El intendente Horacio Quiroga anunció esta semana que agosto es el “mes del presupuesto” y es de lo “único que se va a hablar” en la municipalidad. En el Concejo Deliberante, los distintos bloques tienen una visión distinta de las prioridades que se deben establecer, aunque todos consideran que es una herramienta política donde se pone en juego qué se va a hacer con el municipio.

Francisco Sánchez, presidente del Bloque Pro – Nuevo Compromiso Neuquino – El Frente y la Participación Neuquina, considera que el presupuesto “es fundamental, no es simplemente una formalidad como fue durante mucho tiempo para el gobierno nacional, y como lo es históricamente para los gobiernos del MPN, que siempre lo ha utilizado como una decoración y mandan a sus diputados a que levanten la mano, pero sin que haya una discusión”.

“Las características del presupuesto del Ejecutivo tienen que ver con las características de las gestiones de “Pechi” Quiroga, que están basadas en las necesidades de obra pública que tiene la ciudad” indicó Sánchez, quién aclaró que “muchas veces se lo critica porque le falta contenido social, pero no hay nada que iguale más socialmente que la obra pública”.

Sebastián Gamarra, de Propuesta Ciudadana, considera que el municipio tiene superávit fiscal porque no ejecuta las obras que planifica en su presupuesto. “Hice un estudio comparando el superávit contra la subejecución de obra públicas y hay una relación directa” explicó. “Más del 70% del superávit que está teniendo el municipio son por obras que no se ejecutaron. Si a esto le quitamos la inflación, estos porcentajes son mucho mayores. Estamos comprometiendo recursos para un plan de obras públicas que después no se ejecutan”.

Fernando Schpoliansky, del bloque Une – Neuquén Puede indicó que las expectativas para este año “son buenas considerando las ejecuciones anteriores de los presupuestos” y con respecto a la subejecución de obras públicas aclaró que “no es que uno aprueba un presupuesto y se ejecuta un 100%, eso en la realidad no existe”.

Explicó que “es lógico que eso no se dé porque una obra trasciende un ejercicio económico. La parte que vos ejecutás es la que corresponde al año fiscal en curso, pero las partidas quedan asignadas de modo tal que cuando sigas ejecutando la obra, en el transcurso de dos o tres años, vos ya tenés la reserva presupuestaria hecha, por eso cuando uno hace un corte al 31 de diciembre, muchas obras aparecen subejecutadas”.

La concejal por Libres del Sur Mercedes Lamarca, también criticó “la línea que tiene el intendente, que presenta un presupuesto grande en obra pública y después se subejecuta; es lo que viene pasando en los últimos 4 años”. Y agregó que “la promesa de la obra pública es mentirosa porque viene subejecutándolo año tras año, en un promedio del 60%”.

Sánchez aclaró que “hay cuestiones técnicas que generan el superávit, por ejemplo, cuando vos le destinás un determinado monto a una obra y tiene un plazo de ejecución que excede el año calendario; del año pasado a este año tuvimos cerca de 30 obras que se realizaron en los dos períodos”.

Reconoció que “hubo obras que en algunos casos no se realizaron, por procedimientos administrativos o cuestiones  técnicas, pero son las menos”. “No siempre las obras públicas que se presupuestan dependen solamente del municipio, dependen de una variedad de cosas, como el impacto ambiental o la autorización de otras autoridades, como la AIC o Cordineu, pero al municipio le interesa ejecutar las obras”, dijo Sánchez.

Para Gamarra, los estudios que realizaron indican que “hay obras que se vienen repitiendo año a año, las ponen en el presupuesto y no las ejecutan; y hay muchas que se van ejecutando a un ritmo muy lento”. Y aclaró que “son un montón”. Considera que “esto tiene que ver con la gestión, si se gestiona bien o mal, porque en el año 2015 hubo un superávit de 193 millones y lo que se dejó de ejecutar fueron 140 millones, la plata estaba y no se ejecutó la obra”.

Luis Durán, del FyPN coincide en que “el tema de la subejecución tiene que ver con el tiempo que demoran las obras en realizarse y la inflación. No es todo tan lineal. Y después hay un problema político porque se van buscando prioridades y hay obras que se han presupuestado y no se realizaron”.

Para Schpoliansky “la crítica puede ser cuando reservás presupuestariamente y no ejecutás nada. Me da la impresión que el grado de ejecución que tiene el municipio neuquino es acorde con el grado de evolución y de certificación de las obras que se van realizando. No es que exista una subejecución porque no se realizan las obras sino porque van llevando un tiempo determinado dentro del ejercicio fiscal”.

El presupuesto 2016 fue de 2500 millones de pesos, y las estimaciones indican que el presupuesto 2017 va a ser de alrededor de 3200 millones, lo que implica un 30% más de ingresos para el municipio. Sánchez considera que “los superávit han venido muy bien, con el del año pasado se pudo asegurar el aumento para los empleados del sindicato de trabajadores municipales de Neuquén, por lo tanto, da previsibilidad”.

Pero Gamarra considera que “a diferencia de una empresa privada el fin del estado no es obtener beneficios, es ejecutar el presupuesto. En una empresa privada necesitas distribuir utilidades a los accionistas. En el estado la eficiencia la lográs cuando gastaste todo el presupuesto, porque es lo que vos te comprometiste a hacer. Si tenés superávit es porque hay algo que dejaste de cumplir”.

Schpoliansky cree que “el superávit presupuestario le permite tener cierta previsibilidad sobre cuestiones imprevistas, como los mayores costos en las obras por el proceso inflacionario en marcha que genera ciertas distorsiones en las contrataciones, y permite planificar de otra manera que si tuvieras un presupuesto deficitario como tiene el gobierno de la provincia”.

Como estipula la carta orgánica, antes del 31 de octubre de 2017, el poder Ejecutivo tiene que presentar el proyecto de presupuesto para su tratamiento en la comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuentas del Concejo Deliberante. En el marco de la comisión, van a invitar al intendente Quiroga y a los diferentes funcionarios para que expliquen cuál es el plan de gobierno y para que se puedan realizar los aportes correspondientes.

Sánchez explicó que desde el oficialismo le prestan atención a lo que proponen “otras fuerzas políticas” y a los requerimientos “de la sociedad civil” para pensar al presupuesto.

Sobre este punto Lamarca aclaró que “la vez que fuimos invitados a discutir una modificación del presupuesto para poder acompañarlo nos llevamos un fiasco muy grande porque todas las obras que propusimos y se incorporaron en el presupuesto no fueron realizadas”. “Hubo un incumplimiento de lo que habíamos acordado”, remarcó y “tenemos poca confianza de que podamos, desde las propuestas, modificar el pensamiento que tiene Quiroga”, sentenció Lamarca.

En el presupuesto es donde se ponen en juego las diferentes miradas sobre el municipio, lo que se quiere priorizar y las diversas formas de evaluar las necesidades que tiene la ciudad. Quiroga dijo en declaraciones recientes que “todo lo que está dentro del presupuesto existe y lo que está fuera no existe”.

Sánchez aclara que la gestión de Quiroga “siempre tuvo un presupuesto para deporte, actividades sociales, culturales, recreativas pero no tiene la trascendencia que tiene la obra pública, porque esta ciudad tiene enormes necesidades de infraestructura, ya que es una de las ciudades que más ha crecido en los últimos años”.

Durán pone el eje para el futuro en la necesidad de “profundizar la política de regularización de tierras y asentamientos, porque existen barrios consolidados desde hace años, que siguen esperando que se solucione ésta situación”. “Según la secretaría de tierras hay 26 asentamientos en lugares no aptos, por lo que la urbanización de los mismos es una política fundamental”, argumentó y planteó la necesidad de continuar las obras “para los barrios con las necesidades básicas insatisfechas como gas, agua, cloacas”. “También es necesario fortalecer partidas presupuestarias para el deporte y la cultura, sobre todo en los barrios más numerosos y alejados del centro de la ciudad que necesitan espacios para desarrollar estas actividades”, concluyó.

Lamarca destaca que la línea del oficialismo es la de destinar “pocos fondos a la cuestión cultural y social” y resume la impronta de la gestión del intendente como “muy concentrada en determinadas zonas del municipio y con falta de inversión en otras”. “Hay un proceso de regularización de tierras atrasado, un sub mundo neuquino que vive una realidad absolutamente distinta y que son ciudadanos de segunda porque no se los incorpora ni a través de los servicios, ni acceden a la posibilidad de la vivienda digna, ni a la conectividad, ni del esparcimiento, del espacio público; es decir, al Neuquén pujante que anuncia con bombos y platillos el intendente”, concluyó Lamarca.

Para Schpoliansky “dentro de la obra pública la ciudad sigue necesitando desarrollo de infraestructura básica, es decir, cloacas, obras pluvioaluvionales, seguir construyendo asfalto, cordón cuneta; todas esas obras que transformen definitivamente la calidad de vida de los vecinos de Neuquén.”

Tanto Karina Montecinos de Ari - Coalición Cívica como el bloque del MPN expresaron que van a aguardar la presentación formal del presupuesto para realizar un análisis y opinar al respecto.

Andrea Ferracioli, presidenta del bloque del MPN, indicó que van a evaluar “el detalle de las obras que se prevé ejecutar durante el ejercicio 2017, ya que hemos visto que se repiten año tras año” y aclaró que espera que se “fortalezcan las políticas de inclusión como deporte, cultura, espacios recreativos y de aquellos sectores como zoonosis, donde se evidencia la necesidad de recursos”.