El número de diputados asistentes a la sesión especial estuvo por debajo del quórum, e incluso del nivel esperado por el FPV. A las 12:30 horas, momento en que venció la espera, había 102 diputados de los 129 necesarios en sus bancas. Entre ellos Jorge Taboada y Héctor Daer del Frente Renovador.

Los diputados que responden a Rodriguez Saá, los del Frente Cívico de Santiago del Estero y los de Libres del Sur, esperaron hasta último momento para determinar su participación en el recinto. Finalmente y al ver que con ellos los números igual no alcanzaban, decidieron no concurrir.

La sesión en minoría duró aproximadamente 45 minutos, donde hicieron uso de la palabra los jefes de los distintos bloques allí presentes. Héctor Recalde, del FPV, sostuvo que "no existen pequeños y medianos trabajadores o trabajadores grandes, existen los trabajadores y son los que vinimos a defender hoy aquí. Esta ley es en defensa de los trabajadores".

Rodolfo Daer, del Frente Renovador, se refirió a su presencia y dijo "a mi no me trajo nadie a patadas en el culo, estoy acá por mis compañeros y por los trabajadores".

Finalmente, el jefe de la bancada de izquierda, Néstor Pitrola fue mas allá y aventuró la necesidad de salir a luchar contra el régimen económico instaurado por el gobierno de Cambiemos, y propuso realizar un paro general.

El miércoles que viene hay sesión ordinaria. Allí se deberá tratar el proyecto que obtuvo dictamen ayer y que avanzó sin modificaciones desde el Senado. Pero se espera que el Frente Renovador incorpore, si es que logra dictamen en la próxima reunión de comisión, un proyecto con modificaciones que excluya a las Pymes e incorpore incentivos para la generación de empleo.

Si Sergio Massa no logra ingresar un nuevo proyecto para el miércoles próximo, se verá obligado a votar por si o por no, la ley antidespidos. Deberá decidir frente a la presión de los "dipusindicales" que tiene en su bloque, la presión de las centrales obreras, y la presión que le llega desde Balcarce 50.

Ante este escenario, la abstención no deja de ser una posibilidad, aunque también un enorme costo para el diputado que hasta ahora articula entre ser oficialismo y ser oposición.