La nueva deuda que propone el gobierno de Omar Gutiérrez sale con fritas cocinadas en aceite quemado, un plato bien dañino para la salud, en este caso para la salud de las finanzas públicas.

Con las ventanas que ofrece el reglamento del parlamento ("dentro de la Constitución, todo" cantó días atrás a el jefe del bloque del MPN Maximiliano Caparroz), y con artilugios a los que se echa mano cuando la incapacidad para construir consensos de mayoría es evidente, el oficialismo logró ayer emitir despacho favorable para tratar mañana en el recinto la autorización de un endeudamiento adicional por 12.800 millones de pesos.

Como era sabido, dos representantes que militan en la oposición con piel de cordero, Mariano Mansilla que integra el Frente de Todos en representación de un partido provincial, y José Muñoz de la Democracia Cristiana, le permitieron al MPN en la comisión de Presupuesto avanzar con el proyecto hacia el recinto.

Con este nuevo cheque que una Legislatura dividida le brindará a Gutiérrez, la provincia podrá endeudarse este año por un monto que supera en un 60% al presupuesto de Salud y que será apenas un 6% inferior al previsto para Educación.

A los recursos ya autorizados por presupuesto 2021, que incluyen un tope de 23.120 millones de pesos para tomar fondos en los mercados financieros, más otros 8.500 millones con organismos multilaterales de crédito para obras específicas, se sumarán los 12.800 adicionales que el gobierno dice que son imprescindibles para pagar el último aumento acordado con gremios que agrupan a trabajadores y trabajadoras del Estado, del 53%.

La cifra final de la megadeuda 2021 quedará entonces en 44.420 millones de pesos, similar a todo el presupuesto del 2017. ¿Es mucho, no? Y en tren de comparaciones, este número contrasta fuertemente con lo pautado para Salud este año (27.900 millones de pesos), o con Educación, que tiene una previsión de recursos por 47.400 millones de pesos.

La deuda ya era importante antes de este nuevo capítulo que se terminará de escribir mañana en el recinto: en el presupuesto de este año, el tema sumó una docena de artículos sobre un total de 47 que tiene la ley.

La oposición intentó hacer una pausa reflexiva sobre el endeudamiento encadenado y creciente de los gobiernos del MPN, con la sospecha, sobre bases reales, de que hay indicadores positivos de la economía que demuestran mejoras mes a mes en los ingresos, y que este gobierno, como los anteriores, subvalúa los recursos para mantener un cómodo margen de maniobra. Además este es un año electoral, y como todo el mundo sabe, y si no se puede leer aquí, el MPN siempre gasta más en tiempos de votación.