El empleo industrial creció en 13 de los 19 meses comprendidos entre enero de 2020 -el primero del gobierno de Alberto Fernández- y julio del presente 2021, y al concluir el séptimo mes de este año ya se habían recuperado más de 20.000 puestos laborales en el sector fabril comparado con diciembre de 2019, cuando finalizó la gestión presidencial de Mauricio Macri.

Los datos fueron recopilados por investigadores de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) quienes también comprobaron que “a pesar del fuerte impacto de la pandemia, el empleo registrado supera los niveles de cierre del año 2019”, y de forma coincidente “el promedio de salarios del sector registrado” también está por encima de los parámetros de diciembre del año antepasado.

El estudio fue realizado por el Observatorio de Políticas Públicas de la citada institución educativa pública, dentro del cual funciona el Módulo de Políticas Económicas coordinado por Santiago Fraschina. Como resultado de su tarea, los especialistas publicaron un informe acerca de la temática “Empleo e ingresos”.

Al hacer foco en la “caída del empleo privado desde el inicio de la pandemia del Covid-19” en seis naciones de América del Sur, señalan que Argentina ocupa el quinto lugar con una baja de -1,5% de sus puestos laborales en la actividad privada, mientras que los países más afectado fueron Perú, con una pérdida de -3,7%, y Brasil con -2,7%.

El documento explica que “la profundización de la crisis económica a causa de la aparición de pandemia implicó una mayor presencia del Estado”. En ese marco, “el Ejecutivo nacional aplicó una serie de medidas con el objetivo de amortiguar el impacto negativo de la emergencia sanitaria en los ingresos y, por ende, en el empleo de las personas, a fin de evitar un mayor deterioro del entramado productivo y social”.

Los autores citan en ese marco que “el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) asistió a todas aquellas personas con imposibilidad de trabajar debido a la emergencia sanitaria y sostuvo la demanda de alimentos evitando un mayor crecimiento de la pobreza e indigencia. De igual modo, las empresas que mermaron su actividad por el riesgo epidemiológico fueron beneficiadas por los ATP”.

Agregan que “el mismo tiempo se lanzaron diferentes líneas de créditos subsidiados por el Estado nacional, con el objetivo de financiar a las empresas que sufrieron las consecuencias de la cuarentena. Asimismo, la doble indemnización establecida desde el inicio del actual gobierno evitó que la tasa de desempleo aumente de manera súbita”.

Los investigadores de Undav concluyen al respecto que “a pesar de la caída histórica de la actividad económica, las políticas públicas aplicadas evitaron un mayor deterioro en el mercado del trabajo”.

Recuperación del empleo

El informe afirma que durante el periodo presidencial anterior, “el sector productivo en general y la industria manufacturera en particular fueron altamente dañadas por las políticas económicas aplicadas. Por ello, entre enero de 2016 y diciembre de 2019, se observa que de los 48 meses de la gestión de Cambiemos, solo 2 meses registraron un crecimiento del empleo industrial, un mes se mantuvo sin variación y el resto computaron caídas”.

A su vez, “desde la asunción de Alberto Fernández el empleo industrial creció en 13 de los 19 meses comprendidos entre enero de 2020 y julio de 2021. En 4 meses no experimentó variación alguna y en solo 2 registró bajas”. Según los especialistas universitarios, esta dinámica permitió la recuperación de más de 20 mil empleos industriales.

Al continuar con la exposición de la información recopilada por el Módulo de Políticas Económicas del Observatorio de Políticas Públicas de la Undav, se indica que “en julio de 2021 el total de personas con trabajo registrado superó en 14.800 trabajadores a los computados en el mismo mes de 2019. Cabe destacar que, en un escenario adverso para la plena expansión de las fuerzas productivas, la evolución del trabajo registrado denota un crecimiento continuo desde diciembre del año pasado hasta julio” del corriente 2021.

Luego señalan que “asimismo, en julio se observó una variación positiva del 0,5%. Cabe destacar que las restricciones a la circulación de personas establecidas en parte del segundo trimestre no afectaron de manera considerable a la actividad económica”. Los autores consideran que “es menester señalar que el avanzado plan de vacunación genera excelentes expectativas en el corto plazo con respecto a la consolidación de la reactivación económica y, por ende, para el mercado de trabajo”.

Salarios del sector registrado

Como parte del documento “Empleo e ingresos”, se destaca que “tomando el comportamiento de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), a fin de analizar su trayectoria desde la asunción de la actual gestión, se observa que, a precios de julio de 2021, el Ripte se encuentra un 1,3% por encima de lo registrado en diciembre de 2019”.

“Es decir, en julio del corriente año el Ripte se ubicaba en $ 88.274,0 mientras que en el último mes de 2019 alcanzaba los $ 87.117,4”. El cotejo implica “un avance de $ 1.156,7”, expresa el informe.

“Recomponer el poder de compra”

El informe repasa que “al finalizar el periodo de la alianza Cambiemos el poder de compra de los salarios reales retrocedió un 20% con respecto al valor de diciembre de 2015. Las continuas devaluaciones que impactaron en los costos productivos, la alta inflación y los aumentos exponenciales de las tarifas de los servicios públicos redundaron en un fuerte deterioro de la calidad de vida de los trabajadores”.

Añade que “en ese marco, la irrupción de la pandemia del coronavirus agravó la crítica situación de la economía argentina en general y de los trabajadores en particular”. Esto significó que “durante los meses de abril y agosto de 2020 el histórico retroceso de la actividad económica derivó en la postergación de los acuerdos paritarios”.

“En esta coyuntura, la política de ingresos de la actual administración apunta a recomponer el poder de compra de los salarios reales a fin de elevar el consumo, y por ende la demanda global. Por consiguiente, la Resolución General 5076 que reglamenta al Decreto 620/2021, modifica al mínimo no imponible (del impuesto a las Ganancias) a $ 175.000 mensuales a partir de octubre, y alcanzará a más de 1,2 millones de trabajadores registrados ante la Seguridad Social”.

A criterio de los autores del estudio, “vale remarcar que la nueva legislación exime de pagar el impuesto a las Ganancias a los aguinaldos (que se incluirán) en los sueldos de diciembre. Asimismo, la normativa prevé que las personas cuya remuneración se encuentre entre 175 mil y 203 mil pesos brutos, afronten una menor carga tributaria”, concluye el informe de la Universidad Nacional de Avellaneda.