Oscar Rossi, integrante del Consejo asesor económico social y de planeamiento (Caesyp) del municipio de Neuquén indicó que el “problema urgente es tomar conciencia y empezar a trabajar” porque la “situación ambiental es grave, los derrames de cloacas en la ciudad son permanentes en todos lados”.

Explicó que desde Fundagua, fundación que Rossi integra y el Caesyp, pidieron al Concejo Deliberante que se “declare a la ciudad en estado de emergencia sanitaria y pluvioaluvional por la cantidad de derrames de cloacas y la falta de agua potable en algunos barrios”. 

La emergencia en materia sanitaria, “significa poner delante de cualquier tipo de obra que se pueda hacer, la necesidad de solucionar los problemas de salud y ambiente de la población” explicó Rossi. La idea es “no destinar partidas a obras, salvo las de mantenimiento elemental, que no fueran a  solucionar el tema cloacas y agua potable. No gastar dinero en parquímetros para motos o en la fiesta de la Confluencia; no podemos estar festejando cuando el 80% de la ciudad en el año 2014 estuvo inundada por desborde de cloacas”, consideró.

El intendente de la ciudad Horacio Quiroga tiene la obligación de responder a los proyectos que presenta el Caesyp sobre la ciudad, aunque Rossi aclara que “no tenemos diálogo, nos ignora permanentemente, para él no existe la ciudadanía expresada en el consejo asesor municipal”. 

“Tuvimos que hacer una reclamación administrativa ante la justicia, que el intendente perdió y realizó una apelación que también perdió; y estamos prácticamente a dos días que se venza el plazo para que le conteste al consejo asesor qué va a hacer con las propuestas”.

Agregó que “con este criterio autoritario rayano con algunas ideas políticas internacionales que motivaron una guerra grande, la última mundial que hubo, no se puede vivir; ese tipo de actitudes son perjudiciales para todos”.

Rossi planteó que el agravante ambiental en Neuquén es provocado “principalmente por los continuos derrames de cloacas y en algunos barrios, por la falta de agua potable”.

“Es un responsabilidad compartida entre el Epas y el municipio”, dijo y explicó que “las roturas son responsabilidad del Epas, pero la responsabilidad final es del intendente, lo dice la carta orgánica, porque si el que tiene el servicio concesionado no lo hace bien, entonces hay que ponerse los pantalones largos y tomar un decisión que no siga jorobando a la gente”.

Para Rossi hay una situación de incumplimiento de los deberes de funcionario público con respecto a la regularización de las tomas en la ciudad  porque “hay una ordenanza de regularización dominial que preveía un trabajo de identificación, de clasificación y de reubicación” que no se está cumpliendo.

El integrante de Caecyp se presentó la semana pasada en la comisión de Medio Ambiente del Concejo Deliberante para insistir en el reclamo de tres proyectos de ordenanzas que plantean estos temas y que aún no tuvieron respuestas.

Otro gran inconveniente que plantea Rossi en la ciudad es el de la urbanización y las inundaciones.

“El daño difuso, extendido es el más grave”, expresó Rossi y aclaró que el “el 80% de la ciudad estuvo inundada en el 2014 con agua de lluvia mezclada con la de las cloacas, porque hay cloacas conectadas a pluviales y viceversa. Entonces cuando el agua cae en semejante cantidad, rebalsa”. Por este motivo “el 80% de la ciudad está en riesgo sanitario”.

“Hay informes que dicen que la inundaciones se pueden volver a repetir de la misma forma o peor, en cualquier momento” por lo que no cuentan “las estadísticas de que puede pasar cada tantos años”.

Lo que solicitan desde el Caesyp es la revisión completa del sistema pluvial (el que se utiliza para encauzar la lluvia) ya que el primer plan pluvial data de 1976, después de la inundación que hubo en la provincia y que causó 20 muertos, y el segundo se hizo en el 2001. Rossi aclaró que  “este plan determinó que en las zonas donde el agua se concentra en la meseta antes de bajar había que  revegetar y reforestar, para evitar que el agua bajara con rapidez a la ciudad y en esas zonas casi el 80% está urbanizado, de vegetación no hay nada”.

Consideró fundamental que se declare la “emergencia sanitaria” para solicitar que el municipio  “interceda ante la provincia y que juntos encaren este tema, mediante la asignación de las partidas presupuestarias y que sean destinadas a la eliminación de los problemas de cloacas y agua; porque la obligación de cualquiera de los gobiernos es velar por la salud de los ciudadanos”.

Rossi explicó que en el año 86, el departamento de Geografía de la Universidad del Comahue “hizo un estudio que culminó en lo que se llama la “Carta de oferta de tierras”, que marcaba muy claramente dónde se puede y dónde no se puede construir”. “Cerca de un 70%, 80% de la urbanización se hizo donde no se debe”, sentenció.