En julio de este año, más de 250 huevos fósiles de aves, dinosaurios y reptiles que vivieron hace 85 millones de años fueron hallados en el campus que pertenece a la Universidad Nacional del Comahue (UNC), mientras se realizaban movimientos de suelo para la construcción de un edificio.

Sobre este hallazgo, el director provincial de Patrimonio Cultural, Carlos Cides, contó que "empezamos con cinco huevitos, cuando se hizo el primer relevamiento. Ahí interesamos a un paleontólogo de la universidad para que interviniese y ahora ya van más de 250 unidades".

En diálogo con , señaló que "estamos tratando que se proteja el sitio, que sea materia de investigación y que los chicos (estudiantes) puedan ver in situ un sitio paleontológico por excelencia para poder desarrollar sus trabajos de investigación".

En este momento, desde la Dirección de Patrimonio Cultural trabajan en conjunto con el Arquitecto y Vicedecano Facultad de Ingeniería de la UNC, Dante Di Fiore, para poder avanzar con las obras previstas pero resguardando el sitio.

En ese sentido, Cides adelantó que estudian construir el edificio sobre el lugar de los hallazgos, colocando un piso de vidrio que permita ver el terreno original.

"La obra no está parada sino que seguimos levantando huevos y yo necesito que ellos tomen conciencia que eso existe y debemos protegerlo. Eso es lo que nos indica la ley y para eso estamos nosotros como autoridad de aplicación", señaló.

La provincia de Neuquén cuenta con una enorme riqueza paleontológica y arqueológica que es considerada Patrimonio de la Humanidad. El Estado es el responsable de proteger su existencia, ya sea en el sitio donde está o, si se extrae del suelo, debe quedar un registro minucioso para que sea accesible a los fines de la investigación científica.

Cuando alguien encuentra en Neuquén un hueso, un fósil o algún elemento que puede ser de interés patrimonial, debe hacer la denuncia en la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural. Así lo establece la ley provincial 2.184, que busca proteger el patrimonio histórico, arqueológico y paleontológico neuquino.

Si quienes hacen el hallazgo son investigadores, gestionan un permiso ante la Dirección para poder actuar en el territorio. De lo contrario, ese organismo debe arbitrar los mecanismos para que se realicen los estudios pertinentes.

En agosto de este año, un equipo comandado por el paleontólogo Juan Ignacio Canale, de Villa El Chocón, comenzó con trabajos de rescate de los restos fósiles de un dinosaurio herbívoro hallados a la vera de la ruta nacional 237.

Hasta ahora, se sabe que se trata de un saurópodo que vivió hace unos 96 millones de años, que el esqueleto está completo y que pasará a ser exhibido en el Museo Ernesto Bachmann de El Chocón.

Cuando encontraron los restos, los investigadores gestionaron el permiso y ahora trabajan en la etapa de levantar el material del lugar y realizar los informes correspondientes.

Cada pieza encontrada debe ser catalogada, se le asigna un número de colección, que en este caso será de El Chocón. Una vez elevados esos informes, desde la Patrimonio Cultural realizan el registro del hallazgo, que consiste en el armado de una ficha donde se vuelcan todos sus datos y característica, que luego es remitida a las autoridades nacionales para ser incluida en Registro Único de Bienes Culturales.

Allí queda disponible para consultas de investigadores de todo el mundo. "Este lunes llega un paleontólogo que quiere ir a Barreales, donde hay un terópodo, que es un carnívoro que tiene una característica especial. Y es holotipo, que es cómo se designa al primero de la especie", contó Cides. Este investigador será recibido por un paleontólogo local que le mostrará el material disponible.

Mayor promoción turística

"Para nosotros la paleontología y la arqueología de Neuquén son motivo de turismo. La idea es, con nuestro trabajo aportar la parte técnica, los informes en las colecciones, para que puedan recibir al público en los museos", contó Cides.

En la provincia hay actualmente cuatro museos arqueológicos y ocho museos paleontológicos. Si bien décadas atrás el turismo paleontológico en la provincia estuvo en auge, la falta de infraestructura y de promoción hizo que se vaya diluyendo el interés en la materia.

"No todo el mundo es asiduo a estos museos. Tenés que tener una preparación especial o un interés particular", avaluó Cides y contó el caso de un hombre que viajó desde Buenos Aires con su nieta de 5 años hasta Plaza Huincul porque "quería conocer los dinosaurios".

"El hombre reservó un hotel en Plaza Huincul y trajo a la nena a conocer los dinosaurios. Cuando llega, el museo estaba cerrado e hizo una carta documento que salió en el diario. Yo me contacté con él y lo invité, porque defraudar a un niño en ese tema para mí es gravísimo. Lo invité a llevarlo a El Chocón, a Rincón, a lugares donde estaban abiertos, porque Plaza Huincul lo tenía cerrado porque se llovían los techos", detalló.

Si bien la visita no se pudo concretar, quedaron en contacto para hacerlo más adelante.

"Si un chico se interesa en nuestra tarea y después la estudia, nosotros decimos que ya está cumplida nuestra misión", concluyó Cides.

Consultado sobre la falta de desarrollo del turismo paleontológico, que se traduce en problemas de infraestructura como el del museo de Plaza Huincul, dijo que desde el Estado trabajan en generar infraestructura hotelera en los lugares cercanos a los sitios arqueológicos y paleontológicos, y mencionó las hosterías de Huinganco, Las Ovejas y Varvarco.

Agregó que "en el Parque Arqueológico de Colomichicó (en el norte neuquino) hicimos los servicios. Abajo hay un pequeño restaurante, una pequeña oficina de atención al público, y ahí tenemos guardias para que nadie vaya a romper".