En la noche del próximo sábado se lanzará y pondrá en órbita el Satélite Argentino de Observación con Microondas (Saocom 1A).

Con tres toneladas de peso y una antena radar de 10 metros de largo el nuevo satélite de observación producirá imágenes para el agro y gestión de emergencias. 

Saocom 1A es el quinto satélite hecho en Argentina por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), desarrollado y construido con la participación de empresas y organismos nacionales como la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea), y las empresas Veng e Invap, esta última contratista principal del proyecto.

Con este satélite de observación, Argentina completará el Sistema Ítalo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias a partir de un convenio firmado por entre la Conae y la Agencia Espacial Italiana (ASI).

El sistema de gestión de emergencias que cuenta con 6 satélites permitirá obtener información certera y actualizada de incendios, inundaciones, erupciones, terremotos, avalanchas, derrumbes y deslaves.

Los seis satélites se encontrarán ubicados en órbitas polares a la misma altura, en distintos planos orbitales, de tal manera que el conjunto funcione como un instrumento con un enorme ancho de visión sobre la tierra. Esto permitirá un monitoreo en tiempo casi real, ya que se obtendrá actualización de la información cada 12 horas, especialmente necesario para el monitoreo y seguimiento de la evolución de catástrofes.

El gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck viajará el jueves junto a autoridades nacionales y técnicos del Invap.

Si el tiempo lo permite el Saocom será lanzado por el sábado a las 23.27 por la firma Spacex mientras que el cohete que lo trasladará será el Falcon 9, que ya tiene varias misiones.

Ya en órbita, la operación del satélite recaerá en la Conae (Comisión Nacional de Actividades Especiales), que tiene sede en Falda del Carmen (Córdoba). La construcción, ensayos, traslados, infraestructura y lanzamientos representa un costo de uno 600 millones de dólares.

Ponerlo en órbita llevará hasta 10 días desde el lanzamiento. Después, las pruebas y calibraciones llevarán hasta nueve meses, pero la idea es que empiece a operar en marzo de 2019, con una vida útil de seis años.

En 16 días dará la vuelta al mundo, por lo que podrá tomar imágenes de cualquier sitio. Por día, producirá 250 imágenes. Para funcionar, obtendrá energía mediante paneles solares. Al operar con microondas, produce información durante la noche y los días nublados, una condición que en nuestro país está presente el 60% del tiempo.

La órbita será a 659 kilómetros de la Tierra, a diferencia de los Arsat, satélites de comunicaciones que también construyó Invap, que giran a casi 36.000 kilómetros de distancia.