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30/07/2023

Recursos naturales, ¿para quién?

Recursos naturales, ¿para quién? | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Mientras el país se contente con exportar granos para alimentar chanchos chinos y litio para que otros hagan baterías, y sueñe con exportar gas para que otros se calienten, no habrá desarrollo genuino.

Héctor Mauriño

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Ahora se ve con toda claridad que el supercrédito otorgado por el FMI a Macri era por lo menos un arma de doble propósito: por un lado asegurarse el triunfo electoral de un incondicional y por el otro ponerle un cerrojo a la soberanía Argentina para acceder mejor a sus recursos naturales (otro fin era asegurar la fuga de los fondos especulativos).

La actual situación del país, inerme por la falta de divisas ante la voracidad del imperio que busca apropiarse de sus recursos naturales -nuestrosdiría la generala del Comando Sur de Estados Unidos Laura Richardson-, se vería agravada de ganar las elecciones la derecha, que a juzgar por los planteos de todos sus precandidatos, la soberanía le importa poco y nada.

Véanse si no, los desmanes de Morales en Jujuy para asegurar el libre acceso de las multinacionales al litio; la candorosa confesión de Bullrich sobre que si gana habrá más dunga dunga del FMI; o las amenazas de Larreta contra Aerolíneas, aunque ahora funcione bien y este año no dé déficit. Todo sin contar con que quieren (y lo dicen) eliminar a la principal líder popular.

El descaro de los dirigentes de Juntos por el Cambio, que quieren repetir experiencias funestas para el país como la privatización de la aerolínea de bandera y, si se los deja, de YPF, que además lo predican y anticipan sin sonrojarse, se ve acompañado por cierto optimismo suicida: el de quienes se ufanan de un presunto futuro venturoso para el país porque podrá exportar litio y gas.

Para decirlo en pocas palabras, mientras la Argentinase contente con seguir exportando granos para alimentar chanchos chinos y litio para que otros hagan baterías, y sueñe con exportar gas para calentarle los pies a los europeos, no habrá desarrollo genuino y se repetirá indefinidamente el círculo vicioso de la dependencia, la pobreza y el atraso.

Cristina lo dijo bastante claro con motivo de la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner: “queremos exportar pero también queremos gas y petróleo para nuestra industria. Para que sea más competitiva y gas también para los hogares argentinos”.

Más aún, la vicepresidenta recordó la experiencia de Perón, que cuando construyó el gasoducto Comodoro Rivadavia – provincia de Buenos Aires lo comenzó al revés: desde el punto de llegada, en Lavallol, al punto de partida “para evitar que las compañías extranjeras desviaran después el proyecto y se convirtiera solamente para exportar”.

Son viejas historias conocidas y sin embargo una y otra vez repetidas como un mantra por la derecha argentina y el círculo rojo que le dicta el libreto. Por ejemplo, Aerolíneas ahora está bien pero durante el gobierno de Macri hubo un nuevo intento de vaciarla, ¡Dios nos libre si la agarran de nuevo!

YPF está floreciente; de deudora pasó a superavitaria y sin ella no se podría haber desarrollado Vaca Muerta, ni se hablaría de exportar gas o petróleo. No quiera el destino que la vuelvan a agarrar los fundamentalistas del mercado.

Desde Y-TEC, la empresa tecnológica de YPF modelo en Sudamérica, la petrolera estatal financia la investigación para producir baterías de litio. Hay que exportar baterías, o al menos producir las que necesita el mercado interno, no exportar litio. ¿A dónde irán a parar las celdas para baterías de litio si vuelven los cruzados de la dependencia?

El pasado16 se cumplió una década de la asociación entre YPF y Chevron para desarrollar el yacimiento de Loma Campana, puntapié inicial de la explotación de los hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta.

La asociación fue posible por la decisión previa de Cristina Kirchner de nacionalizar YPF. El 16 de abril de 2012 la entonces presidenta intervino la compañía y expropió el 51% de las acciones que estaban en manos de la distribuidora de combustibles española metida a financiera Repsol.

En aquel momento, la situación era tan dramáticaque había que importar la energía, YPF producía cada vez menos, las reservas se agotaban y a Repsol sólo le importaban vaciar la petrolera y transferir utilidades a su casa matriz. Lo que se llama una privatización de pesadilla.

El 3 de mayo de 2012 el Congreso convirtió en ley la nacionalización. En Diputados hubo 208 votos a favor, 32 en contra, 6 abstenciones y 11 ausentes. Entre los votos negativos hubo 9 legisladores del Pro. Bullrich que estaba en Unión por Todos también votó en contra, se abstuvieron Carrió, Prat Gay y Ocaña, y estuvieron ausentes Margarita Stolbizer, Gabriela Michetti, Oscar Aguad y Silvia Majdalani.¿Le suenan, lector, los nombres?

Firmado el contrato entre Chevron e YPF en julio de 2013, en Neuquén hubo que hacer una ley provincial, que desde el vamos fue objeto de controversias. El 28 de agosto la Legislatura aprobó la ley, por 25 votos contra 2 y 8 ausencias. El bloque del MPN tuvoel apoyo del kirchnerismo y los que se oponían intentaron impedir la sesión pero ganó la postura de sesionar, ante lo cual diputados de Libres del Sur, la CC-Ari, Une, el Frente de Izquierda y la UCR se retiraron. Un diputado petrolero también votó por la suspensión.

Diez años después de la firma de aquel acuerdo por parte de YPF y 11 desde la nacionalización de la petrolera estatal, a pesar de los retrocesos durante los cuatro años de Macri, las inversiones en Vaca Muerta superan los 25 mil millones de dólares.

No era cierto lo que decían algunos desprevenidos durante la campaña del 2015 antes de que ganara Macri: los derechos adquiridos no estaban garantizados. Se retrocedió. Siempre se puede ir para atrás si gobiernan los que quieren borrar del mapa a los humildes y a sus dirigentes, mientras se muestran serviles con la potencia hegemónica. La triste realidad es que lo malo se puede repetir.

29/07/2016

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