La Legislatura rionegrina aprobó en general el Presupuesto 2017, caracterizado por la reducción porcentual de ingresos de origen nacional, una fuerte incidencia de la partida de personal sobre el total del gasto, la virtual ausencia de obras públicas y la autorización para varias vías de endeudamiento de corto y mediano plazo por un total de 6.800 millones de pesos.

Votaron a favor de la presentación realizada por el ejecutivo provincial los legisladores de Juntos Somos Río Negro, del Frente Renovador, de la Unión Cívica Radical y de los peronistas Ariel Rivero y María Maldonado. Los 15 votos negativos fueron el resto de los legisladores del Frente para la Victoria.

Tanto Rivero como Maldonado, al igual que lo hicieron en la anterior sesión, durante el tratamiento de los pliegos de bases y condiciones para la renovación del agente financiero provincial argumentaron que lo hacían por expreso pedido de los jefes comunales.

Sin embargo Rivero al hacer mención a los intendentes dijo textualmente “me hago eco de la solicitud de la mayoría de los intendentes” e hizo una distinción, “de aquellos que tienen sus necesidades y requieren de este marco legal financiero, no de aquellos que cacarean en Río Negro y acuerdan en Buenos Aires”, en clara referencia al presidente de su partido y jefe comunal de General Roca, Martín Soria.

El oficialismo justificó el esquema de endeudamiento y déficit en el marco nacional, y volvió a culpar a las políticas de la Casa Rosada por la caída de la coparticipación. Pero defendió la gestión de Alberto Weretilneck y negó que el Presupuesto carezca de obra pública.

La oposición criticó la sub ejecución de partidas que hizo el Ejecutivo en temas sociales. Incluso, ante la dicotomía ajuste o déficit, planteó su temor que exista déficit con ajuste. En ese sentido, advirtió que en el contexto de escasez del presupuesto, ni siquiera se apliquen partidas específicas en programas gubernamentales para financiar deuda o pagar salarios.

Otro punto cuestionado fue la falta de precisión sobre los aumentos de sueldos, ya que del proyecto surge que un 78% estará destinado a gastos corrientes y, de ese total, el 50% será para salarios, no está determinado qué masa salarial mensual implica. Por lo tanto -supone la oposición- Río Negro se ceñirá a la pauta nacional del 17% de incremento en paritarias, al ritmo de los pronósticos inflacionarios anuales de la Casa Rosada.

También surgieron preguntas sobre el destino de los fondos petroleros. A su turno, el presidente del bloque JSRN, Alejandro Palmieri, detalló hacia dónde fueron las partidas que, explicó, mayoritariamente financiaron obras y adquisición de maquinaria, vehículos e instrumentos para la salud.

Palmieri advirtió que “es una contradicción compartir el diagnóstico pero votar en contra”, y pidió seguir el ejemplo del PJ a nivel nacional que acompañó -con argumentos- en diputados el Presupuesto Nacional y citó al senador Pichetto que la semana pasada aseveró “sería una pésima señal que el gobierno no pudiera tener su presupuesto”.

En el tratamiento en particular, Maldonado y Rivero se unieron a la negativa del Frente para la Victoria dando un resultado de 29 a 17 en aquellos artículos que otorgan al Poder Ejecutivo facultades extraordinarias para cambiar el destino de partidas.

También votaron negativamente en particular varios de los artículos los integrantes del bloque del Frente Renovador integrado por Daniela Agostino y Jorge Ocampos.