Por segunda en vez en la semana debieron cruzarse el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck y el intendente de General Roca, Martín Soria. Primero fue en la presentación del Súper TC 2000 y ayer a la tarde en la inauguración de las nuevas oficinas del Banco Patagonia en esa ciudad. En ambas oportunidades no solo no se saludaron, sino que ni siquiera se miraron, a pesar de tener que ubicarse a escasos metros de distancia.

Por supuesto que el jefe comunal roquense aprovechó cuanto micrófono se le acercaba para criticar al mandatario provincial y sobre todo hablar de la situación económica de la provincia a la que tildó de “calamitosa” y en este caso, en forma despectiva, se refirió a la relación de Weretilneck con la comida.

“Hoy estamos en la apertura de una nueva sucursal de un banco tan importante como es el agente financiero de la provincia y estoy seguro que más de uno de las autoridades del Patagonia, debe estar pensando en este gobernador al que le prestaron 450 millones de pesos en diciembre y todavía no se los devolvió; o en los 332 millones de pesos en Letras que sacó en Mayo, otros 350 millones en junio y otros 500 millones en agosto y ahora en los próximos días piensa endeudarnos a todos los rionegrinos en otros 600 millones”, arrancó diciendo Soria.

En ese momento miró a una mesa ubicada a su lado en la que el gobernador compartía un lunch que se había servido para la ocasión y dijo “mientras este impresentable no para de comer pobrecito, digo porque lo tengo acá en frente, y veo que se traga todos los canapés, se está atragantando“.

Luego de esa afirmación retomó el tema de la deuda provincial y dijo “es decir a fin de año este impresentable que tenemos de gobernador nos va a llevar a una deuda, de 1.950 millones de pesos, estamos hablando de deuda que van a pagar nuestros hijos y nuestros nietos, aunque ahora le llaman Letras, indicó el jefe comunal roquense.

Agregó que “sumando la deuda flotante de 1.000 millones a fin de año vamos a estar rondando los 3.000 millones de pesos de deuda pública provincial. Estamos hablando de deuda que no es para inaugurar hospitales, colegios, escuelas o comisarias, sino que se adquiere para pagar los sueldos”,

Consideró que “es muy peligroso, es calamitoso el estado de la situación económico financiero de la provincia, y a eso le tenemos que sumar el problema productivo que vamos a tener este verano con nuestros chacareros aquí en el valle con grandes empresas que está cerrando y sin embargo, el gobernador sigue paseando y atragantándose con canapés”.

También opinó sobre el pedido de su par de Cipolletti para que esa ciudad sea sede de la audiencia pública por la ampliación de la ruta nacional 22. “Me encanta que el intendente Tortoriello haya tomado conocimiento de la obra de la ruta 22, seguramente le chifló Weretilneck y por eso quiere tomar intervención en algo tan importante para el futuro de los rionegrinos. Me parece buenísimo que el resto de los intendentes del Alto Valle empiecen a tener más participación en defender los intereses de la región y de toda la provincia. Ojalá se sumen a nuestros planteos para defender a sus vecinos”.

Weretilneck, fiel a su estilo, prefirió no entrar en polémica y al ser consultado sobre la relación dijo que “está igual que siempre. Lo importante es que no se vean perjudicadas las comunidades. Nosotros con los roquenses tenemos una excelente relación, podemos llevar adelante una agenda de temas así que más allá de como este ésta relación lo importante es que el gobierno provincial pueda gestionar y llevar adelante su agenda de temas con los roquenses”.