- Psh. Psh. Psh.

- …

- Sí, acá. Acá. 

- ¿Qué hace ahí metido?

- Cumpliendo la voluntad popular, qué otra cosa puedo hacer.

- Precisamente, usted era el vocero del presidente anterior, no del actual.

- Mauricio dijo que íbamos a ayudar. Y aquí me tiene.

- ¿Y cómo va a ayudar metido adentro de un canasto de la mudanza?

- ¿Vio que iba a funcionar?

- ¿Qué cosa?

- El truco del canasto. Se lo dije el miércoles pasado. Los de la mudanza se llevaron todos menos este. 

- Pero…

- Cúbrame con la frazada que ahí vine Ginés y capaz que se aviva.

- …

- ¿Ya se fue?

- No hay nadie.

- ¿Se da cuenta la diferencia, no? Con Mauricio esto era un ulular permanente y ahora sacaron hasta las rejas de Plaza de Mayo.

- De qué me habla, si acá siempre estábamos usted y yo. No venía nadie.

- Un ulular de patrulleros, carros de asalto, Gendarmería… Hasta seguridad privada había. En fin... querían populismo, tienen populismo.

- No me parece serio que…

- A mí tampoco, pero calma argentinos que más temprano que tarde volveremos.

- ¿Volveremos?

- Volveremos a ser como Chile, que no panda el cúnico.

- ¿Hace menos de 24 horas que dejó el gobierno y ya quiere volver?

- Yo no, Mauricio. Es que la gente lo sacó en andas de la Casa Rosada. ¿O ya se olvidó?

- El acto con que se despidió el ex presidente es una cosa y otra muy distinta es que vaya a…

- ¡Shhh! No levante tanto lo voz que se van a avivar. 

- Yo no estoy para encubrir a nadie.

- Ojo que ahí viene Solá. Tape el canasto que si me ve, me deportan a Venezuela.

- …

- ¿Ya se fue?

- ¿Se va a pasar el día ahí?

- ¿¿¿¿El día???? No sabe la alegría que me da, creí que se quedaban cuatro años…

- ¿Pensaba quedarse ahí metido todo el gobierno de Alberto Fernández?

- Dígalo más fuerte así se entera todo el mundo.

- Es un disparate, lo van a descubrir.

- ¡Pamplinas! No hay sacrificio que sea suficiente para defender la república.

- ¿Qué república?

- La república de La Boca. Primero fueron las PASO, después las generales y ahora Boca Juniors. Los peronistas son insaciables, realmente.

- Pero acá no está en juego ninguna república. Y usted está haciendo algo que no corresponde. 

- Vaya y denúncielo en la oficina de Laura Alonso.

- No está más.

- ¿No diga?

- Y además está procesada por no investigar a Aranguren.

- ¿Se da cuenta? Ya empezó la persecución. Vamos a necesitar miles de canastos como estos. Y un lavarropas.

- ¿Un lavarropas?

- Para los que se dan vuelta. Malditos traidores. 

- Lo noto más desorientado que a Angelici.

- Ni me lo nombre.

- ¿Por?

- ¿Encima lo pregunta? Perder la presidencia de la Nación, vaya y pase. Pero perder en Boca es el acabose. Mauricio está devastado.

- Me imagino.

- Pero tenemos un plan.

- ¿Cuál?

- El plan canasto. 

- No me diga que en Boca también…

- Exacto. Cuando hagamos la mudanza de la calle Brandsen, donde está la cancha, nos olvidamos un canasto y listo.

- ¿Y quién se va a quedar dentro?

- Un servidor.

- ¿Usted?

- No, Alfredo Casero... ¡Sí, yo! ¿Quién, si no?

- ¿Y cómo va a hacer para estar en la Casa Rosada y en Boca al mismo tiempo?

- Muy fácil. Vamos a hacer un túnel que una esta Sala de Prensa con La Bombonera. 

- Me imagino que lo va a hacer con una cucharita.

- No se haga el gracioso que la revolución de la alegría ya la patentamos nosotros. 

- Pero usted dijo que iba a hacer un túnel.

- Exacto.

- ¿Y cómo lo va a hacer metido ahí adentro?

- Volvimos a la actividad privada, no lo olvide. 

- ¿Y eso qué tiene que ver?

- Que las obras las seguimos haciendo nosotros. Y ahora tápeme con la frazada.

- Si no viene nadie.

- Ya lo sé. Pero para si algo aprendí con Mauricio es que el éxito de nuestro proyecto radica en el descanso.

- ¿Y por qué no lo aplicaron?

- ¿Cómo que no lo aplicamos?

- Las cosas no salieron muy bien, ya debería reconocerlo.

- Por supuesto, tenemos autocrítica.

- ¿Y qué pasó?

- Nos quedamos dormidos.