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Pasados ocho días desde que estallaran las protestas populares contra medidas económicas del gobierno de Lenín Moreno en Ecuador, ayer se habían confirmado al menos cinco muertos por la represión policial. Mientras tanto, se profundizan las movilizaciones antigubernamentales disparadas por el llamado “paquetazo” económico, y se agrava el caos en los espacios públicos y la crisis política.
El estado de sitio no detuvo las manifestaciones y en cambio agravó la agresividad de las fuerzas represivas. La Policía ataca violentamente a personas que protestan en las calles, y si bien los medios de comunicación en general no muestran imágenes de esa situación, las mismas circulan a través de videos difundidos por las redes sociales.
Gran parte del transporte público está paralizado, así como el sistema educativo, y hay continuas movilizaciones callejeras de protesta principalmente en Quito, la capital del país. En reiteradas ocasiones, grupos de manifestantes producen desmanes e incendios en edificios públicos y contra vehículos.
La Conai (Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador) se encuentra movilizada en Quito, la capital del país, y sus militantes se han instalado en la zona de la Casa de la Cultura, un organismo público. Allí organizaron un homenaje “a los compañeros caídos”, en referencia a dos integrantes de esa organización y otras tres personas muertas durante las protestas.
Además, como expresión de su repudio a la violencia perpetrada por agentes del Estado, tuvieron retenidos a ocho policías que fueron liberados en las últimas horas de ayer jueves. Previamente, según versiones de prensa, les hicieron cargar el ataúd de uno de los indígenas asesinados por las fuerzas represivas.
En inmediaciones de la Casa de la Cultura se encuentran movilizados miles de integrantes de la Conai, que exigieron la derogación del decreto que eliminó el subsidio estatal a los combustibles. Esa norma del gobierno, reclamada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), fue la que disparó la reacción popular contra el gobierno y la posterior represión y crisis política.
El presidente de la República, quien se había trasladado a la segunda ciudad del país, Guayaquil, porque según dijo los pobladores originarios que se dirigían a Quito tenían el propósito de atacarlo, ayer regresó a la ciudad donde se encuentra la sede gubernamental oficial.
“Correa y Maduro”
Como maniobra propagandística, Moreno echó la culpo por la situación al ex presidente Rafael Correa y al mandatario venezolano Nicolás Maduro. “El saqueo y el vandalismo no son manifestaciones ciudadanas. Demuestran la intención política de Correa, Maduro y de los corruptos que deben responder a la justicia y al país por desestabilizar a este gobierno democrático”, dijo por Twitter el jefe del Estado.
La ministra del Interior, María Paula Romo, anunció la captura en el aeropuerto de la capital de 17 personas que según su información son de nacionalidad venezolana. La alta funcionaria aseguró que los detenidos tenían en su poder “información sobre los movimientos” del presidente y de su vice, Otto Sonnenholzer.
Este último, el miércoles declaró ante la prensa que habían sido capturados “ciudadanos extranjeros” que, según dijo, confesaron recibir “pagos de entre 40 y 50 dólares” para “generar caos” en el país.
Luego de dar a conocer esa información, lanzó una intimación a los supuestos responsables de los desmanes. “Extranjero que no cumpla con las leyes del país y que ofenda a los ecuatorianos, no podrá seguir en el Ecuador”. Sonnenholzer dijo que “los sancionaremos con todo el peso de la ley, t haremos lo que esté a nuestro alcance para iniciar deportaciones”.
Correa pidió elecciones
El ex presidente Rafael Correa, quien se encuentra exiliado en Bélgica -país de origen de su esposa y donde él cursó parte de sus estudios en economía siendo joven-, grabó un video donde afirma que “han destrozado la Patria pero nos levantaremos”, y reclamo un llamado a elecciones.
Tras calificar a Moreno como “el mayor farsante de la historia”, aseguró que “nunca hubo necesidad de un ‘paquetazo’”, ya que “no ha caído el precio del petróleo, no ha ocurrido ningún desastre natural” sino que “es pura corrupción e ineptitud del gobierno” lo que ha llevado a la actual crisis.
El líder del proceso que fue denominado “Revolución Ciudadana” rechazó las acusaciones de “golpista” que el oficialismo lanzó sobre él, y sostuvo que “los conflictos, en democracia, se resuelven en las urnas”. Por eso “precisamente lo que pedimos, en estricto apego a la Constitución, que permite adelantar las elecciones en casos de grave conmoción social”, afirmó Correa.
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