Informe Especial
17/04/2018

A 32 años de la marcha hacia el sur, al mar, y el frío

A 32 años de la marcha hacia el sur, al mar, y el frío | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Un día como el de ayer, pero en 1986, se anunciaba oficialmente en Viedma el proyecto político del gobierno del presidente Raúl Alfonsín de fundar la Segunda República y trasladar el Distrito Federal a Viedma. Una fuerte oposición de los factores de poder, hicieron inviable aquel proyecto.

El 16 de abril de 1986, el entonces presidente de los argentinos, Raúl Ricardo Alfonsín oficializó en Viedma su proyecto de trasladar la capital a la zona del valle inferior del río Negro. En un mensaje dirigido desde los jardines del ministerio de Economía, ante unas 10.000 personas, proyectaba una esperanzadora estrategia geopolítica: mencionaba allí que había que “marchar al sur, al mar y al frío”. 

Diversas circunstancias hicieron que el proyecto fracasara: la crisis económica, la caída del Plan Austral, las derrotas electorales de 1987 en varias provincias (principalmente la derrota en la provincia de Buenos Aires) y la hiperinflación, que llevaron a la anticipada asunción del presidente electo Carlos Menem, quien desactivó el proyecto. 

También es cierto que hubo desde su sorpresivo anuncio, una clara oposición del empresariado y los grupos concentrados de poder que aportaron lo suyo, como habitualmente sucede en este país, para que el proyecto no prosperara. Sin dudas la reubicación de la capital era una traba al sistema de producción montado en la ciudad de Buenos Aires y sus negocios.

En una entrevista, realizada años después cuando ya no era presidente, Alfonsín al ser interrogado sobre cuál había sido su principal error como mandatario, señaló el de no haber mudado la Capital a Viedma. "Me debería haber mudado en carpa", fueron sus palabras.

La ley

El 27 de mayo de 1987 se sancionaba en la sala de sesiones del Congreso Nacional la ley 23.512 que establecía el traslado de la Capital Federal. Se declaraba capital de la República Argentina a “los núcleos urbanos erigidos y a erigirse en las áreas de las actuales ciudades de Carmen de Patagones (Buenos Aires), Viedma y Guardia Mitre (Río Negro)”. 

El artículo 5° establecía que el Poder Ejecutivo Nacional, previa conformidad de ambas Cámaras del Congreso y de la Corte Suprema de Justicia, declarará habilitados los locales e instalaciones suficientes, aptas para el desempeño de las autoridades que en virtud de la Constitución Nacional ejercen el gobierno federal. 

El siguiente artículo establecía que la ciudad de Buenos Aires continuaría siendo la Capital de la República hasta tanto cumplirse lo dispuesto en el artículo 5°, a partir de ese momento la ciudad de Buenos Aires se convertiría en una nueva provincia, debiéndose convocar para su organización una convención constituyente.

Los agentes de la administración pública nacional que revistaran en organismos cuyo traslado se dispusiera como consecuencia de la sanción de la ley no podrían ser traslados sin su expreso consentimiento, manteniendo en todo caso la garantía de estabilidad.

La ley establecía que aquellos agentes que no aceptaran el traslado serían reubicados en otros organismos estatales. Se realizaron estudios técnicos y de planeamiento como el Ente para el Traslado de la Capital (Entecap), se estableció la instrumentación legal de tierras y se llevaron a cabo las obras de infraestructura. Alfonsín impulsó la modernización de la administración pública.

Finalmente, la ley quedó sin efecto en 2014, al aprobarse el Digesto Jurídico Argentino, donde se anularon aquellas normas nunca puestas en vigencia.

La primicia

El proyecto era una secreto muy bien guardado y eran muy pocos los funcionarios que sabían de él. Sin embargo, el presidente Alfonsín debió anticipar el anuncio a partir de que la noticia se filtró y fue publicada en la primera página del diario Clarín, el domingo 13 de abril de 1986.

Quien tuvo la primicia fue el periodista viedmense Omar Nelson Livigni, en ese momento corresponsal del diario porteño en la región.

Ahora, el “Negro” Livigni cuenta que “había un conjunto de indicios que se venían gestando durante febrero y marzo en el mayor sigilo, pero que posibilitaron conocer de qué se trataba".

Pero la circunstancia puntual sucedió en una charla informal que el periodista tuvo con otro viedmense, en aquel momento propietario de la radio LU 15, Alberto Andría. Esta última era una persona cercana al entonces gobernador Osvaldo Álvarez Guerrero, quien le había confiado el secreto.

Livigni recuerda que “el propio gobernador me convocó a su residencia y me pidió reserva, pero yo mandé una nota al diario a fines de febrero, contando lo poco que se sabía, y desde Buenos Aires me contestaron que era un tema muy fuerte para publicarlo sin tener total confirmación”.

“Pasaron las semanas y el material no se publicaba, hasta que el día 11 de abril, en una reunión de gobernadores en Posadas, el tema volvió a filtrarse y el corresponsal de Misiones también avisó a la redacción. Al día siguiente, sábado, me llamó Joaquín Morales Solá, por entonces prosecretario de Clarín, para avisarme: la noticia sale mañana, en tapa y las páginas 2 y 3”, completa su relato.

También señala Livigni que de acuerdo a los testimonios que fue recogiendo, “los intereses jugaron su partida, incluso dentro del partido de gobierno. Alfonsín tuvo enemigos internos que no comulgaban con este proyecto”.

El anuncio

Tres días después de la publicación, el entonces presidente de la Nación viajó primero a La Plata y después a Viedma, para entregar a los gobernadores Alejandro Armendáriz, de Buenos Aires, y el rionegrino Osvaldo Álvarez Guerrero, las copias del proyecto de ley de traslado.

En el mediodía de una jornada cálida y otoñal, Alfonsín habló desde el balcón del ministerio de Economía, en frente del río Negro, en Viedma, y lanzó la proclama que se haría famosa, la de que el país debía marchar “hacia el sur, hacia el mar y hacia el frío”.

Desde aquel día 16 de abril de 1986, transcurrirían casi dos años de entusiasmo y vitalidad en torno al proyecto alfonsinista.

En ese período pleno de expectativas hubo tres nuevas visitas del presidente de la Nación a la zona: en septiembre de 1986, para celebrar desde la costa del río Negro el Día Internacional del Turismo; en julio de 1987, para acompañar a su par de Brasil, José Sarney, y firmar acuerdos en el marco del naciente Mercosur; y en agosto de ese mismo año, trayendo a Carmen de Patagones los restos del comandante Luis Piedrabuena.

En abril de 1987 Viedma acogió, por espacio de casi tres horas, al papa Juan Pablo II en su recorrida por el interior del país, pero no lo acompañó Alfonsín, para despegar la visita eclesiástica del tema del traslado de la capital.

El final

Pero la idea no prosperó. Los grupos de poder, algunos funcionarios del propio gobierno que no comulgaban con la idea, nuestra histórica falta de federalismo y visión, sumada a la crisis económica de la época, más la burocratización de los procedimientos de licitaciones de las diferentes obras programadas, todos hicieron su aporte para el posterior fracaso del proyecto.

Finalmente, la ley 23.512 aprobada y promulgada entre mayo y junio de 1987 quedó oficialmente sin efecto en el 2014 al aprobarse el Digesto Jurídico Argentino, donde se anularon aquellas normas que nunca se pusieron en vigencia.

29/07/2016

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