Dos empleados de la empresa Moldeados Argentinos S A (Molarsa) denunciaron que sus patrones “adulteraron el reloj de entrada” para modificar sus haberes.

Los trabajadores de la empresa radicada en el Parque Industrial cortan desde la mañana la ruta 7 en el sentido Centenario Neuquén, a la altura de la comisaría 20 en señal de protesta.

La policía habilitó un desvío de 300 metros por la calle 1 y la protesta va a continuar hasta el mediodía.

Julio Cárdenas y Oscar Llanao, dos de los empleados de la firma, explicaron que la firma “tiene un libro de registro llamado “histórico”, que no se corresponde con lo que en realidad trabajaron porque les “adulteraron las fichadas”, que se realizan de manera digital.

El conflicto continúa tanto en la calle como en los despachos de la subsecretaría de Trabajo. Al despido de Maximiliano Poblete, que los trabajadores consideraron injustificado, se le sumó este mes el descuento de hasta un 50% en sus salarios, tras casi tres semanas completas en las que los trabajadores cumplieron sus tareas a reglamento.

Al recibir sus recibos de haberes correspondientes al mes de mayo, los trabajadores detuvieron la producción y buscaron reunirse con el gerente de recursos humanos de la empresa, Marcelo Arias, quien los citó a un encuentro en la subsecretaría de trabajo.

La reunión fracasó porque sólo asistieron los trabajadores y el conflicto se agudizó. Hoy volvieron a la ruta y mantienen un corte parcial hasta el mediodía.

dialogó con Cárdenas y Llanao, dos trabajadores de la empresa que denunciaron que les entregaron los recibos de sueldos y les “adulteraron las fichadas, que son con el dedo”, de tal modo que “los que ingresaron a las 22 horas, y que terminarían a las 6.00 del día siguiente”, figuran con un horario de salida distinto, “a las 03.00 de la madrugada”.

Cárdenas explicó que “de trabajar las 8 horas como corresponde, nos descontaron entre y cuatro horas por día”.

“Nos explicaron que tomaron esa decisión porque no había colaboración y nosotros trabajamos las 8 horas, solo que lo hicimos a reglamento”, detalló.

Llanao dijo que la empresa les entrega habitualmente “las copias de los ingresos y salidas de cada uno, entonces con eso podemos constatar las horas que luego figuran en nuestros recibos de sueldos. Ellos manipularon esos datos porque los registros que nosotros hacemos de entrada y salida van a recursos humanos y ahora no coinciden con lo que figura en los recibos”.

El detalle de sus haberes viene “con separación y discriminación de las horas, si son diurnas, nocturnas o de fin de semana”.

De este modo, según Cárdenas, los empresarios “adulteraron el reloj de entrada”. Explicó que “la empresa tiene un libro de registro llamado “histórico”, donde constan las horas que trabajamos y sirve de control”.

“Ellos dicen que, como nosotros le bajamos las “expulsiones” a las máquinas, ellos nos descuentan el 30% por la producción caída, pero eso es mentira porque no nos pagan producción”.

Molarsa fabrica cartones para envasar frutas, paltas y huevos. Está instalada un predio de 4 hectáreas, con instalaciones edificadas por 9.000 m2.

“Con el cambio de gobierno y la eliminación de retenciones a la exportación, se vieron favorecidos porque han vendido mucho a Chile”, sostuvo Cárdenas.

Los trabajadores reconocieron haberle bajado el ritmo de producción a las máquinas, ya que “trabajan exigidas”.

“Algunas máquinas trabajan a 38 expulsiones (por minuto) y otras a 25. Ellos quieren que las máquinas trabajen todas a 39, y nosotros las bajamos a 30”, ya que “la sobre exigencia de las máquinas produce accidentes como el de maxi, porque los compañeros hacen todo a mano, se lastiman la espalda por el aumento de trabajo”, sentenciaron.

“Por los ritmos de trabajo de las máquinas y la mala calidad de trabajo que tenemos ahí, ya que todo lo que se produce lo recogemos, lo embolsamos, lo “paletizamos” todo a mano; sufrimos accidentes innecesarios cuya responsabilidad es de la empresa”, concluyeron.