Río Negro
02/05/2016

Encuesta en Río Negro

Preocupan el empleo y la seguridad

Preocupan el empleo y la seguridad | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

"Es notable la carencia de líderes políticos en todos los partidos". Esa afirmación, contundente, resulta de las conclusiones de un estudio de opinión pública que midió la imagen de dirigentes rionegrinos.

La muestra a la que tuvo acceso vaconfirma.com.ar también indica que el ánimo de la población no es bueno, que crece la preocupación por el empleo y que hay temor por la pérdida de puestos de trabajo. Hay contradicciones entre el futuro del país y la provincia. A nivel nacional, Cristina mejor que Macri.

La encuesta indica que el gobernador Alberto Weretilneck tiene una imagen positiva que supera el 50% en toda la provincia, dato que se reitera cuando ese muestreo es por ciudad, variando (siempre con tendencia en alza) la región. Incluso, en Roca, donde tiene el peor registro, supera el 40%.

Al gobernador se le reconoce el recorrido permanente por todas las ciudades pueblos y parajes de la provincia, y el vínculo con la gente, un gesto que indica cercanía.

El efecto W barre con cualquier dirigente de Juntos Somos Río Negro (JSRN). Está tan asociado su nombre a la gestión de gobierno y al liderazgo de ese espacio, que ningún otro integrante -excepto Pedro Pesatti- está siquiera cerca de los 10 puntos porcentuales. El caso del vicegobernador está asentado en la capital provincial, lugar en el que logró revertir una mala imagen. Y tiene proyección provincial.

Un Ministro siempre dice: “Alberto sobrevuela”. La ventaja que este funcionario le atribuye al gobernador es que está por encima de las internas. Si se recorren las ciudades de donde provienen los dirigentes más encumbrados del oficialismo, puede notarse un permanente tironeo. Por caso, en Roca se disputan el liderazgo el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo (que busca ser el candidato a diputado nacional en 2017), el presidente del bloque, Alejandro Palmieri, y la legisladora Tania Lastra quien, por las dudas, ya lanzó su candidatura a intendente para 2019. En un recorrido por otros distritos, se advertirá que ese estado de situación es moneda corriente. Quizás, eso de “jugar a la chiquita” impide que hoy, casi ninguno incida en una medición provincial.

Para JSRN estos datos pueden ratificar la idea que circula en algunos ámbitos de intentar habilitar un nuevo período electoral para Weretilneck. Ese es un debate (por ahora solapado) en el oficialismo. Otros, prefieren construir al sucesor, entendiendo que hoy no están dadas las condiciones políticas ni al ánimo social para forzar una re-re.

De todos modos, y en perspectiva, el espacio tiene ventajas comparativas: la gestión, y una oposición diluida.

El estudio fue confeccionado por la consultora Vignoni y asociados y circula por exclusivos despachos del gobierno nacional y alguno del provincial. La figura de Martín Soria es excluyente en el PJ (Partido justicialista). El intendente de Roca mantiene una muy buena imagen en todo el Alto Valle, pero fue perdiendo fuerza en el resto de la provincia. El ex candidato a gobernador, Miguel Pichetto, prácticamente ha caído a niveles de dirigentes menores. La única figura que emerge con una potencialidad diferente, es la senadora Silvina García Larraburu.

El diputado de cambiemos Sergio Wisky tampoco mide. Y por ahora, ningún dirigente del macrismo rionegrino está en condiciones de “salir a la cancha” por el grado de desconocimiento que aún registran. Sus socios, la UCR, atraviesa por una situación compleja ya que la valoración del partido en general es mala, al igual que la de los integrantes de la conducción.

Pero la Casa Rosada tiene otra preocupación: la gestión de Macri. El presidente no supera el 30% de imagen positiva en apenas cuatro meses de gestión. Las medidas macroeconómicas no han impactado favorablemente en el sector productivo, ni han generado la esperada reactivación de las economías regionales. Ello, sumado al aumento de tarifas, alimentos y combustibles, el crecimiento mensual de la inflación, y la ola de despidos, provocó que hoy el mandatario nacional tenga un 40% de imagen negativa. La contracara es Cristina Fernández de Kirchner que sigue siendo la política nacional con mejor imagen: 33%.

El contraste es la gestión provincial. Si bien el ánimo de los rionegrinos no es bueno, ven mejor la situación local, y auguran un buen futuro a la provincia. Un dato que se contrapone cuando la consulta es a nivel país. Incluso a nivel personal.

La contradicción es difícil de explicar. Gente que avizora un panorama propio y de país complejo, cree que Río Negro mejorará.

La seguridad sigue al tope de las preocupaciones de los rionegrinos, pero en segundo lugar se ubica la falta de trabajo y el miedo a perder el empleo. En el único lugar que esa variable se invierte, es en Viedma.

En cuanto a los territorios, los intendentes con mejor imagen en sus localidades son los de Roca, Martín Soria, Catriel, Carlos Jhonston, y Los Menucos, Mabel Yahuar. Los peores son los de Cipolletti, Aníbal Tortoriello y de Bariloche, Gustavo Gennuso, que decayeron desde las elecciones considerablemente en la opinión de sus vecinos. Un caso similar es el de Viedma, donde el intendente José Luis Foulkes disminuyó la valoración, pero no tiene una imagen negativa alta.

Aún resta mucho para llegar a la elección de 2019. Y el desafío para todos los partidos, alianzas y frentes es construir liderazgos. Hay un evidente desconcierto político y una falta de capacidad para leer el escenario político actual y prever el futuro.

El oficialismo deberá optar por una estrategia alternativa a la imagen de Weretilneck sino pretende agotarse en su figura, más allá de conseguir o no una puerta a la re-relección. El objetivo que se trazó Juntos Somos Río Negro es la construcción de un movimiento provincial capaz de gobernar -al menos- por los próximos 20 años. Se trazaron paralelos con el Movimiento Popular Neuquino y otros esquemas de poder provincial desatados de estructuras nacionales.

Para Cambiemos el desafío es mayor porque deberá construir a imagen y semejanza del gobierno nacional, y está atado a la suerte política de Mauricio Macri.

El peronismo aún no pasó esa frontera. No se trabaja con espíritu frentista. Y por ahora, la dirigencia no tiene espíritu de cuerpo.

29/07/2016

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