La tasa al turista establece una escala de 5 a 60 pesos diarios, dependiendo de la categoría del establecimiento hotelero, que el visitante debe abonar en su lugar de estadía y se limita solo a 4 días de alojamiento, es decir que si el turista extiende su permanencia no pagará más.

Los concejales de todos los bloques dieron luz verde a la iniciativa con algunas modificaciones como la de fijar un plazo de 3 años para cobrar esta tasa, que generará unos 55 millones de pesos.

La Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche y la Asociación de Hoteles de Turismo se reunieron en la semana con el intendente Gennuso quien insistió que los ingresos son necesarios para la realización de obras muy necesarias en la ciudad, y posteriormente ratificaron su disconformidad con la medida.

Las entidades señalaron que entienden la necesidad de avanzar con obras públicas, pero discrepan que esos recursos provengan de una tasa que se cobre a los visitantes.

Por eso se pusieron a “disposición para trabajar sobre el tema y acordar otras alternativas”.

Desde ambas Instituciones se estableció como los principales perjuicios de una tasa al turista, que: “se trata de una herramienta que bajo ningún punto de vista fomenta el ingreso de turistas a la ciudad y menos turistas es menos trabajo en la ciudad, generando nuevas barreras al ingreso a los visitantes”.

También apuntaron que los destinos turísticos que compiten de manera directa con Bariloche no tienen ninguna tasa al turista por lo que consideraron que es “una decisión entonces que no fomenta en absoluto la competitividad de Bariloche”.

Remarcaron que con esta medida se “fomenta la proliferación de establecimientos informales, ofreciendo nuevas ventajas al sector ilegal y cargando con nuevas responsabilidades a los que ya afrontan enormes cargas tributarias, problemática que el mismo municipio dice estar trabajando para erradicar”.