debió hacer escala en Paraguay a fin de gestionar autorizaciones para atravesar el espacio aéreo de otros países.

“Elecciones”, militares y Policía

La senadora Áñez, representante de los golpistas, asumió como máxima autoridad del país ante la Asamblea Legislativa sin que hubiera quórum, sino solo con unos pocos parlamentarios contrarios a Evo y a su partido Movimiento al Socialismo (MAS), sector que conforma la mayoría del cuerpo legislativo. 

La proclamada “presidenta”, para justificar su nombramiento a pesar de que faltaba la presencia reglamentaria de la mitad más uno de los asambleístas, alegó que lo hacía por "la necesidad de crear un clima de paz social" tras la renuncia de Morales. 

"Queremos convocar a nuevas elecciones lo más pronto posible (...), con autoridades probas, de mérito, de capacidad, que sean independientes", señaló. Tras el acto en el Parlamento, Añez tuvo una reunión con los jefes de las Fuerzas Armadas y la Policía en la casa de gobierno. Ahora debe elegir a un gabinete, y los hechos irán determinando si tiene condiciones reales como para llevar adelante el proceso electoral.

En el centro Jeanine Áñez, durante la sesión sin quórum donde se proclamó “presidenta” de Bolivia.

Los cabecillas del golpe contra Morales hicieron públicas sus congratulaciones hacia la designada mandataria, una abogada de 52 años del departamento de Beni, en el noreste de Bolivia, fronterizo con Brasil. La zona del Oriente boliviano está dominada por bandas golpistas y racistas conducidas por poderosos empresarios y políticos de derecha, con apoyo de obispos católicos.

"Felicito a la nueva Presidenta Constitucional de Bolivia Jeanine Añez", tuiteó Carlos Mesa, quien salió segundo en las recientes elecciones, a más de 10 puntos del ganador Morales, pero nunca aceptó el resultado y en cambio denunció “fraude”.

El dirigente Luis Fernando Camacho, un racista y extremista religioso que además es multimillonario empresario de Santa Cruz de la Sierra y presidente del llamado “comité cívico” de ese departamento (provincia), le prometió su "apoyo total" a la proclamada “presidenta”, y llamó a suspender los paros lanzados después de la elección.

Las calles de La Paz y las principales ciudades permanecieron paralizadas y semivacías, sin transporte público. El lunes, cuando empezaron las protestas a favor del gobierno derrocado, el Ejército había salido a las calles para apoyar a la Policía para reprimir las manifestaciones contrarias al golpe de Estado. 

“Sangre de hermanos asesinados”

En las últimas horas de ayer martes, desde México, el mandatario derrocado utilizó las redes sociales para denunciar “ante la comunidad internacional” que el nombramiento de Áñez “viola la CPE”, que es la Constitución Política del Estado (como se llama formalmente en Bolivia a la constitución nacional).

Dijo que su designación “se consuma sobre la sangre de hermanos asesinados por fuerzas policiales y militares usadas para el golpe”. 

Denuncio ante la comunidad internacional que el acto de autoproclamación de una senadora como presidenta viola la CPE de Bolivia y normas internas de la Asamblea Legislativa. Se consuma sobre la sangre de hermanos asesinados por fuerzas policiales y militares usadas para el golpe

— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 13, 2019

En otro tuit sostuvo que “se ha consumado el golpe más artero y nefasto de la historia. Una senadora de derecha golpista se autoproclama presidenta del senado y luego presidenta interina de Bolivia sin quórum legislativo, rodeada de un grupo de cómplices y apañada por FFAA y Policía que reprimen al pueblo”, denunció el líder boliviano.