“El papa está muy preocupado por la situación social del país, por los tarifazos, los despidos, la falta de trabajo; por esta política que implementa el gobierno nacional, que él no comparte” y “ante eso sería una incoherencia grave recibir la donación”. Así se expresó el cura Ruben Capitanio sobre el pedido de Francisco a los directivos de Scholas Ocurrentes de que devuelvan los 16.666.000 pesos que el gobierno nacional había aportado a esta fundación pontificia.

No obstante, Capitanio dejó en claro que este gesto del papa debe pensarse dentro de un marco más amplio que tiene que ver con la necesidad de la iglesia de ganar independencia de los poderes políticos y de los gobiernos.

“No se puede reducir este hecho a un rechazo de una donación hecha por el presidente Macri, se debe enmarcar en la búsqueda por parte de la iglesia de mayor independencia del poder político”, apuntó el sacerdote en declaraciones a .

El responsable de la Pastoral Social del obispado definió la política del actual gobierno como “neoliberal” y rechazó la teoría del “derrame”. “Ese sistema ha fracasado en todos lados, no se sabe si es porque no rebalsa o porque cada vez se agranda más la copa, entonces nunca llega a rebalsar. Los pueblos donde se ha aplicado este sistema se han empobrecido más”, aseguró.

Capitanio recordó que el papa define al neoliberalismo como “contrario a los principios cristianos; porque el dinero, el capital, la riqueza están por encima de las demás cosas; es una política donde el centro no es el ser humano”.

Destacó la importancia que tiene el Estado y la necesidad de que se ocupe de defender a los sectores más postergados de la sociedad. “No está para que los empresarios ganen bien, está para que todos los sectores vivan con dignidad. Los sectores del poder económico se cuidan solos, y el Estado tiene que cubrir a aquellos que no se pueden cuidar solos, que son los más vulnerables” indicó Capitanio y destacó que “esos son los criterios cristianos que este gobierno no está implementando”.

También advirtió sobre algunas actitudes que tienen funcionarios como el presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, quién dijo que “todos tienen plata fuera del país”, o el ministro de Energía, Juan José Aranguren, que conserva sus acciones de Shell aunque cumple una función pública.

“Me parece una provocación, una siembra muy peligrosa cuando el presidente del Banco Nación dijo que todos tenemos plata afuera, justificando la plata que él tiene afuera del país. Me parece que es sembrar la violencia, como si se quisiera provocar a los sectores que la están sufriendo para que reaccionen frente a semejante provocación”.

Capitanio aclaró sostuvo que “está en juego la paz social si el Estado permite este saqueo al bolsillo de la gente”. Y dejó pendiente la pregunta sobre lo que puede ocurrir si suceden desmanes o saqueos. “¿Va a ser un delito o defensa propia?”, se preguntó.

Explicó que, debido al “indudable impacto de las políticas de Macri”, está participando en las protestas para enfrentar medidas que afectan el bolsillo de la gente como la convocatoria a las marchas contra el tarifazo que se organizan en Neuquén.

Contó que en su labor pastoral le toco vivir últimamente el caso de una persona mayor que, debido a la estrechez económica, debe elegir qué medicamento deja de comprar, y el de un niño de cuatro años que recibió como un presente extraordinario una caja de leche.

“La gente se merece vivir bien y las medidas que se van tomando desde el gobierno afectan, ya no el bienestar, sino la mínima dignidad que todos tenemos derecho a tener”, finalizó.