Mientras en las chacras se termina la cosecha de la pera Williams, sigue sin ser homologado por las autoridades laborales el acuerdo entre la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) y la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) para aumentar un 42 % el salario de los trabajadores rurales en 2019.

La semana pasada se llevó a cabo una nueva reunión en la secretaría (ex ministerio) de Trabajo de la Nación, donde la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén manifestó que no puede pagar la cifra acordada. Sin embargo, el referente de la Uatre seccional General Roca, Sergio Alarcón, dijo que se trató de una “chicana”, aseguró que en los recibos de sueldo figura que están pagando el aumento, y cuestionó a la federación al afirmar que "son un par de productores, de estos ‘de café’, los que no quieren pagar el acuerdo".

"Hace más de cinco años que la federación de productores jamás firmó los acuerdos que se hacen, siempre se abstienen”, manifestó Alarcón en declaraciones a . “¿Qué pasó distinto a otros años? Que nosotros dejábamos que la federación mantuviera reuniones con el gobierno nacional donde terminaban sacándole algún aporte o alguna rebaja en algún impuesto, o alguna ayuda para los productores”, explicó.

Pero “este año, viendo que se aproximaba la cosecha, quisimos llevarle tranquilidad a nuestros trabajadores y decidimos no aceptar pasar a un cuarto intermedio para que ellos tuvieran una reunión", dijo el representante del sindicato que agrupa a los trabajadores rurales.

Luego indicó que “al ver esta situación, la federación fue llorando a Nación diciendo que nosotros habíamos hecho un acuerdo del cual no estaban enterados. Eso es mentira: ellos se levantaron y se fueron. Al momento de firmarse el 42% ellos habían dicho que estaban en condiciones de pagar el 35%. Me parece que fue una chicana no querer pagar el 42%", consideró.

El dirigente de Uatre agregó que "son un par de productores de estos ‘de café’ los que no aceptaron, que hoy lo están pagando y que han vivido toda su vida de subsidios, con el gobierno de Néstor, de Cristina, con el gobierno actual de Macri, y quieren seguir haciendo lo mismo".

Pese a las críticas por la cifra acordada, Alarcón aseguró que los productores están pagando el aumento y que "las primeras liquidaciones que tuvieron los trabajadores nuestros figura el 42% en cada recibo de sueldo".

Tras reiterar que según su criterio "es una chicana" no querer pagar, dijo que “yo no he visto a ningún productor pobre o que no tengan para comer". Además, resaltó que "han sido beneficiados por el gobierno nacional y provincial" porque "tienen subsidios para los remedios, para la poda, siendo que el trabajador rural lo único que tiene es lo que gana en el día".

Federación de Productores

El presidente de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, Sebastián Hernández, participó de la reunión realizada el 4 de febrero pasado en el ministerio de Trabajo de la Nación. En declaraciones periodísticas contó que "se volvió a reiterar la incapacidad de asumir este nuevo aumento" al que calificó de "desorbitante" y señaló que "se planteó la situación que está viviendo el productor". También calificó de "lamentable" la posición de la CAFI, a la que acusó de "traicionar nuevamente a los productores".

Hernández indicó que "ahora resta esperar la determinación del ministerio de Trabajo, que son quienes resolverán si el aumento lo dan en su totalidad" y pidieron una reunión con el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica un acompañamiento para el sector.

En 2018, el sueldo básico diario de un cosechador era de $573,05, mientras que el de un tractorista llegaba a los $644,09. Con el 42% de aumento, el sueldo de un cosechador se eleva a los $1.100 que, una vez efectuados los descuentos correspondientes por ley, se traduce en un salario de entre $820 y $840 por día.