A nivel nacional el Frente de Todos parece haber superado la crisis interna y se encamina a remontar la derrota en las PASO con un nuevo gabinete, que preserva el equilibrio interno de la coalición y suma figuras con mayor estatura política. Mientras, se aguarda un paquete de medidas destinadas a paliar la grave situación de los sectores más postergados, que en casi todo el país castigaron a los distintos oficialismos haciendo una severa advertencia.

En Neuquén, donde la oposición es más lábil, el voto castigose verificó en el interior del partido gobernante,donde fueron a votar en contra del sector oficialista de Omar Gutiérrez y Jorge Sapag no solo integrantes de la fuerza propia descontenta sino gente de otros partidos, desde los autoconvocados de Salud al sobischismo residual pasando por algunos de los que votaron en 2019 al FdT.

Sin embargo, ese porcentaje del 35 % es poco probable que se mantenga de cara a las elecciones legislativas del 14 de noviembre, porque los de afuera elegirán ahora votar a sus propios partidos, unos porque ya se sacaron la bronca, otros porque los cambios a nivel nacional alumbran nuevas expectativas y los más porque se asustarán con una eventual vuelta de la derecha, que no sacó más votos que en 2019 pero conservó su caudal y su beligerancia.

El resultado de la interna del MPN fue, en números, un virtual empate, pero su significado último es una fuerte derrota para el sistema de relevo generacional con comando a distancia instalado por Jorge Sapag en 2015. Cómo gustan decir entre los que perdieron “las elecciones se pierden y se ganan por un voto” y la fórmula Rolando Figueroa-Luciana Ortiz Luna, sacó bastante más que un solitario sufragio.

Como se sabe, Figueroa se ofreció para una lista de unidad pero fue rechazado con el argumento de que un representante de la provincia ante el gobierno nacional debe ser confiable para el gobernador. Ocurre que las relaciones entre Figueroa y Gutiérrez se fueron tensando desde el 10 de diciembre de 2015 y alcanzaron un punto de no retorno durante la campaña de 2019, cuando el ex vice gobernador la emprendió con agravios personales contra Gutiérrez y Sapag.

Pero ahora las cosas fueron diferentes, “Rolando” se auto contuvo, no hubo denuestos y eso mejora las condiciones para una recomposición, no tanto con el gobernador como con Sapag, que como se sabe es un pragmático a ultranza y se guía con la máxima de su padre, Elías Sapag, uno de los fundadores de la estirpe, quien afirmaba que “en política los agravios caducan a los 90 días”.

Así las cosas, según trasciende del entorno sapagista, Figueroa tendrá el respaldo del partido en su candidatura a diputado nacional, con la salvedad de que eso no incluye sus públicas expectativas de convertirse en el postulante oficial para la gobernación en 2023. Para esas lides, advierten, tendrá que medirse con otros aspirantes con títulos no menos vistosos, como Marcos Koopmann o Mariano Gaido o, inclusive, con la propia “Mage” Ferraresso u Osvaldo Llancafilo.

Por las dudas, desde el sapagismo se atajan sobre un muy probable resultado por debajo del obtenido en las PASO, producto como llevamos dicho de que en noviembre muchos de los que fueron a pasar factura se volverán sobre sus propias fuerzas.

No es casual que el sector oficialista del MPN salga a curarse en salud. En 2013, el petrolero Guillermo Pereyra obtuvo 120 mil votos y derrotó ampliamente a la candidata oficialista, la entonces vice Ana Pechen. Inmediatamente “El Caballo” amagó con ir por la gobernación en 2015. Pero, ¡oh sorpresa!, en el tránsito de las PASO a las generales, se cayeron unos 60 mil votos, que fueron a beneficiar al entonces candidato del Frente para la Victoria Marcelo Fuentes.

“Esto no es el 2013”, puntualizan ahora en la cúspide de la lista Azul, para reafirmar que aquello no volverá a ocurrir. No obstante, es innegable que el cimbronazo de “Rolando” tiene que haber afectado al establishment político emepenista. La pregunta que cualquiera se podría formular es si está naciendo una nueva estrella en el firmamento del partido provincial.

Sería un tanto prematuro afirmarlo, como ingenuo subestimar la capacidad de maniobra de un político de raza como Sapag. No obstante, es inevitable tomar nota de que en materia de conducción política el control remoto tiene sus límites.

Esto, sin perjuicio de señalar que “Rolando” lo mejor que parece tener son las ganas, la determinación de pujar en busca de acumular poder. Pero le queda un trecho largo por recorrer. Aunque es conocido y cuenta con cierto carisma personal, no tiene un proyecto definido ni tampoco un discurso ad hoc que le permita sostenerlo de manera atractiva.

En este asunto de reciclarse, el MPN tiene experiencia. En el ‘91 Jorge Sobisch llegó revestido de un progresismo entonces en boga. Pero al año o así giró a la derecha donde encontró su destino definitivo.

Lo que está en boga hoy en el mundo es la derecha, civilizada o rabiosa, es de esperar que Figueroa no se deje llevar por la corriente.